400 AÑOS DE CARIDAD

Cuatro siglos es mucho tiempo para estar equivocados. Cuatrocientos años son muchas generaciones de vidas humanas siguiendo el Camino. El Cuarto Centenario de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad es algo más que grande. Es un pasado, un presente y un futuro. Es un recuerdo al pasado donde nuestros cofrades predecesores fundaron la Hermandad con visión de futuro, perdurabilidad de la fe y gozo del presente. Es un regalo divino y un orgullo presente el que nosotros podamos disfrutar hoy de este IV Centenario que comenzó a fraguarse en aquel lejano pasado y que a día de hoy permanece arraigado y con planes de futuro evangelizador. Es un guiño al futuro que del pasado al presente haya permanecido la Hermandad viva durante cuatrocientos años, superando muchos obstáculos, viviendo con valentía cada momento presente, apoyándose en las bases sólidas del pasado, avanzando siempre mirando al futuro. Cuatro siglos es mucho tiempo para estar equivocados.

Es por ello que hoy rindo homenaje a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad, a los fieles del Dios Perchelero, a los hijos del Rey de reyes que siempre han permanecido y permanecerán a su lado: presente, pasado y futuro con Fe y Amor. La Caridad está asegurada. A día de hoy el corazón del Barrio Pescador de esta capital manchega rebosa Caridad. ¿Cómo iba a ser de otra manera teniendo por hermanos a los fieles del Señor de la Caridad? Una cofradía pequeñita, de no muy larga nómina, con pocas túnicas en la calle, con un cortejo que no es acorde para su magnificencia, con una cuadrilla de costaleros joven y unida, de  amigos sobre todo, con un misterio que relata a la vista uno de los pasajes de las Escrituras más conocidos: "Y al punto brotó sangre y agua", con un lugar en el podio más bajo que el que quizás debiera corresponderle, con un procesionar antiquísimo en la tarde-noche del Jueves Santo, con una cristiandad enorme y aprendida a base de golpes en una mejilla y poniéndo rápidamente la otra, con una humanidad que emana desde el hermano más joven hasta el más anciano, con unas formas de trabajar no siempre comprendidas o bien vistas en el arraigo cofrade de la ciudad, con unas disputas internas entre unos y otros sin olvidar nunca que todos son remeros del mismo barco, con amor al prójimo, con Fe, con devoción a su Titular, con Amor, con Caridad... con cuatrocientos años de historia. Ahí es nada.

No puedo sino estar agradecido a Él por permitirme ser uno más de sus hijos, ser uno más entre los hermanos que formamos su familia, ser uno más de los seguidores del Rabí de Galilea que hoy habita entre nosotros en la Iglesia de Santiago, ser uno más de los que hoy somos presente, pasado y futuro en la Hermandad, ser uno más de los que ha aportado, aporta y aportará todo lo que esté a mi alcance para que esta Cofradía continúe muchos años más y así, como nos dijo el Cardenal Monseñor Fray Carlos Amigo, algún día desde un gran balcón en el Cielo podamos todos asomarnos juntos y decir: "Mirad, hoy la Hermandad del Santísimo Cristo de la Caridad cumple 500 años. Nuestro trabajo, evangelización y fe del IV Centenario sirvió."

Somos el futuro de nuestros antecesores. Seremos el pasado de nuestros sucesores. Pero hoy somos el presente de la Caridad. Y ya hemos cumplido cuatrocientos años como hermandad. Cuatro siglos es mucho tiempo para estar equivocados.