lunes, 30 de diciembre de 2013

TE NECESITO, AMADA MÍA

Las últimas líneas que vierto este año en el blog son para ti, estrella fulgurosa de mi mañana, lucero del alba perfumado de gloria, sueño de los despiertos que tus sentires encandilan, ascua incandescente del incienso de mi alma, esencia de azahar que mi cuenta atrás predica, voluta del humo de mis turiferarios, cera derretida de elegantes candelerías, eterno bamboleo de techo de palio, potente levantá de misterio bíblico, cuna de mis deseos y creadora de mis sentimientos, te necesito día a día. Los hay que nacemos tocados de la vara de gracia del sentir cofradiero y en cada esquina vemos una revirá, en cada instrumento una marcha, en cada noche una Madrugá, en cada paso un racheo, en cada época una evocación, en cada momento una añoranza, en cada instante una esperanza... Día a día te necesito, amada mía.

Jartibles que nos llaman y nos llamamos con ese tono de entre guasa y sorna andaluza, somos así. Y yo lo soy. Y lo proclamo. Y me enorgullezco de ello. Y contagio a todo aquel que quiera dejarse, voluntariamente,  contagiar de este embrujo. Pudiéramos ser ya febriles en nuestra pasión pero sin ella no vivimos y por eso hoy le escribo de nuevo. Incomprendidos por unos, locos por otros, tachados de aquesta y aquella manera por otras gentes mientras nosotros somos felices con unas someras baquetas de tambor. Eso sí, si hay una familia unida esa es la nuestra. Allí donde haya un redoble mal afinado en un incipiente Diciembre, un sólo de corneta en el mes de Julio, un cirio humeante en un recién estrenado Octubre, un costal recién planchado por el mes de Mayo, una túnica oliendo a naftalina en un nuevo Abril o un calendario que avanza descontando días hacia un anhelado Domingo de Ramos... Allí estamos nosotros.

Y como somos los cofrades (y así soy yo) incansables de lo nuestro, extenuantes hasta la saciedad de eternas charlas sobre una mal tallada voluta en madera de caoba en la manigueta izquierda trasera del paso de misterio de aquella hermandad, en entretenernos en contemplar en silencio durante una docena de repeticiones que llegan a rayar el dvd de "Momentos Cofrades 2008", para parir horas de comentarios posteriores, sobre esa revirá del palio de aquella otra hermandad en la que entre los compases cuarto y séptimo de la marcha perdieron el son los peones del costero derecho, y como somos así los cofrades (y así soy yo), incansables de lo nuestro, decía, hoy vengo a decir de nuevo que te necesito, amada mía. Porque sin ti pudiera tenerlo todo, pero todo sin sentido. Porque mi trabajo no sería igual si entre los recesos del tecleo incesante del ordenador no silbase un Réquiem de vez en cuando. Porque en casa no sería la misma persona si no saliese de la ducha y cogiese una toalla para imitar la cadencia silenciosa del ropaje del San Juan de la Amargura. Porque yo no sería el mismo si en el salón de mi hogar no luciese un azulejo que me regaló mi Agrupación Musical y un divertido incensario verdiblanco con destellos macarenos. Porque mi día a día no sería el mismo si no llegase al Juzgado en coche sonando Alma de Dios. Porque un cofrade no es cofrade si no charla en Nochebuena de las novedades que esperan en los ensayos de costalero de una pronta primavera...


Por eso, hoy, a día 30 de Diciembre y a punto de empezar un nuevo año, muchos hacen sus listas de deseos, propósitos y enmiendas, pero nosotros ya soñamos con una nueva Semana de Gloria. Y ojo, que también los cofrades hacemos nuestras listas, pero de costero a costero. Que también nos planteamos propósitos y enmiendas, pero que hay algo que nos diferencia y un sentimiento que nos une. Mientras pensamos en pasar mañana una buena NocheVieja, soñamos ya (si es que alguna vez hemos dejado de hacerlo) en un vaivén de antifaces de colores por las calles que van camino de sus templos para iniciar su estación de penitencia. Y muchos piensan: es todos los años lo mismo. Y no lo es. Cada año la emoción es diferente. Cada año los sentimientos son distintos. Cada año cada vuelta es mágica, cada revirá inolvidable, cada levantá irrepetible, cada gota consumida no volverá a ser cera iluminante, cada paso un avance que no volverá atrás. Para nosotros las cofradías están presentes todos los días, en cada acción, en cada segundo. Siempre.

