lunes, 27 de enero de 2014

10 PREGUNTAS SOBRE EL CAMINO DE SANTIAGO

¡Atención jacobipetas! Lo encontré navegando por la red mientras en un receso del trabajo me afanaba en mirar las etapas que, si Dios quiere, recorreré este año desde Santo Domingo de la Calzada hasta León. Me llamó mucho la atención y desde ese momento supe que debería compartirlo con vosotros añadiéndole algo de mi cosecha y de mis experiencias vividas en la senda recorrida. Se trata de un pequeño artículo que responde, seguramente, a los diez interrogantes que más se hacen aquellos que quieren emprender la aventura del Camino de Santiago y que incluso nos hacemos aquellos que ya lo hemos recorrido varias veces. Los que amamos esta enseñanza de la vida y resumen de la misma que se obtiene con tan solo caminar, todos los días nos acordamos del Camino, pues no dejamos de recorrerlo día a día, bien en el que nos lleva al Obradoiro o bien en el que avanzamos desde el día en que nacimos. Así pues os invito a leer estas diez cuestiones acerca del Camino de Santiago y a que cada uno de vosotros las aplique a la vida real, veréis como la similitud, armonía, sincronía y conjunción de ambos caminos es total. Ahí va eso. Y para todos los que me consideráis "Maestro del Camino" sabed que yo también me inicié con dudas y temores y que sigo siendo un aprendiz. Espero resolver todas las dudas que muchos me transmitís. ¡Buen Camino y Buen camino de la Vida!


10 PREGUNTAS SOBRE EL CAMINO DE SANTIAGO

1. ¿Por qué nos ponemos en marcha?

Cada peregrino tiene una razón para comenzar su andadura, al igual que cada persona tiene un origen por el que llegó a este mundo. Diversos motivos nos impulsan a realizar el Camino: espirituales, religiosos, por deporte, por cultura, por aventura, por encontrarnos a nosotros mismos, etc. La verdad es que al final, cuando llegamos a Santiago, no importa tanto la razón. El sentimiento y las vivencias tenidos en esos días de camino son tan fuertes que se mezcla todo en nuestra cabeza. Esa es la verdadera razón por la que el Camino cambia a todo el que lo recorre. Tiene una magia y un embrujo especial. Quizás no sepamos por qué nos ponemos en marcha la primera vez, pero todos sabemos por qué lo hacemos la segunda aunque no sepamos explicarlo. Y ya os digo que quien lo hace, repite.


2. ¿Hay edad para hacer el Camino?

No hay edad mínima ni máxima para hacer el Camino. Existe una gran diversidad, desde padres que van con sus hijos a octogenarios que lo han hecho en multitud de ocasiones. Todo depende del estado físico del peregrino, por eso es recomendable hacer un entrenamiento antes de empezarlo, para que una vez puestos en marcha, el cuerpo no comience a quejarse desde el principio. La edad, por tanto, no es impedimento. Yo he conocido personas de avanzada edad que han hecho el Camino varias veces y de hecho con algunas de ellas he caminado varios tramos. (Ágata, donde quiera que estés, tu huella ya ha quedado marcada desde Roncesvalles a Santiago. Doce caminos recorriendo el último de ellos con 78 años de edad te avalan. Y desde aquí espero vernos de nuevo alguna vez y llenarte tu botellita de agua limpia y fresca para que continúes tu caminar por las tierras que tanto amas, peregrina del alma, peregrina. Y tú, Julia, sigue caminando, por favor. 70 años y un espíritu de 20. Tu incienso, tus velas y tu juventud siguen impregnando los albergues de Palas o Rei y de Arzúa. Maestra de jóvenes, maestra).

3. ¿Es seguro el Camino?

Sí. Todos los años recorren el Camino de Santiago miles y miles de peregrinos y los problemas de robos o situaciones similares son muy bajos pero... como las meigas, "haberlos, haylos". El Camino no deja de ser un reflejo de la vida normal, es decir, no hay que ir haciendo alardes de nada y se debe mantener un ojo siempre sobre las pertenencias personales. Mucho ojito a descuidar en los albergues la típica riñonera del peregrino, la cual debe contener la documentación personal (D.N.I., tarjeta sanitaria, etc), la Credencial del Peregrino y el dinero (cuanto menos mejor, ya se sacará dinero en algún cajero automático). La riñonera dormirá e incluso irá al baño y a la ducha con nosotros. Será más fiel compañera inclusive que la mochila. Sólo así evitaremos sorpresas desagradables de las pocas que hay. Quien evita la ocasión, evita el peligro.
El Camino es seguro para una mujer en solitario, por ejemplo. No obstante, hombre o mujer, en etapas muy solitarias siempre es recomendable caminar a la vista de otros peregrinos o con ellos para que puedan socorrernos si ocurre algo, ya sea un percance personal o de salud. Y en los tramos de carretera, horrorosos por cierto, cuidado con el tráfico rodado. La última desgracia pudo costarle la vida a nuestro querido Zapatones en un paso de cebra de Melide.

