Otra vez vamos que nos vamos con un poquito de fútbol, con la excelencia en el juego que alcanza nuestro producto nacional, con esos locos bajitos que miman la pelota y hacen la delicia de nosotros como aficionados. Sinceramente ver jugar a los Xavi, Iniesta, Torres, Cesc, Mata, Navas, etc, con la soltura y desparpajo que lo hacen es mantenerse en un sueño futbolístico sin parangón. Tanto habíamos esperado este momento que no queremos que se esfume jamás. Y ojo, reconozco que tras el triunfo en la triple corona, eurocopa, mundial, eurocopa, yo era de los que pensaba que sería dificilísimo mantener el nivel adquirido y demostrado y seguir ilusionándonos con nuestros jugones, pero, ¡ay, Señor!, es que viéndolos jugar ahora en la Copa Confederaciones siguen igual. Qué máquinas. Qué fenónemos. Nos hacen imaginar el triunfo en la Confe Cup e incluso nos hacen soñar con ganar nuevamente el mundial en el mismísimo Brasil, cuna del "jogo bonito".
Antes de seguir elogiando a nuestros chiquitines y ante la duda de muchos de ustedes al respecto, explicaré qué es la Copa Confederaciones y el por qué juegan, por ejemplo, Italia y Tahití. Mucha gente sabe que en dicho torneo intervienen, entre otras selecciones, la campeona del mundo y la campeona de cada confederación. Bien, como somos unos cracks, España es la actual campeona tanto del mundo como de la confederación europea. Nosotros vamos como campeones del mundo e Italia, subcampeona de la última eurocopa por nuestra culpa (un brillante 4-0 que aún perdura, jojojo), juega como representante de la confederación europea ya que nosotros no podemos ostentar dos representaciones en el mismo torneo. Este torneo, si bien es una competición menor, no deja de ser la copa que nos falta por conseguir y que nos depara la final que tantos futboleros hemos deseado: Brasil - España.
Bien, la Copa Confederaciones se disputa un año antes del próximo Mundial en el país que sea sede del evento, el cual como anfitrión es uno de los equipos de la competición. De este modo y sabiendo que el Mundial del año que viene se celebrará en Brasil, es evidente el por qué la selección de dicha nación juega en la Confe Cup. A su vez, al país le sirve como ensayo y preparación para el Mundial de Fútbol que va a acoger: estado y mantenimiento de los campos, organización, seguridad, alojamientos, hostelerías, etc.
Igualmente, los campeones de las respectivas confederaciones se incluyen también en la lista de selecciones que disputan este torneo. Por eso en esta edición 2013 compiten Uruguay, Campeón de la Conmebol (Copa de Sudamérica), Italia, Subcampeona de la Uefa (Eurocopa), México, Campeón de la Concacaf (Copa de América del Norte, Centroamérica y Caribe), Japón, Campeón de la AFC (Copa Asiática), Nigeria, Campeona de la CAF (Copa Africana) y Tahití, Campeona de la OFC (Copa de Oceanía). Por último, se invita también a participar a la selección actual Campeona del Mundo: España.
Un total de ocho selecciones, la anfitriona, la campeona del mundo y las campeonas de las seis confederaciones continentales son invitadas por la FIFA y compiten en el torneo que lleva su nombre: Copa Confederaciones. Es una competición entretenida y aunque no goce de la pasión que se le imprime a la Copa de cada Confederación o al propio Mundial, como es lógico, no deja de ser un título que toda selección desea ganar. En nuestro caso particular y tras estar gobernando el deporte rey desde hace unos años es el momento idóneo de adquirir la copa que nos falta. Para ello queda por salvar un último escollo y no será fácil. Hemos llegado a la final y nos espera nada más y nada menos que la pentacampeona del mundo jugando en casa y en su papel de anfitrión en el estadio más mencionado en la historia del fútbol: Maracaná.
Esta edición de la Copa Confederaciones nos ha dejado ya grandes recuerdos como el precioso tiqui taca ofrecido ante Uruguay, el escandaloso 10-0 endosado a Tahití, la semifinal de infarto que volvimos a ganar en la tanda de penalties, el bellísimo partido Brasil - Italia (y cuando digo bellísimo es bellísimo, la canarinha contra la azzurra, un partidazo mítico y clásico del fútbol internacional sólo apto para exiquisitos paladares futbolísticos), la maravillosa lección de humildad y agradecimiento de la selección de Tahití (esa pancarta de "Obrigado Brasil" ha sido de los gestos más preciosos que se han visto en la historia del fútbol), los destellos de magia de Iniesta, el señorío de Pirlo y tantas y tantas cosas que los que amamos este deporte recordaremos.