Citas, igualás, ensayos, calendarios, costales, fajas, papeletas de sitio, pregones, carteles, actos, traslados, salidas, revirás, levantás, vueltas, recogidas, misterios, palios, alegorías, saetas, silencio, racheos, esparto, cíngulos, sandalias, túnicas, botonaduras, cirios, varas, estandartes, gallardetes, maniguetas, bambalinas, cornetas, tambores, clarinetes, platillos, trompetas, bombos, gentes, bullas, galas, olores, sabores, sensaciones, ventanas, balcones, niños, ancianos, costaleros, aguadores, capataces, contraguías, nazarenos, penitentes, templos, capillas, oraciones, bendiciones, claveles, azucenas, velas, candelerías, zancos, parihuelas, tallas, imágenes, ilusiones, tradiciones, costumbres, vivencias, sueños, anhelos, deseos... ¡¡Todo a ti me recuerda!! Podría llenar líneas y líneas de palabras que englobas. Eres mi pasado, presente y futuro. Eres mi todo y contigo despido el año. Es justo tu homenaje porque en ti pienso día a día. ¿Te queda claro? Te necesito, amada mía.

Semana Santa, te quiero, te amo, te necesito. Porque nací en tu seno y no recuerdo mi vida sin ti, porque estoy tan íntimamente ligado a ti que no concibo cómo para muchos no eres nada, porque mis recuerdos de infancia más incipientes me evocan a una calle Altagracia con aroma de torrijas y redobles de tambores, allí donde mis abuelos dieron lugar a este cofrade que hoy se enorgullece de serlo, porque llevo "oliendo a cera" toda la vida, porque he sido músico de bandas, portador en los traslados, nazareno de tus filas, penitente en tus salidas, monaguillo en tus plegarias, aguaor de tus costales, pregonero a escondidas, costalero de tus tallas y tu amante día a día. Por eso hoy te escribo de nuevo y otra vez te grito sin titubeo y con valentía que te necesito, amada mía.


Feliz Año Nuevo 2014
(de cofrades maneras).

viernes, 20 de diciembre de 2013

¡¡FELIZ NAVIDAD!!

Bueno, pues se acerca de nuevo el día 22 de Diciembre. Día en que otro año más se detendrá el reloj de cuenta regresiva que lleva luciendo en el blog durante los últimos cien días. Ya sabéis, como siempre digo, que cada uno tiene una fecha en la que da por comenzada la Navidad y, para mí, es el día del Sorteo de Lotería de Navidad, el día del entrañable "Gordo", cuando comienzan a girar los bombos de números y premios cuando doy el pistoletazo de salida a las fiestas Navideñas y saboreo el primer pacharán y el primer polvorón navideños del año. Por ello y ahora días incipientes para ese momento, un año más, desde el Rincón de mis Pasiones quiero desearos a todos que paséis una Feliz Navidad, que paséis unidos en familia estas fiestas y conmemoréis a los que ya no están o están en lejos, pues si algo logra una fuerte unión es tener todos un mismo espíritu de convencimiento y afectividad. Y sólo convenciéndoos de ello lo lograréis. Intentadlo y después me decís. No os conforméis con grandes cenas y comilonas regadas de buenos caldos y licores espirituosos. No os quedéis sólo con la materia base de los regalos que entreguéis y os entreguen. Creed en la Navidad, creed en ella como unión, en su magia, en su espíritu navideño que tanto se menciona pero que poco se cree y se ama. Creed y existirá. Y entonces podréis disfrutarla. Dejaros de discutir si el origen de las fiestas es uno o es otro. Disfrutadlas que es de lo que se trata. Y sobre todo creed, creed en ellas para que seáis felices en familia, sea como sea, fuere como fuere, sean en honor de quien sean... Buscad la felicidad, la alegría y el sacaros una sonrisa los unos a los otros. Sacad el niño que todos fuimos y llevamos dentro. Creed os digo una vez más. Igual que Blanca creyó en los Reyes Magos y junto a sus papás hicieron que los mismos existieran y crearon la verdadera historia. Y así todos fueron felices. Incluso lo siguen siendo Melchor, Gaspar y Baltasar... 
Y para que sepáis cómo fue, os regalo el cuento navideño donde yo lo descubrí. No es mío, no es tinta de mi mente, pero quiero compartirlo con vosotros para dar ejemplo de unión y que no quede sólo en palabras impresas mi deseo de Feliz Navidad. Lo leí por estos lares cibernéticos y se ajusta tanto a mi sentimiento navideño que lo atrapé para mi blog y para regalaros a vosotros las líneas que no sé quién escribiría pero al cual felicito por su belleza, humildad y sentimiento. Enhorabuena por este regalito navideño que tengo la dicha de compartir y que espero sepáis disfrutar...