4. ¿Sólo o en grupo?

Depende de las motivaciones personales de cada peregrino. La mayoría de las guías y recomendaciones hablan de iniciarlo sólo y dejarse llevar por el hilo conductor del camino que no es otro sino el grupo de gente que te encontrarás día a día realizando las mismas etapas que tú. Así se conoce más gente y se crean verdaderas amistadas (en ocasiones algo más) y el peregrino se abre a nuevas experiencias. En grupo el Camino es algo más cerrado ya que casi toda la comunicación queda dentro del propio grupo, aunque no deja de ser un tema de personalidad: si el peregrino es extrovertido va a conocer mucha gente, independientemente de si va sólo o en compañía. Así pues como quieras, pero habla mucho con el resto de peregrinos, es mi consejo. El Camino nos hace a todos iguales: peregrinos (hermanos) y como tal hemos de actuar: habla, comenta, comparte vivencias y experiencias. Eso hará grande tu camino y te hará grande a ti. 
Yo lo he hecho en ocasiones con mi padre y otra vez con mi mujer y una amiga. Y aún estando acompañado caminas en soledad varios tramos y encuentras otros peregrinos también desperdigados y solos con los que enseguida se puede entablar conversación. También son muy importantes los tramos en que tu única compañía son el bordón y tu mochila. La mente se encuentra consigo misma y aprendes a conocerte o a redescubrirte a ti mismo.
El Camino ofrece de todo para todos.

5. ¿Qué Camino realizar?

Todos los caminos tienen su encanto. El más transitado es sin lugar a dudas es el Camino Francés, pero tanto el Camino del Norte, la Vía de la Plata o el resto de tramos secundarios tienen encantos similares a la ruta más tradicional. De hecho, si lo que se quiere es soledad, el Camino Francés no es el más recomendable, especialmente en años santos, donde la aglomeración de peregrinos en las temporadas de buen tiempo puede exasperar a más de uno. Desde luego, si en algo gana el Camino Francés es en infraestructuras para el peregrino: tiene de todo. Cada uno debe de elegir aquel tramo que más se ajuste a lo que está buscando del Camino y para ello existen todo tipo de guías y recomendaciones.
Yo soy fiel a la madre de todos los caminos: El Camino Francés. Es, sin duda, milenario y desprende un magnetismo templario y cultural especial, muy patente a lo largo de todo el mismo: Roncesvalles, Pamplona, Eunate, Puente la Reina, Torres del Río, Logroño, Santo Domingo de la Calzada, Burgos, León, Manjarín, Astorga, Ponferrada, O Cebreiro, Sarria, Leboreiro, Furelos, Melide y Pedrouzo son lugares que todo peregrino debería visitar. En ellos fluye la magia. ¿Y qué deciros de la gastronomía? Desde los quesos más fuertes elaborados con leche de cabra de los Pirineos en Saint Jean Pied de Port hasta los mariscos de Santiago de Compostela, pasaremos por suculentos espárragos, patatas a la riojana, sabrosos entrecots, ricos caldos, apetitosos pulpos, etc.
Por experiencia, a todo aquel que quiera iniciarse en el Camino de Santiago le recomiendo el de toda la vida, el de siempre: el Camino Francés. Repetirá sin lugar a dudas.

6. ¿Necesito documentación?

Evidentemente. Hay que llevar el D.N.I y la tarjeta sanitaria (por si acaso, mejor no tener que usarla). A parte de esos documentos del día a día, el peregrino tiene que llevar la Credencial, único documento necesario para poder usar los albergues públicos y que acredita como peregrino a su titular. En la Credencial se va sellando a lo largo de nuestra ruta, obteniendo un bellísimo recuerdo a través de los sellos y cuños de los lugares por donde hemos pasado y pernoctado. Además, la Credencial es imprescindible para poder conseguir la Compostela una vez llegados a Santiago.
Como antes decía, el Camino nos iguala a todos. Da igual que seas nacido en la más alta alcurnia del mundo o que seas proveniente de la más humilde familia del reino de la pobreza; en el Camino sólo serás un peregrino más. Tu Credencial así lo dice.