Y bueno, señores y señoras, ya lo saben ustedes. Estamos en la final. Debe ser algo grande, soñado, digno de elogio, reconocimiento y recuerdo. Copa Confederaciones 2013. Estadio de Maracaná. Final: Brasil - España. 30 de Junio, Domingo, a las 00;00 horas.
Desde el Rincón de mis Pasiones os emplazo para que unamos nuestra voz en una sola palabra y retumbe en el mundo como lo hiciera aquel inolvidable 11 de Julio de 2010 en Johannesburgo en el minuto 116 cuando tocamos el cielo con las manos...
Bien, la Copa Confederaciones se disputa un año antes del próximo Mundial en el país que sea sede del evento, el cual como anfitrión es uno de los equipos de la competición. De este modo y sabiendo que el Mundial del año que viene se celebrará en Brasil, es evidente el por qué la selección de dicha nación juega en la Confe Cup. A su vez, al país le sirve como ensayo y preparación para el Mundial de Fútbol que va a acoger: estado y mantenimiento de los campos, organización, seguridad, alojamientos, hostelerías, etc.
Igualmente, los campeones de las respectivas confederaciones se incluyen también en la lista de selecciones que disputan este torneo. Por eso en esta edición 2013 compiten Uruguay, Campeón de la Conmebol (Copa de Sudamérica), Italia, Subcampeona de la Uefa (Eurocopa), México, Campeón de la Concacaf (Copa de América del Norte, Centroamérica y Caribe), Japón, Campeón de la AFC (Copa Asiática), Nigeria, Campeona de la CAF (Copa Africana) y Tahití, Campeona de la OFC (Copa de Oceanía). Por último, se invita también a participar a la selección actual Campeona del Mundo: España.
Un total de ocho selecciones, la anfitriona, la campeona del mundo y las campeonas de las seis confederaciones continentales son invitadas por la FIFA y compiten en el torneo que lleva su nombre: Copa Confederaciones. Es una competición entretenida y aunque no goce de la pasión que se le imprime a la Copa de cada Confederación o al propio Mundial, como es lógico, no deja de ser un título que toda selección desea ganar. En nuestro caso particular y tras estar gobernando el deporte rey desde hace unos años es el momento idóneo de adquirir la copa que nos falta. Para ello queda por salvar un último escollo y no será fácil. Hemos llegado a la final y nos espera nada más y nada menos que la pentacampeona del mundo jugando en casa y en su papel de anfitrión en el estadio más mencionado en la historia del fútbol: Maracaná.
Esta edición de la Copa Confederaciones nos ha dejado ya grandes recuerdos como el precioso tiqui taca ofrecido ante Uruguay, el escandaloso 10-0 endosado a Tahití, la semifinal de infarto que volvimos a ganar en la tanda de penalties, el bellísimo partido Brasil - Italia (y cuando digo bellísimo es bellísimo, la canarinha contra la azzurra, un partidazo mítico y clásico del fútbol internacional sólo apto para exiquisitos paladares futbolísticos), la maravillosa lección de humildad y agradecimiento de la selección de Tahití (esa pancarta de "Obrigado Brasil" ha sido de los gestos más preciosos que se han visto en la historia del fútbol), los destellos de magia de Iniesta, el señorío de Pirlo y tantas y tantas cosas que los que amamos este deporte recordaremos.
Y bueno, señores y señoras, ya lo saben ustedes. Estamos en la final. Debe ser algo grande, soñado, digno de elogio, reconocimiento y recuerdo. Copa Confederaciones 2013. Estadio de Maracaná. Final: Brasil - España. 30 de Junio, Domingo, a las 00;00 horas.
Desde el Rincón de mis Pasiones os emplazo para que unamos nuestra voz en una sola palabra y retumbe en el mundo como lo hiciera aquel inolvidable 11 de Julio de 2010 en Johannesburgo en el minuto 116 cuando tocamos el cielo con las manos...
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