"Apenas su padre se había sentado al llegar a casa, dispuesto a escuchar como todos los días lo que su hija le contaba de sus actividades en el colegio, cuando ésta en voz algo baja, como con miedo, le dijo:
- ¿Papá?
- Sí, hija, cuéntame. 
- Oye, quiero... que me digas la verdad.
- Claro, hija. Siempre te la digo- respondió el padre un poco sorprendido.
- Es que... -titubeó Blanca-.
- Dime, hija, dime.
- Papá, ¿existen los Reyes Magos?
El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
- Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?- La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo: 
- ¿Y tú qué crees, hija? 
- Yo no se, papá: que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas; pero, como las niñas dicen eso. 
- Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero... 
- ¿Entonces es verdad? - cortó la niña con los ojos humedecidos-. ¡Me habéis engañado! 
- No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen -respondió el padre cogiendo con sus dos manos la cara de Blanca . 
- Entonces no lo entiendo, papá. 
- Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora de que puedas comprenderla -dijo el padre, mientras señalaba con la mano el asiento a su lado. 
Blanca se sentó entre sus padres ansiosa de escuchar cualquier cosa que le sacase de su duda y su padre se dispuso a narrar lo que para él debió de ser la verdadera historia de los Reyes Magos: 
- Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al Portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
- ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían. 
- ¡Oh, sí! -exclamó Gaspar-. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo. 
Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
- Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito... 
Los Tres Reyes Magos se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y la voz de Dios se escuchó en el Portal: 
- Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños? 
- ¡Oh, Señor! -dijeron los tres Reyes postrándose de rodillas- Necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos. 
- No os preocupéis por eso -dijo Dios-. Yo os voy a dar, no uno sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo. 
- ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible? -dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración. 
- Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños?-preguntó Dios. 
- Sí, claro, eso es fundamental - asistieron los tres Reyes. 
- Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños? 
- Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje -respondieron cada vez más entusiasmados los tres. 
- Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres? 
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que Dios estaba planeando, cuando la voz de nuevo se volvió a oír: 
- Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, YO, ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes y que en vuestro nombre y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y, alrededor del Portalito de Belén, recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices. 
Cuando el padre de Blanca hubo terminado de contar esta historia, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo: - Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado. 
Y corriendo, se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía: 
- No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero. 
Y todos se abrazaron mientras, a buen seguro, desde el Cielo, Tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos".



¡¡FELIZ NAVIDAD!!


martes, 10 de diciembre de 2013

LOS SEISES DE SEVILLA

Hoy que quiero plasmar en letras una voz melodiosa, hoy que quiero verter en tildes una danza sagrada, hoy que quiero acariciar el papel con una ración de recóndita cultura, hoy que estoy recién llegado de mi amada Sviglia, hoy que me vengo a acordar de Los Seises de la Mariana construcción catedralicia que alberga el sepulcro de Cristóforo Colombo, genovés descubridor de las Américas... Hoy es el momento de narrar sobre ellos, tan mencionados en poemas, pregones y exaltaciones, como envidiados por señores de rancio abolengo que gustasen de culminar sus currículos de la vida poniendo "Yo fui Seise en Sevilla". Pero, como el pregonero dijera, pregonar es anunciar, aclamar a una nueva primavera, el blanco antifaz de la vida en negro ruán se tornó y la vida no es más que un Seise al que le cambia la voz... Entonces un niño antiguo una mano le extendió. Quiso darle un caramelo, pero ya no lo encontró. No todo el mundo puede ser Seise en la ciudad de Dios y por ello es de Justicia que hoy dedique estas líneas a ellos, por los que tantas veces me habéis preguntado, como si yo supiera la respuesta por mi alma cofrade, qué son y quiénes son los Seises de Sevilla.

