Era el mes de Noviembre del pasado año cuando escribí en este pequeño Rincón un artículo llamado "Aquí estoy yo dando la cara" en los momentos en los que el Real Madrid jugaba de pena, acababa de perder contra el Betis en su propio campo y afloraban los cachondeos literales de aquellos que dicen ser culés o atléticos pero lo que son es simplemente antimadridistas. Bien, aquella entrada concluía diciendo (y podéis comprobarlo) "Ya cambiarán las tornas y volveré a estar dando la cara". Y mira por donde así ha sido y ha llegado el momento. El Real Madrid ha vuelto a ganar la Champions League. ¿Otra vez? Sí, otra vez. Y aquí estoy yo dando la cara de nuevo. Y de qué manera. Irradio felicidad por los cuatro costados porque creo que futbolísticamente, salvo ver a tu selección ganar un Mundial, ver al club al que sigues día a día levantar la Copa de Europa es lo más grande que hay. Y he tenido la suerte de verlo siete veces ya, siendo cuatro en los últimos cinco años y las tres últimas consecutivas. ¡Qué celebración más brutal! Y en cuanto alguien cercano me menta a los rivales contrarios aplico respeto. Celebro triunfos propios, jamás derrotas ajenas. Eso no va conmigo. Pero con muchos otros sí. Y contra ellos irán estas líneas porque quieran o no es una muestra de inferioridad. Barre tu casa, Paco, deja la del vecino. El Real Madrid es trece veces Campeón de Europa. Trece. Se dice pronto. Trece. No somos conscientes de la grandeza que eso conlleva. Madridistas, por favor, cuando esta generación de futbolistas falle no les regañéis. Aplaudidles. Son pura historia. Son los responsables de varias de las Copas de Europa que lucen las vitrinas de Concha Espina. ¡Qué bonito es ser del Real Madrid! ¡Qué suerte estar viviendo esta época y este ciclo!
Dicho esto, estoy recibiendo enhorabuenas y felicitaciones de gente de bien, educada y que son seguidores de su club, sin más. Igual que yo lo soy del mío. De los que no están pendientes del mal ajeno, sino del bien propio. Pero, a la vez, estoy recibiendo berridos, despotriques y súplicas de respeto de todos aquellos energúmenos que se pasan la vida embistiendo con sus cuernos cibernéticos en redes sociales contra el Real Madrid y ahora que se les pone el punto a la i lloran como quinceañeras suspensas en matemáticas porque se les dicen las verdades. Y ante esa jauría de sarnosos animales mi texto es incluso pacífico. No se merecen absolutamente nada. Pero nada. Y disfruto viendo sus pataletas sin sentido por dedicarse a desear un mal ajeno que ahora se les vuelve en contra. Un ejemplo: tres minutos después de que el Atlético de Madrid ganase la Europa League y yo hiciera pública mi felicitación a través de Twitter (podéis comprobarlo de nuevo), recibí por respuesta un "Madridistas, hijos de puta, ojalá perdáis contra el Liverpool, ladrones de mierda", cuya fuente omitiré por evitarle más de un disgusto a esa persona. ¿Por qué esa respuesta? No lo sé. Creo que es simplemente porque la felicitación salió de mi perfil en el cual pone claramente que soy madridista y para esa gentuza no es concebible que un madridista de bien tenga la clase suficiente de dar una merecida enhorabuena sin más comentarios. Me quedé helado. Otro ejemplo: en un grupo de whatsapp con unos 75 miembros, nada más acabar la final que hacía al Madrid nuevamente campeón, hubo madridistas metepatas (que también los hay y no pocos) que lo primero que hicieron fue burlarse de los culés. Mis palabras en ese grupo fueron "¡Enhorabuena madridistas! Dejad a los culés en paz y disfrutemos de lo nuestro". Bien, pues ya hubo gente de ese grupo que se dedicó en otros foros y registros a arremeter contra toda la afición del Madrid usando sus típicos calificativos con los que bien puede describir a sus progenitores. ¿Tengo que aguantar yo eso? ¿Y ahora esos mismos pedís respeto? Iros al carajo. ¿Os pasáis la vida escupiendo a quien os ignora y ahora suplicáis que el agraviado os trate bien u os vuelva a ignorar pasando por alto vuestras afrentas así sin más? No, queridos, no. Ahora también doy la cara. Ya lo dije. Y veros despotricar sin argumento es plácido. Muy plácido. Es precioso ver cómo sufrís sin tener por qué y haberos metidos vosotros mismos una inyección de veneno. No me hace falta deciros nada, el silencio es mucho más hiriente para vosotros, pero daros trece conceptos nunca viene mal sobre todo cuando os los habéis ganado a pulso.