7. ¿Cómo me oriento en el Camino?

En este sentido no hay excesivos problemas en el Camino de Santiago. Hay multitud de indicadores que marcan la ruta, pero las más fiables son las flechas amarillas y los mojones, presentes al borde del Camino y que van indicando la distancia que queda hasta Santiago de Compostela. Por supuesto es recomendable llevar una guía, sobre todo, para informarnos de los tramos de cada día, los pueblos por donde vamos a pasar, etc. ¡Ojo! La guía que sea pequeñita y ligera. Recordad que hay que llevarla en la mochila y cuanto menos pese mejor.
Volveréis familiarizados con las flechas amarillas y allá donde veáis una os arrancará una sonrisa. Yo tengo una a modo de imán en la nevera y día a día me trae recuerdos.

8. ¿Cuándo es la mejor época para hacer el Camino?

Depende del tramo del Camino que queramos hacer. Tradicionalmente se considera que los mejores meses para comenzar cualquiera de los diferentes Caminos a Santiago son los meses primaverales de Mayo a Junio y los otoñales de Septiembre a Octubre. El invierno es una buena opción si se quiere optar por no vivir un Camino multitudinario, pero la dureza de dicha estación puede ser un impedimento si se quiere acabar el Camino sí o sí. Yo lo desaconsejo totalmente: durísimas nevadas y crueles lluvias han llegado a extraviar a peregrinos con nefasto resultado.
Mis experiencias las he vivido en Agosto y en Septiembre y, si bien hay tramos en que el calor castiga bastante, prefiero irme hidratando con líquidos y darme una refrescante ducha al llegar al albergue a caminar bajo lluvia, pisando barro y con el frío metido en los huesos. He conversado con muchos peregrinos acerca de este tema y todos coincidimos en algo: Si de verdad quieres hacer el Camino, te amoldarás a las fechas que puedas y lo harás. Pero si puedes elegir... evita el mal tiempo.

9. ¿Hay que hacer el Camino entero?

No. De hecho, la mayoría de peregrinos que se ponen en marcha lo hacen en varios tramos y en varias épocas diferentes. También depende de cómo se haga el Camino. Si empezamos a pie desde Roncesvalles se necesita al menos un mes pero si se hace en bicicleta se puede hacer en una semana. Además, no es obligatorio hacerlo entero. Para lograr la Compostela en la Catedral de Santiago vale con hacer a pie los últimos 100 kilómetros de cualquiera de los diferentes caminos o 200 si se hace en bicicleta.
Mucha gente que hace el mínimo indispensable a pie bien por ser la primera vez y no saber si va a aguantar o le va a gustar, bien por no disponer de más tiempo, bien por tener algún impedimento o bien por cualquier otro motivo, elige Sarria como lugar de inicio. Es un lugar estratégico de la provincia de Lugo que dista 112 kilómetros de Santiago por lo que es ideal para los peregrinos que comiencen a aventurarse con dudas o que simplemente quieran obtener la Compostela.
En el caso de bicigrinos el punto de partida inicial para cumplir los requisitos mínimos es Ponferrada en la provincia de León: 202,5 kilómetros a Santiago justo desde el Albergue San Nicolás de Flüe.

En mi caso me inicié en Sarria por multitud de causas y por así quererlo el destino. Si bien a día de hoy ya he llegado a la Plaza del Obradoiro tres veces y estoy incurso en la cuarta. Dos veces he salido desde Sarria y una desde Ponferrada. Mi camino actual lo inicié el año pasado de 2013 saliendo andando desde Saint Jean Pied de Port (Francia). Me detuve en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja). Este verano de 2014 pretendo reanudar desde allí y llegar hasta León. Y el año próximo 2015, a poder ser, Dios mediante, culminaré mi aventura recorriendo el último tramo desde León hasta abrazar al Santo Patrón de las Españas en la ciudad que lleva su nombre. Habré completado todo el Camino en tres trancos obteniendo la que será mi cuarta compostela.

10. ¿Dónde comienzo y termino el Camino?

El Camino empieza donde el peregrino quiere. En la edad medieval el Camino empezaba desde la puerta de la casa de cada uno, así que es más bien complicado decir donde comienza la aventura. Tradicionalmente, se cree que el Camino empieza en Roncesvalles. Es un error pero es verdad que desde allí comienzan muchos peregrinos igual que desde Saint Jean Pied de Port. Lo mismo sucede con su final. Es lógico pensar que la ruta jacobea finaliza en la catedral de Santiago de Compostela, pero muchos peregrinos siguen más allá, hasta llegar a Fisterra. Por tanto, es muy difícil marcar un principio y un final para un Camino milenario.
Para mí el Camino empieza en el momento en que uno se decide a hacerlo y concluye cuando uno ha aprendido lo que el Camino transmite. Tengo en mente el día que pudiera hacerlo a la antigua usanza y como lo hiciera mi querido Antxón: desde la puerta de casa hasta Fisterra.