En palabras de Herminio González Barrionuevo, Maestro de Capilla de la Catedral de Sevilla, "Hablar de Seises actualmente significa hablar de los diez niños de la Catedral de Sevilla que realizan una danza sagrada, delante del Santísimo, en tres ocasiones durante el año: en la Octava del Corpus, en la de la Inmaculada y en el Triduo de Carnaval. Esta vistosa y peculiar tradición remonta a la época del Renacimiento". Bien, sabido esto no podemos pasar por alto que si a día de hoy los Seises realizan una danza, antes también cantaban y, de hecho, sus orígenes fueron cantores y no danzantes. Los niños vienen cantando en la Iglesia desde los primeros siglos como así se recoge en los libros de historia, por lo tanto es normal que cuando San Fernando reconquistara la Ciudad de Sevilla (lo que hizo que dicha villa ganara cuatro de los cinco títulos que ostenta en su escudo "Muy Noble, Muy Leal, Invicta y Heroica (el quinto título es de Mariana) Ciudad de Sevilla" y se abriese la Catedral-Mezquita al culto, ésta contase con un coro de niños para la liturgia, siguiendo una práctica que por entonces era muy común en España. Llegado el Renacimiento nace la música coral y como consecuencia el coro polifónico encargándose los niños cantores de las voces superiores de la polifonía. Así en un principio a estas escolanías se las conocía como "Los niños cantores", "Cantorcillos" o "Mozos del Coro".
En cuanto al origen de la denominación de "Seises", si bien existe una corriente que explica que el nombre de Seises se origina mediante la modificación fonética acaecida por el seseo andaluz de la palabra en castellano antiguo "Seize" que significa "dieciséis", debe declinarse dicha teoría, pues estos niños solían ser un grupo compuesto entre cuatro y diez varones (nunca dieciséis). En la segunda mitad del siglo XV se generalizó en el número de seis y así, bien entrado ya el siglo XVI pasan a denominarse comúnmente como "Seises" en todo el territorio nacional, utilizando dicho término como vulgar plural de seis y como abreviatura de "Los seis niños cantores". De ahí procede su nombre.

A los Seis niños de plantilla se agregaron a veces algunos más, llamados Supernumerarios, variando el número según la época. Lo cierto es que a día de hoy son diez los que interpretan los bailes del Corpus, Triduo de Carnaval y Festividad de la Inmaculada Concepción. Los niños cantores o Seises de las Catedrales vivían con el Maestro de Capilla y de él obtenían educación, alimento y vestido. Su función era cantar en las fechas indicadas por el Maestro y sus edades debían estar comprendidas entre los nueve y los doce años. Sin embargo, ¿cómo se pasó de los niños cantores a los Seises danzantes?
En Sevilla hay reminiscencias de que en el Siglo XVI y de manera esporádica e imprecisa los Seises iniciaron una danza durante la procesión del Corpus Christi, danza que se repetiría año tras otro hasta que en el siglo XVII quedó como una tradición cristiana de la ciudad. A raíz de eso los Seises pasaron de cantar a bailar y la danza la ofrecerían de manera sagrada en la Catedral ante el Altísimo en el día de su fiesta. El cántico, desde entonces, quedaría a cargo de una escolanía. Esa explosión de júbilo en la fiesta del Corpus se contagió rápidamente para alabar a Dios con bailes en las ciudades en las que más sentimiento se expresa en dicha festividad: Madrid, Toledo, Valencia y Sevilla. 
En el año 1654 se decide dotar a la Festividad de la Inmaculada de ese honor, pues Sevilla tenía muy arraigado el amor por María, hasta tal punto de conocerse por los escritores como "la Tierra de María Santísima", llevar por título "Mariana Ciudad" y engalanar ventanas y balconadas con textos como Sine labe concepta (Sin pecado concebida) en honra de María Virgen. Así  pues que los Seises danzaran en la fiesta de la Inmaculada Concepción era sólo cuestión de tiempo. Pocos años después, en 1695 se acordó que los Seises también bailasen en el Triduo del Carnaval (los tres días que anteceden al Miércoles de Ceniza). En cada actuación realizan tres bailes: el primero dedicado a Jesús Sacramentado o a la Virgen dependiendo de la fecha, el segundo dedicado al Cabildo Catedralicio y el tercero y último dedicado a las autoridades y al pueblo. Por cada baile se les entrega una moneda que guardan en el sombrero y después tienen que devolver. De esta manera, de aquellas danzas sagradas que surgieron de improvisto en la procesión del Corpus por un grupo de niños cantores, nació una de las tradiciones y emblemas más señeros de Sevilla: el baile de los Seises en la Catedral en unas determinadas fechas.

