Los ingleses son unos tíos peculiares. Que se acepta el euro en toda la comunidad, ellos siguen con su libra esterlina. Que en todo el santo mundo se mide la distancia en kilómetros, ellos en yardas. Que se conduce por la derecha, ellos por la izquierda. "Y asín tol día". Son la leche. Lo que es curioso es que seamos nosotros, los españoles, los que muchas veces nos quejemos de esas "inglesadas" cuando si nos preguntan cuánto mide una finca, rara vez contestaremos diciendo "X kilómetros cuadrados" sino que deleitaremos al personal con "X fanegas, X cuerdas, X celemines..." O si nos dicen que cuál es la medida ideal de la copita de vino respondamos que "un chato, una cortinita, una lágrima, una chista...". Pero claro, los españoles entre españoles nos entendemos. Y los españoles entre el resto del mundo somos entendidos (o catalogados), pero arte nos sobra, ¿qué no? A lo que iba. Los hijos de la Gran Bretaña son curiosos y, como muchas veces repito, cuanto menos, raretes, raretes (como el oso blanco del anuncio de Seguros Santa Lucía). Y tanto lo son que he tenido la dicha de visitar la totalidad de los países de centro Europa y me falta sólamente Gran Bretaña. Raretes, raretes, esta vez no os escapáis.
Este semana se cumplirá el objetivo. Deo gratias y al Padre Joaquín, quien además me unió en matrimonio, he visitado ya Portugal, Francia, Suiza, Alemania, Italia, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Austria y Alemania. Y se me resistía Gran Bretaña. Hay que ver. Hasta para eso son peculiares. Van a ser los ingleses el último reducto que me queda por pisar pero ya están vencidos. Este miércoles sucumbirán conforme aterrice en Liverpool, tierra de Beatles y primer lugar que pisaré de la Gran Bretaña. ¡A por ellos! Por fin visitaré Inglaterra aunque demoraré mi visita al Big Ben hasta un próximo viaje. Esta vez es una avanzadilla de la conquista donde habrá de implantarse la huella en Liverpool, Manchester y Sheffield principalmente. El equipo de rebeldes guerreros se compone de mis primos políticos Floren y Cristina y de mi mujer, quienes incardinarán sus labores a la expansión de la gañanería manchega junto a quien les habla. Quedará para el recuerdo el decirle a un típico inglés a la hora del té "¿Qué pasa, pájaro? ¿Está calentico el brebaje?" y que levantando la mirada y las cejas hacia su sombrero de copa exprese su faz una tremenda confusión. ¡Zas! Conquistado quedará el británico con la potencia española. ¡Ja! ¿Pero qué se creen? Risas aseguradas. ¡Gañanes por el mundo! De españolas y manchegas maneras.
Además, ya campean por aquellos lares mi cuñado Miguelín y mi querida cuñada Pisma Repisma, motivo principal de la visita y de los que no dudo (más bien afirmo) que ya habrán conquistado a las gentes a base de ibéricas costumbres. ¡Pardiez! ¿Sabrán los guiris lo que es un buen perolo de gachas? Deben saberlo. Deben rendirse al Imperio Español. Y, desde luego, la representación que vamos nos haremos notar. Recorremos Sheffield y visitaremos Manchester y Liverpool. Sin duda alguna son de las grandes ciudades de Gran Bretaña donde fotografiaremos los lugares más visitados y concurridos y, a buen seguro, degustaremos algunas pintas de cerveza (no creo que allí me pongan mi querida Cruzcampo con una tapita de buen cazón en adobo, sería mucho pedir para los afamados ingleses).
Durará la aventura de Miércoles a Domingo, días 21 a 25 de Noviembre. Gemma y Floren se han encargardo de planificarlo todo y tan sólo queda preparar la maleta, despegar y aterrizar allí para iniciar mi primera visita a Gran Bretaña. Ganas e ilusión ya son inminentes. Será un buen viaje, seguro.
Resta decir que el mismo día que llegamos es el partido de Champions que enfrenta a los clubes Manchester City vs. Real Madrid. A ver donde me meto a verlo. No me asusta el reto pues ya me tocó enfrentarme a vivir la final de la Eurocopa, España - Italia, en Catania (Sicilia, Italia) y salí ileso del órdago. Ileso y con la gloria plena de endosárle un 4-0 para el recuerdo y la historia a los italianos. El enemigo en casa y en la casa del enemigo. ¡A por ellos de nuevo! Sé que Miguelín me buscará un lugar digno de tal efeméride donde pueda explayar mi futbolería sin peligro y donde pueda yo decirle al camarero: "One litle beer, my should" (una cervecita, mi alma). Y es que el derroche de invasión manchega está asegurado. Y pinta bien. Muy bien. Que por pintas no será. ¡¡Allá que vamos!! Hijos de la Gran Bretaña rendíos a la Mancha, ¡cagüen tó!, infames irreductibles, caballeros quijotesos y damas lorenzanas os acechan. El miércoles allí estaremos. Y el viaje quedará para la historia. Tanto es así que ya narran las crónicas:
Con cariño y afecto a mi cuñado Miguelín. Un fuerte abrazo.
Que recuerdos compadre, yo estuve allí viendo el Livepol vs Real Madrid hace cosa de 4 años, es magnífico, disfruta de la ciudad, una de las que sin duda mayor huella ha dejado en mí.
ResponderEliminarMuerto de envidia estoy....all you need is love..!!
Allá que voy Lazarillo!! A romanizar las inglaterras enarbolando por bandera la limpia y blanca que no empaña. Ya te contaré a la vuelta. Un abrazo, churrita!
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