Es muy común entre cofrades costaleros la expresión "Que pase el negro y ya está aquí el lío". Y bien verdad que es. Aunque a fuerza de ser sinceros, nosotros, los cofrades jartibles estamos todo el año de lío: cuando no es una cofradía de penitencia es una cofradía de gloria, cuando no es una cofradía de gloria es una convivencia (o combebencia), cuando no es una convivencia (o combebencia) es una velá, cuando no es una velá es un chiringuito cofrade, cuando no es un chiringuito cofrade es un certamen, cuando no es un certamen es un pregón... Y así nos pasamos todo el santo año. Y a las malas con marchas puestas en el radio cd del coche, el incienso puesto en casa y andando de costero a costero y pegando izquierdos cada vez que se tercia. Nos gusta. Somos jartibles. "No seáis así con ellos, pobrecitos, es sólo una semana al año". -¡Ja! -dicen quienes nos rodean- Es Semana Santa todo el año.
Aún está todo por llegar, pero ya he dicho que somos cofrades y por tanto estamos soñando lo vivido. Viviremos felizmente estas fechas tan entrañables (como dice el compadre Rey Juan Car en su mensaje anual navideño). Comeremos y beberemos en Nochebuena, nos atragantaremos con las uvas en Nochevieja, bailaremos y reiremos en el cotillón, disfrutaremos del pacharán, del mazapán, del turrón duro y del blando pero... siempre estaremos "relamiéndonos" de la inminente llegada del Rey Negro porque tras él... No sé cómo explicarlo. Tras el negro comienza a intensificarse nuestra particular Cuaresma. Para un jartible de pro, la Cuaresma no dura cuarenta días. La Cuaresma empieza el lunes siguiente al Domingo de Resurrección y termina a las doce en punto del Domingo de Ramos. Tiene altibajos, pero son fácilmente pasables con cofradías de gloria, con ensayos de bandas, con reuniones de cofrades que arreglamos el mundo de la priostía, del andar de los pasos, de las funciones de las hermandades... Pero cuando pasa Baltasar, ¡ay, madre! cuando pasa Baltasar los altibajos son altialtos. Es el principio del fin. Es el inicio de nuestros mayores días de gozo. Somos felices así. Y repito: somos cofrades, nos importa un carajo la opinión que merezcamos. Es nuestra manera de pensar y de obrar. Nuestro sentir capillita es innato en nosotros. Inevitable. Pruebe. Pruebe y verá. Júntenos a unos cuantos cofrades que no nos conozcamos de nada. Que no sepamos entre nosotros que somos todos cofrades. Conforme uno de nosotros saque el tema (y tenga por seguro que alguno lo hará) se abrirá la lata. La conversación girará irremediablemente en torno a ese cauce. Y no, no nos cansamos. Somos así siempre. Insisto que somos jartibles.
Así pues, llegadas estas fechas, que gire el bombo de la Lotería, que les aproveche la cena de Nochebuena, que disfruten de la familia, que rían y sean felices en Nochevieja, que decoren sus viviendas y se decoren ustedes por dentro también, que sonrían junto a los niños cuando pase la Cabalgata de Reyes Magos, que pase Melchor, que pase Gaspar y, sobre todo, que pase Baltasar....Que pase el Rey negro. Que pase y ya estamos desempolvando costales y fajas. Que pase que ya estamos con calendarios de igualás y ensayos. ¡¡Que pase el negro ya!! Que ya están llamando a la primera. ¡Oído! ¡¡Ponerse!!
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Post data:
Jartible: (Hartible en Andalú) Dícese de la persona insaciante, incansable, inagotable de un asunto o materia, en el caso de los capillitas, la Semana Santa.
Última hora para Jartibles de las Cofradías:
Tras la publicación de un libro donde elimina la mula y el buey del Portal de Belén, el "Santo Padre Benedicto XVI" anuncia que publicará un nuevo tomo en el que se modifica la Semana Santa actual.
Importantes cambios a destacar son que Jesucristo no entró en Jesusalén a lomos de una borriquilla, sino en una moto vespa de Correos; en la última Cena no partió el pan sino una porción de pizza 4 Quesos y tras la Resurrección no subió a los cielos sino que se fue una semanita a Marina D´Or, Ciudad de Vacaciones.
Cuando queráis lo comentamos con unas copitas en vaso largo y unos cartuchitos de adobo. ¡Que nos gusta un relío!
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