El traje de los Seises es muy llamativo y fácilmente reconocible: los niños visten con traje de paje, chaquetillas con detalles dorados, mallas, pantalones abombados y zapatos a modo de manoletinas forradas en raso. El traje incorpora detalles en color azul celeste en la Festividad de la Inmaculada y siempre bailan con un sombrero con plumas y castañuelas. Todas las vestimentas carecen de botones, ciñéndose y sujetándose todas las piezas y complementos de los trajes con lazos de tela. Cabe destacar como si fuera una caricia de la tinta sobre el papel que suscribo para honra y memoria de estos niños que el color azul de sus trajes inmaculados fue adoptado por el Vaticano como color de las vestimentas de la Virgen en honor a los Seises de la Catedral de Sevilla y no al revés. Es decir, antes que la Virgen Inmaculada Concepción fuese representada en color azul, ya lo eran así los Seises de Sevilla en la dicha festividad de María. La Virgen viste como los niños y no los niños como Ella. Todo un privilegio. Hay diversas historias del origen del traje que viste los Seises y algunas, inclusive, hablan de que el hecho de que los niños bailen ante el Altísimo sin despojarse del sombrero es debido a una bula pontificia exclusiva para ellos, lo que permite a los niños eximirse de descubrir su cabeza en la solemne Catedral. Ello se logró con la intervención de varios obispos de Sevilla ante la Santa Sede Vaticana, pues aunque con sombrero y castañuelas, el baile de los Seises no dejaba de ser una danza tradicional sagrada en honor del propio Dios.

Sin duda la importancia social de los Seises y su impacto social son altamente reconocidos. Basta acudir a cualquier medio de información de Sevilla los días en que hay actuación de los Seises y sea el medio que sea se hará eco de la noticia. Como decía al principio, bien vale unas líneas en el curriculum pues no todos pueden vanagloriarse de haber tenido tal privilegio, de suerte que muchos padres y familiares de alguno de los niños alardean de ello. Luis Javier Carbonell, quien fuera uno de los Seises en los años 1980, así lo exponía manifestando: "Mi madre es muy exagerada y muy sevillana. Me gastaba un carrete de fotos cada vez que actuaba. Para ella el hecho de que yo haya sido seise es lo mejor del mundo." El tiempo que dura un niño en la posición de seise es de dos años únicamente, por lo que pasado este tiempo suele ser habitual el ritual de protesta, disgusto y lloros al tener que abandonar el cargo. El amor y devoción que la mariana Ciudad de Sevilla ha tenido por la danza de los Seises a lo largo de los siglos ha sido la causa fundamental de que la gente asocie seise con danza, olvidando que esta faceta histórica fue secundaria y advenediza, siendo la principal el canto. Si bien a día de hoy, como una cosa no quita la otra, se conjugan canto y danza, de modo tal que puede apreciarse que mientras los Seises realizan su baile ritual una escolanía entona cánticos y alabanzas. Pero debe quedar claro que el papel principal del Seise comenzó siendo el canto y se convirtió en la danza. Así es como surgió la leyenda e historia viva de los Seises de Sevilla.
Culmino esta entrada cultural de los Seises con el regusto de haberles podido homenajear a ellos y haberles regalado algo más de cultura a ustedes, lectores de mi Rincón. Y aprovecho para reiterarme una vez más en mi amor por Andalucía y por Sevilla. ¿Cómo no voy a identificarme con esta ciudad si es la única que ha conseguido guardar con enorme cariño y de forma celosa como si fuera una joya una tradición tan antigua y bella como es la de los Seises que ninguna otra ciudad universal ha logrado mantener viva y con plena vigencia? Muchos sevillanos, decía,  no podrán poner en su currículum que hayan sido Seises pero un manchego sí que podrá poner en el suyo que, sin renunciar jamás a sus raíces, ama Híspalis como ya quisieran amarla muchos allí nacidos. Como el pregonero dijera: "La vida no es más que un Seise al que le cambia la voz..."

