Con el nombre de una de las marchas dedicada a mi nueva hermandad, comienzo esta entrada. Y es que de mi fugaz paso por el mundo del costal de Sevilla, aprendí mucho. Y una de las frases que escuché de la boca del gran capataz y mejor persona Don Rafael Díaz Palacios explica a la perfección el amor que tengo por las cofradías: "Hay que disfrutarlas y sentirlas. Y ser consciente de que cuando nosotros no estábamos, ellas ya existían. Y cuando nosotros no estemos, ellas seguirán existiendo. Y lo más precioso que sacaremos de ellas son los amigos. Las cofradías regalan amigos y esto es lo más bonito que tiene el vivirlas". Por ello, enlazando con el asunto que hoy vengo a contaros, es por lo que he llegado a ser hermano de Nuestro Padre Jesús Nazareno. A través de amigos de otras cofradías he llegado a ésta. Gran parte de culpa la tiene Él, por supuesto, es el Señor de la Ciudad y yo sabía en mi fuero interno que algún año me haría hermano de su familia, igual que me llama el pasearlo a costal alguna vez... Pero sin duda el gran tirón lo han dado los amigos. Gente que comparte contigo la misma creencia, la misma fe, el mismo gusto, las mismas sensaciones, los mismos sentimientos. Estaba escrito que Dios los cría y ellos se juntan. Y cuánta felicidad es vivir las cofradías con los amigos. Qué razón tenía Don Rafael.


Hoy, Padre, es Viernes de Dolores. Ya está aquí la Gloria. La rampa hacia el Domingo de Ramos está apunto de acabarse. Hoy navegará la Reina Dolores por las calles del Perchel. Y la vea yo o no, Ella navegará igualmente. Es como la amistad que proclamo en estas líneas. Los amigos están los veas o no. Esa es la mejor cuadrilla. Te dan agua cuando el calor achucha. Arriman el hombro cuando los pasos pesan. Te acompañan en el relevo y viven contigo las cofradías. Por eso, Tú también eres amigo. Y sé que entenderás si este año te veo menos. Pero sabes que estoy. Y yo sé que estás. Y en algún rincón nos veremos los dos y nos comeremos una torrija a medias. Y aunque este año no gaste el cirio entero otros años en vez de uno nuevo tendrás dos. Y sabes que te veré en la ciudad de mis sueños y donde empezó todo. Y de nuevo en Santa Marina comenzará la cuenta atrás. Una cuenta atrás que será muy especial y en la que Tú y yo ya somos amigos. Los lirios morados ya corren por mis venas como los niños por la rampla del Salvador. Ya he jurado tus reglas. Comienza la Gloria.
"Hágase tu voluntad". A tus pies, Padre Nazareno.