Y hasta aquí mi pequeño texto jacobeo o pequeña guía de primeros interrogantes. Entre la red y yo esperamos haberos entretenido un rato y haberos ayudado a todos aquellos que me preguntáis acerca de la ruta que tanto me gusta. Me agrada mucho poder servir a otros peregrinos o futuros peregrinos y responderles y ayudarles en todo lo que esté a mi alcance. Es, de cierta manera, como una mini-función de hospitalero. Ya sabéis que siempre me entusiasma hablar de cofradías y/o del Camino de Santiago. Quedo una vez más a vuestra disposición. Y dicho esto... ¡¡Buen Camino!!

martes, 14 de enero de 2014

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA

Iniciamos un nuevo año en el Rincón de mis Pasiones y las primeras líneas han de ser de agradecimiento a todos aquellos que dedicáis un ratito de vuestro tiempo en leer este espacio. La verdad es que no dejo de sorprenderme día tras día cuando veo "el éxito" que ha tenido mi pequeño blog y mi modus escribiendi. Mucha gente me comenta que le resultan muy curiosas las leyendas. Otros tantos, amantes del Camino al igual que yo, agradecen cuando narro acerca de la Ruta Jacobea. Los hay también que califican mi blog de "entretenidísimo blog cofrade", cuando realmente no es un blog cofrade en toda regla aunque verse mucho sobre esa temática. Por otro lado hay entradas generales que han levantado más de una sonrisa y así me lo habéis hecho saber quien menos lo esperaba (las famosas lentejas de la thermomix, el viaje a Nueva York, los nombres de las fobias más curiosas, mi mascota "Alergias", etc). Algunos sólo pasan por el Rincón cuando hablo de fútbol y si despotrico contra Mourinho y contra Guardiola pues mejor, se lo pasan pipa con mis rabietas. En definitiva me hace feliz la fauna (cariñosamente hablando) que sois lectores de mi blog y conseguís que me entusiasme cada vez que escribo. Lo he dicho muchas veces y lo seguiré haciendo hasta la saciedad: Gracias, sin vosotros el Rincón de mis Pasiones no sería nada.

Dicho esto, comienzo el año tal cual y como anuncié en alguna red social de la que a día de hoy todos formamos parte, aunque hoy le daré una vuelta de tuerca más a lo que plasmé, un enfoque más filosófico, más de la corte de Heráclito y su teoría del eterno retorno. Enero no deja de ser para mí el mes de los sueños planificados. Quizás por eso se originó el refrancillo que da título al post que hoy escribo: Año nuevo, vida nueva. Es en este mes y recién estrenado el año cuando nos planteamos las nuevas metas a lograr, los objetivos que queremos alcanzar, los sueños por lograr... Sin embargo, pienso que realmente lo que debemos hacer es poner los pies en el suelo, ser conscientes de lo que realmente tenemos y dedicarnos a mejorarlo. Es la única manera de empezar una "vida nueva": Tengo trabajo con dos expedientes, pues a ver si logro tener tres. Me sobran quince kilos, pues a ver si logro perder cinco. Porque como lo que queramos sea en vez de tener un trabajo tener dos y en vez de perder cinco kilos perder los quince... puede que no logremos ni una cosa ni la otra y pasemos el año apáticamente viendo que no logramos los objetivos marcados en Enero y, para peor suerte, no disfrutando de las cosas que sí que tenemos realmente y sí que habíamos soñado con ellas (no valoradas por nosotros y envidiadas por otros). Llegará Diciembre y habremos consumado un año sin disfrutar del mismo en las cosas cotidianas, en los pequeños detalles, en la enorme esencia de lo simple, en lo que realmente es el día a día y nos da la felicidad.

De esta manera, hoy vengo a desearos a todos que en este nuevo año logréis cumplir vuestros propósitos pero que seáis cautos, que os marquéis metas accesibles y que disfrutéis mientras las conseguís, pues si os empeñáis en perseguir metas muy complicadas lo mismo las conseguís y saboreáis un triunfo y una victoria merecidísima, pero ¿habréis disfrutado a tope del día a día hasta que hayáis logrado el objetivo? Y, ojo, hablo en caso de que las consigáis, de lo contrario ya sería el acabóse. Pues eso. Poquito a poco y disfrutando del camino.