lunes, 2 de diciembre de 2013

EXCURSIÓN A LA FUENTE DEL CHORRILLO

Esta visto y comprobado que para hacer cualquier cosa hace falta algo indispensable: determinación. Ya os contaba entradas atrás que me había costado trece años hacer un plato de lentejas. Pues bien esta vez no me ha llevado la tarea trece años... Me ha llevado veintitrés. Me voy superando. Recuerdo haber estado por última vez en el lugar cuando mi madre aún tenía un chandal azul clarito de algodón con letras verdes y lucía una hermosa barriga, dentro de la cual estaba a punto de ver la luz del mundo el Tormento (mi hermana pequeña). Desde entonces no he vuelto. Y por eso sé el tiempo transcurrido. Mi hermana nació el verano de aquel año de 1990 y estamos agotando el año 2013. Veintitrés años han transcurrido desde mi última visita a la Fuente del Chorrillo. Y desde entonces llevaba pensando en cuándo volvería a ir. Estos días por motivos de trabajo he pasado varias veces por la carretera que conduce hasta ella y la veía en su lado izquierdo. Me llamaba.
Y llegó el día. No el día de ir sino el día en que cogí la determinación de ir. Fue un Viernes cuando iba al Juzgado de Paz de Calzada de Calatrava. Cuando pasé a la altura de la fuente y ví su lejano bombo me dije que ese mismo Domingo que se avecinaba iría. Y así fue. Llegué a casa rumiando la idea y se lo dije a Gemma, la cual, a su vez, ya llevaba un tiempecillo reclamando el hacer alguna excursión dominguera a parajes cercanos. Así es que el plan nos vino como anillo al dedo. Eso sí, el agua que allí mana es ferruginosa y a mí no me gusta nada. Y a la Chiquitilla menos. Pero ya que íbamos habría que cargar un par de garrafas, una para cada pareja de suegros, no fuera a ser que les diera envidia. Garrafas preparadas, coche listo, el Domingo día 17 de Noviembre se produjo mi reencuentro con la Fuente del Chorrillo y los baños contiguos a la misma, que algunos historiadores (y yo con mis escasos conocimientos y estudios me incluyo entre ellos) datan (datamos) de orígenes romanos, a modo de termas naturales. De hecho no son las únicas que hubo por la zona. Allá que fuimos. Estaba contento y feliz.