Siempre mantengo que yo quiero al Madrid hasta en las victorias. Sí, hasta en las victorias porque ahí es cuando se le quiere fácil. Cuando se le quiere difícil es cuando juega mal, cuando las aficiones rivales hacen escarnio y cuando aguantamos los palos estoicamente sin decir ni mú. Nadie podrá decir de mí que manifiesto absolutamente nada en contra de otros clubes. Me limito a animar al mío y punto. Por eso me revienta estar recibiendo guantazos de los oportunistas antimadridistas cuando tienen ocasión. Y esos mismos ahora huyen a sus cloacas enfermos de rabia simplemente porque el Real Madrid ha ganado. "¿Pero tú no eres del Barcelona? Sí, pero es que el puto Madrid ha ganado la Champions... ¿Pero no ha ganado tu equipo Liga y Copa? Sí, pero el puto Madrid lleva tres champions seguidas... ¿Pero tú eres culé o antimadridista? Yo soy antimadridista, si gana el Barça disfruto pero si pierde el mandril disfruto más". Y así siempre. Y si por lo menos lo reconocieran y fueran de frente, pues vale, pero no. Se esconden tras la careta de la falsedad y cuando los desenmascaras vienen los llantos y las muestras de envidia e inferioridad convertidas en negaciones de la evidencia y en ataques gratuitos cargados de mal perder. Y a esa chusma no le paso ni una. Ni una. Ni quiero sus mentirosas enhorabuenas cargadas de envidia. Id de frente, joder. Id de frente, desgraciados. Jordi Alba va de frente: Quiero que pierda el Madrid. Lo dice. Y no pasa nada. Pero no vayáis de callados para luego soltar espumarajos por la boca cuando os llega la ocasión. Porque llega el momento en que se os vuelve en contra y no os gusta que os laven los dientes llenos de putrefacción rabiosa y bilis. Los hombres se visten por los pies. Las hienas comen carroña.
Me sienta mal que luego hay lectores de mis palabras que me dicen sorprendidos "Carlos, ¿cómo pones eso?" y es porque ignoran lo que me ha llevado a ello o porque lo quieren ignorar adrede. Al menos, quien comenta conmigo o en mis redes lo que pongo o dejo de poner tienen el reconocimiento de no esconderse y dar la cara también. Lamentablemente no son la diana de mis dardos. Los destinatarios reales, que ellos saben quien son, callan como mujeres de partido aguantando que sea su chulo quien les pague los servicios de su sueldo de falda corta. Es muy sencillo. Miren ustedes, yo en esto del fútbol soy un señor. Y no es un farol ni que no tenga abuela. Es una realidad. Un puta realidad. Soy el primero que hago burlas y guasas a mis allegados y me gusta recibirlas de ellos. Están a la vista mis piques sanos en redes sociales con amigos seguidores de otros clubes. Y creo que sin ello esto del fútbol perdería mucho. Pero aguantar lo que no debo, jamás. Y menos tolerar que me digan "¿Y eso es señorío?". Por supuesto. Lo es. Señorío es disfrutar de mis victorias, con los míos, sin mentar para nada al derrotado ni a otros clubes ni aficiones. Señorío no es aguantar tus verborreas y esputos sin poder replicarlos porque entonces me digas que pierdo el señorío. Lo que sería es gilipollas si aguanto eso. Yo y cualquiera. Si me dedico a estar jodiendo sin motivo a un seguidor azulgrana, rojiblanco o de cualquier color, y éste, harto de mí, me contesta y le replico que está perdiendo sus "valors", lo menos que puede hacer es mandarme a tomar por culo. Y con razón. Y sería gilipollas si no lo hiciera y aguantase mi escarnio solo porque no le digan que pierde la compostura. Pues aquí igual. Soy un señor y me considero tal y no tengo porque aguantar las imbecilidades de ciertos sectores. Y si cargo las tintas en líneas como éstas es porque estoy harto. HARTO. Con mayúsculas.
