Hoy me apetecía darme un gusto. Hoy me apetecía rebuscar en el rincón de las retinas fotográficas y traer a colación aquellas instántaneas que plasmaron per secula mi pasión por el oficio más bello del mundo: ser costalero de Dios y de su Bendita Madre y pasearlos con orgullo por la tierra que habitamos. De este modo he escogido unas cuantas fotografías siempre rodeado de gente buena, de amigos y compañeros que comparten mi afición. En todas ellas salen grandes personas.
Entre las fotografías que hoy muestro se encuentran retazos de costal de todas las cuadrillas a las que tengo la dicha de pertenecer. No puedo sino sentirme un privilegiado al estar bajo Nuestro Padre Jesús de la Bondad, Nuestro Padre Jesús de las Penas, Nuestro Padre Jesús con la Cruz al Hombro (Sevilla), Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora de la Cabeza y Santa Teresa de Jesús. Seis cuadrillas que quiero y disfruto. Seis cuadrillas integradas todas de buenos peones y buenos mandos de terno negro. Seis cuadrillas que no hacen sino llenarme de felicidad cuando año tras año me citan a la igualá y me hacen rodearme de gente de bien y de orden con la que comparto esa bendita afición y devoción por las trabajaderas.
Cuadrillas de penitencia y gloria. Cuadrillas de poderío y elegancia. Cuadrillas donde la unión hace la fuerza y el protagonista verdadero es la imagen que portamos encima. Cuadrillas que me han hecho costalero y que siempre estaré eternamente agradecido por todos los grandes ratos de plena felicidad que me han regalado.
Hoy os muestro una colección de fotos que os acercarán a mi mayor hobby-afición. No me preguntéis por qué porque no sabré explicarlo. Cada uno de los hombres que se pone un costal tiene sus motivos, sus creencias, sus pensamientos, sus sentimientos. Sólo aquellos que hemos estado debajo de un paso sabemos lo que se siente ahí. No me preguntéis, insisto, porque no sabré explicarlo. Sólo sé que bajo el peso de los kilos de los pasos soy feliz. Hoy, lo entendáis o no, quería enseñároslo. Ahí os dejo las fotos. Creo que la felicidad que emano en cada una de ellas es patente.
Hoy os muestro una colección de fotos que os acercarán a mi mayor hobby-afición. No me preguntéis por qué porque no sabré explicarlo. Cada uno de los hombres que se pone un costal tiene sus motivos, sus creencias, sus pensamientos, sus sentimientos. Sólo aquellos que hemos estado debajo de un paso sabemos lo que se siente ahí. No me preguntéis, insisto, porque no sabré explicarlo. Sólo sé que bajo el peso de los kilos de los pasos soy feliz. Hoy, lo entendáis o no, quería enseñároslo. Ahí os dejo las fotos. Creo que la felicidad que emano en cada una de ellas es patente.
Hoy me apetecía darme un gusto y un homenaje. Llevar más de la mitad de mi vida bajo las divinas maderas lo merece.
C O S T A L E R O
ENTRADÓN
ResponderEliminarUn gustazo poder compartir esta bendita afición contigo.
Un abrazo!