Yo mismo me pondré de ejemplo. Con toda la que está cayendo me conformo con que este año nuevo de 2014 concluya igual que concluyó el año 2013: habiendo disfrutado de los últimos días de Navidad en Enero, empezando las igualás y ensayos en Febrero, disfrutando del Carnaval en Marzo, siendo feliz con mis amadas cofradías en Abril, saboreando el mes de Mayo con las Glorias y María, planificando un mes de Junio con aniversario de nupcias matrimoniales, relamiéndome en Julio de un nuevo verano, gozando en Agosto de las vacaciones anuales, volviendo en Septiembre al trabajo y teniendo las últimas fiestas del verano, recorriendo Octubre de nuevo en rutina y mirando lo disfrutado y lo que queda por disfrutar, empezando un nuevo Noviembre con la Fiesta de Todos los Santos y culminando en Diciembre otro año más con el regustillo de haberlo exprimido. ¿Os parece poco?

Para quien no lo entienda mucho se lo traduzco con otras palabras:

Cotillón de Nochevieja, cotillón de Noche de Reyes, pádel, juzgado, igualás, ensayos, quietos los zancos, fuerte párriba, mi cumpleaños, pádel, venga de frente, viaje a Cádiz, chirigotas, cuplés, pádel, Cuaresma, juzgado, Viernes de Dolores, Domingo de Ramos, la Gloria, Domingo de Resurrección, pádel, Romería Virgen del Monte, Feria de Abril, rebujito, casetas, compadres, ¡vamonó de frente otro poquito, miarma!, juzgado, pádel, juzgado, Virgen de la Cabeza, igualá, mi gente, mi afición, mis amigos, ensayo, corría, desarmá, pádel, juzgado, pádel, primeras barbacoas, sardinas asadas, noches de campo, pádel, aniversario de boda, juzgado, Verbena del Perchel, chiringuito, mi barrio, pádel, juzgado, vacaciones, Zurra, Pandorga, pádel, Camino de Santiago, Ferias y Fiestas, Baile del Vermú, chalet, Fernancaballero, chuletas, pinchitos, calimocho, más sardinas asadas, una copita, otra copita me cabe, otra más si es cortita, echáme odra pocita, quietro ura cotipa más, ¡ole qué arte!, Asturias, patria querida, beodo, dormir la mona, vuelta al curro, otra vez juzgado, pádel, juzgado, metido ya en vereda, otro relío, Fiestas del pueblo, una copita, otra copita me cabe, otra más si es cortita, a dormir, cariño, no se te puede sacar, una copita más, ¡Viva la Guardia Civil!, por favor cállate, ¡¡Viva España, Viva el Rey, Viva el orden y la Ley!!, ¡que te calles, coño!, beodo, dormir la mona, bronca, agachar las orejas cual perro pachón, resaca, siesta, otra vez metido en vereda, pádel, juzgado, pádel, juzgado, pádel, juzgado, viaje a Almadén, esta vez no quiero copitas que me da la gota, una nada más, dos si son cortitas, ya me he liado, por la cuenta que me trae pónme un nestea, ahora una fanta de naranja, qué rico está el trinaranjus, lo qué hay que aguantar, pádel, Puente del Pilar, juzgado, ya huele a Navidad, otra vez juzgado, pádel, Puente de Todos los Santos, habrá que salir un poquito, una copi..., ni una, ni dos, en casa de limpieza, pádel, aspiradora, fin del puente, juzgado, senderismo, rutas por la Atalaya, pádel, Puente de la Constitución, Sevilla, lotería, pescaíto frito, cazón en adobo, serranito, juzgado, pádel, juzgado, Día de la Lotería, chocolate con churros, no me ha tocado una mierda, juzgado, pádel, pacharán, Nochebuena, pacharán, pacharán, padachán, pachánra, pahdfjqsgf, beodo, Navidad, pádel, juzgado, pacharán, Nochevieja.

Ahora si lo habéis entendido, ¿verdad? Pues esos son mis propósitos. Disfrutar conmigo mismo y disfrutar con mi gente cercana y disfrutar con vosotros. Y disfrutar será mi única meta. No es demasiado compleja y espero lograrla. Lo demás: salud, trabajo y amor que siga tal cual y con eso ya me conformo y soy feliz. Los que no tengáis cualquiera de las tres no os canséis nunca de luchar por ello pero, sobre todo, que lo malo no os impida ver todo lo bueno que tenéis y que otros, en vuestro lugar, desearían tener.

De nuevo gracias a todos y... 

¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!