El otro día hablando con un viejo amigo me sorprendí de los acontecimientos que me estaba narrando y, al ver mi cara, me dijo "Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras". Y mirad por donde, amigos del Rincón, es una cita que yo uso mucho porque, las cosas como son, ayuda a expandir mi querida tierra de La Mancha, pues nada más oírla nos trae el recuerdo del ingenioso hidalgo hablándole a su fiel y noble escudero Sancho Panza. Sin embargo, dicha sentencia jamás fue dicha por Don Quijote y al mentarla parece que lo citamos él. En efecto, ¡qué "cosas veredes"! Y por tal motivo decidí contar en este espacio de la red algunas de las más famosas citas que nunca fueron dichas y que casi toda la población que las usa cree que sí. "Elemental, querido Watson". Pues no, no lo es. No es que no sea elemental es que esa cita tampoco salió de la boca de Sherlock Holmes. ¡Anda! ¡Qué sorpresa! Pues sí. Y de esas hay unas cuantas. Por eso la entrada de hoy os traerá un puñadito de citas que jamás fueron dichas ni escritas y que se han colado como tales haciéndose su hueco en el uso común, hasta tal punto que cuando alguien las menta, lo hace con rotunda creencia de su origen y sentando cátedra al enfatizar con un "como diría tal". Y es un error. Ya os adelanto que mucha culpa de ello la tiene el cine pues se cuela más en la memoria que la literatura. ¿Preparados? Empezamos.
Decía que mucha culpa la tiene el cine y comenzaré con una cita jamás dicha que vio la luz a través de las pantallas. "Mi nombre es Bond, James Bond". ¿Cómo os quedáis? Todos diréis ¡¡pero si la he oído mil veces!! Claro, oído, pero jamás leído. El autor del agente secreto 007, Ian Fleming, nunca escribió en sus novelas tal expresión, habiéndose popularizado la misma por la presentación cineasta. Podéis comprobarlo. Y acomodaos porque esto acaba de empezar. He mencionado antes a Sherlock Holmes y a su ayudante Watson y os he contado que la mítica "Elemental, querido Watson" tampoco es real. Su autor, Arthur Conan Doyle, nunca escribió esas palabras tal cuales en su obra holmesiana. Sí que podemos hallar expresiones tales como "interesante pero elemental" o "elemental" a secas en otras creaciones del mismo autor como "El Jorobado" o "El sabueso de los Baskerville", pero quien las puso en boca del más conocido detective fue la gran pantalla, no su creador. Curioso, ¿verdad? Y otra muy expandida cuya culpa también la tiene el cine es la cita tan expandida que reza "Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos". No la busquéis en el Quijote. No está. De hecho no se sabe cómo se originó, lo que sí se sabe es que se popularizó y extendió cuando Orson Welles la colocó en boca de Don Quijote en su versión cinematográfica. Desde luego... "Cosas veredes", sí. Y no pocas.
Otra cita jamás dicha y muy expandida es la que da lugar a la máxima de la ultra conocidísima Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal". El creador de la Ley que siempre se cumple, Edward Murphy, nunca expresó tal cosa. Su hijo explicó varias veces que la frase de su padre era "Si hay más de una forma de hacer un trabajo y una de ellas culmina en un desastre, alguien lo hará de esta manera". Y eso dista mucho de la cita que tenemos asociada a Murphy. De este estilo es otra joya que vamos a descubrir ahora mismo a ver qué os parece. ¿Alguien no ha oído "Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña"? Bien, ¿de dónde viene esa frase? Pues sí, acertáis. Mahoma no la pronunció. ¿No os sonaba raro? La cita la originó el filósofo británico sir Francis Bacon y la incluyó en sus ensayos cuando contaba la vida del profeta. Y ahora otra de las míticas: "Houston, tenemos un problema". Esa frase tan repetida por todos en tono de réplica, guasa o broma no se pronunció tal cual aunque sí muy similar. El astronauta Jack Swigert lo que dijo en el aparatoso viaje del Apolo 13 al Centro Espacial tras observar una luz de emergencia y oír un estallido fue "Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí".
Y he dejado para el final otras dos en concreto y ambas son quijotescas. Una es con la que empezaba esta entrada "Cosas veredes, Sancho, que farán fablar las piedras" y la otra es la tan manida y repetida "Con la Iglesia hemos topado". La primera ahonda su origen en el Cantar de Mío Cid cuando Don Rodrigo Díaz de Vivar le dice al rey Alfonso VI "Muchos males han venido por los reyes que se ausentan" y el monarca le contesta "Cosas tenedes, Cid, que farán fablar a las piedras" como diciéndole "¡vayas cosas dices (tienes)!". Ahí observamos que al principio no era "veredes" sino "tenedes" el verbo usado en la cita y cómo la misma nada tenía que ver con los personajes de Cervantes. Sin embargo, la derivación y el lenguaje arcaizante instauró la frase como una máxima del Quijote cuando jamás lo fue. Y la última, aunque algo más fiel a su origen también ha visto alterada su configuración y sobre todo su resultado. Os cuento. En una de sus aventuras, siendo de noche, iban Don Quijote y Sancho Panza buscando a ciegas la casa de Dulcinea y lo que hallaron fue, sin embargo, la Iglesia del Toboso. Así pues exclamó el ingenioso hidalgo "Con la iglesia hemos dado, Sancho". Ese contexto que plasmó Cervantes en su inmortal obra nada tiene que ver con la sorna anticlerical con la que hoy pronunciamos "Con la Iglesia hemos topado" cuando nos surge alguna traba compleja y terca de superar. Curioso, ¿verdad? Pues ya sabéis unas cuantas citas que jamás fueron dichas. Y os aseguro que hay muchas más. ¡Hasta otra, amigos!
muy curioso, si señor,me ha gustado mucho, a ver si sacas pronto la segunda parte jijiji
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