Por todo lo anterior disfruto enormemente siendo seguidor del Real Madrid, disfruto de sus triunfos, de sus victorias y de la racha de suerte que nos acompaña estos años: el gol de Ramos en el descuento, el penalty de JuanFran al palo, las paradas in extremis de Keylor, el penalty de Benatia sobre la bocina, etc. Me río ya de los argumentos adversos de siempre: los árbitros, Franco, los robos, los maletines, la flor... Puede colar una vez, dos... pero siempre no. Es de inferiores y envidiosos negar la evidencia. Igual que cuando el Barcelona ganaba todo apelar siempre al "Villarato". Que no, amigos merengues, que no. Que es lo mismo. Que una vez puede ser y dos también... pero siempre no. Merecían ganar lo que ganaban. Y nosotros ahora también. Es de justos y nobles reconocerlo. Cuando una casualidad se repite constantemente deja de ser casualidad. Y hay que saber ver la verdad, lo que es y cuando es. Y por eso mismo y ya puesto el punto a la i a quien debo ponérselo, cierro el post con los 13 Conceptos de Europa, uno por cada una de las Champions que tiene el Real Madrid. Y que se los autoaplique en el orden que quiera y quien quiera, igual que yo me los he tenido que autoaplicar muchas veces cuando estaba mi club en horas bajas y debía reconocer la realidad. Las definiciones, por supuesto, son de diccionario y no mías. Ya sabéis y reitero que yo siempre doy la cara. Y me la parto si es necesario recibiendo bofetadas o golpeo con ella misma defendiendo la verdad y no teniendo que aguantar afrenta no merecida o malintencionada sin motivo. Abrazos a todos mis amigos culés, atléticos y de otros equipos que se comportan como señores. Abrazos y mis reiteradas enhorabuenas por los logros de este año. Al resto no. Claro, conciso y contundente. Aquí os espero.
TRECE CONCEPTOS DE EUROPA:
2) NOBLE (COPA DE EUROPA DE 1957): Persona que va de frente, sin maldad y sin doble intención.
3) SUPERIOR (COPA DE EUROPA DE 1958): Estar situado por encima o ser más alto que otro.
4) ENVIDIA (COPA DE EUROPA DE 1959): Deseo de hacer o tener para uno lo que hace o tiene otro, en ocasiones, considerado superior.
5) ORGULLO (COPA DE EUROPA DE 1960): Amor propio, pundonor, satisfacción por un triunfo que se considera meritorio.
6) RESPETO (COPA DE EUROPA DE 1966): Consideración de que algo es digno y debe ser tolerado.
7) INFERIOR (CHAMPIONS LEAGUE DE 1998): Estar situado por debajo o ser más bajo que otro.
8) LEYENDA (CHAMPIONS LEAGUE DE 2000): Composición poética que narra hechos legendarios.
9) RIDÍCULO (CHAMPIONS LEAGUE DE 2002): Lo que provoca risa por ser grotesco, extraño o extravagante. En el caso de argumentos: falaces e insostenibles por faltar a la verdad.
10) EVIDENCIA (CHAMPIONS LEAGUE DE 2014): Situación real que es conocida por todos y carece de explicación.
11) SEÑORÍO (CHAMPIONS LEAGUE DE 2016): Dignidad de señor, moderación y elegancia en la forma de actuar y comportarse. Aplicable a título individual o colectivo.
12) ANTI (CHAMPIONS LEAGUE DE 2017): Que es opuesto o contrario. Deportivamente es quien desea la derrota ajena antes que la victoria propia.
13) AMAPOLAS (CHAMPIONS LEAGUE DE 2018): Plural de amapola. Planta herbácea de tallo erecto, largo y delgado, con flor grande formada por cuatro pétalos de color rojo vivo.
¡ENHORABUENA MADRIDISTAS! TRECE VECES CAMPEONES DE EUROPA.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡HALA MADRID!!!!!!!!!!!!!
Y para los antis, amapolas...