Encontré en la ruta paneles informativos del lugar y de los puntos de interés que se encuentran en la misma, de modo tal que aproveché para tomar algunas notas y hoy poder ilustrar algo mejor esta entrada del blog. Procedo a transcribiros literalmente la información concreta que encontré al respecto de una de las fuentes de mi infancia (la otra es un piloncillo que recuerdo en Picón y que algún día hablaré de ella):
Nos encontramos ante uno de los más representativos "Hervideros". El Chorrillo tiene historia hasta tal punto que ya en el Siglo XVIII el Cardenal Lorenzana lo citaba en su obra "Las Descripciones de la Diócesis del Arzobispado de Toledo", en concreto las referentes a la provincia de Ciudad Real y en el apartado de Pozuelo (Contestación nº 14): "...una fuente de agua llamada Chorrillo, cuya agua es mineral y mui delgada y sutil, y bebida por los enfermos, siendo la dolencia que padecen prededida de humores crasos y lentorosos, los hatenúa, liquida y los pone en movimiento natural y tono, como la antecedente..."
También el doctor Limón Montero, en el año 1967, publicó El Espejo Cristalino de las aguas de España, hermoseado y guarnecido por el marco de Variedad de Fuentes y Baños, destaca en su tercer libro "Las aguas acedadas del Campo de Calatrava y sus medicinas", entre las que se encontraba la fuente que ahora admiramos en este recorrido cargado de historia y en el siglo XIX, 1853, Don Pedro María Rubio, cita este hervidero diciendo ..."aguas que son claras y transparentes, inodoras, de sabor agrio" en su libro "El tratado completo de fuentes minerales de España".
Podemos observar dos referentes arquitectónicos: la poza o baño circular y la característica fuente original protegida por un "bombo" de planta circular con bóveda. La composición química denota presencia de bicarbonatos, sodio, magnesio, calcio y potasio, cóctel minero-medicinal muy indicado para afecciones gástricas y cutáneas. Justo enfrente podemos observar en ladera los vestigios de una antigua mina de magnesio también conocida por "el Chorrillo".


Recordaba que de niño mi padre aparcaba en un camino denominado Cañada Real, que cruzábamos andando un puente sobre el Río Jabalón y tomábamos el camino que salía a la derecha y nos llevaba hasta la fuente. Y tal cual lo hice, si bien, para sorpresa mía, el camino está ensanchado y a día de hoy se puede ir hasta la propia fuente en el coche y no tener que cargar con el peso de las garrafas llenas cuando se va de vuelta. Iba disfrutando de recordar aquello en mi infancia y de irle contando a mi mujer detalles de mi niñez. La verdad es que el lugar ha cambiado mucho y ahora es parte de una ruta de senderismo ilustrada con paneles y puntos de interés. Pero mi mayor sorpresa llegó al alcanzar el bombo donde se encontraba la Fuente del Chorillo antaño. La construcción se encuentra tal cual la recordaba pero en su interior ya no está la entrañable fuente que yo conocí y tantas ganas tenía de volver a ver. Dentro del bombo había una poceta a ras de suelo donde manaba el agua y desde allí con un jarrillo y un embudo se iban llenando pacientemente las garrafas. Ahora la poceta está tapiada y el bombo sólo es un recuerdo de lo que un día albergó. A escasos metros se ha construido la novedosa y actual fuente del Chorrillo y se ha dotado el lugar de una rudimentaria escalinata que baja hasta la nueva fuente. Bajo tierra y desde la antigua poceta donde emergía el agua se ha canalizado la misma hacia una somera y simple construcción dotada de un actual grifo de manivela donde se pueden llenar las botellas y bidoncillos de esta peculiar agua. El lugar sigue siendo muy reconocible y apenas ha cambiado en esencia pero me quedé con las ganas de volver a ver aquella fuente que yo conocí de pequeño. Es que no puedo tardar veintitrés años en volver a ir un lugar que quiero visitar... Mea culpa.

La excursión mereció la pena. Volvía muchos años después a uno de los lugares que marcó mi infancia. Ahora quiero llevar a mi hermana a que conozca aquello ya de que de aquellas aguas bebió mi madre durante todo su embarazo y seguro que le gustará ver el lugar y conocer algo más las raíces de su tierra. Espero no tardar otros veintitrés años en volver. Y eso sí, la próxima vez llevaré el coche hasta la misma fuente, pues la vuelta por el camino cargando con las garrafas se hace muy pesada. Menos mal que Gemma me ayuda... ¡¡Hasta otra!!

jueves, 21 de noviembre de 2013

LEYENDA DEL MONSTRUO DEL LAGO NESS

Venía en el coche sudando todavía por el partido de pádel que acababa de disputar. Cambié la emisora de radio y sintonicé Kiss FM. A esas horas siempre cuentan cosas curiosas y en esta ocasión no fue menos. Venían hablando de criaturas extraterrestres, de película, de ciencia, de ficción, reales e imaginarias que todos conocemos y cuya imagen se nos viene a la mente con tan sólo oír su nombre, como por ejemplo E.T. o King Kong. Y entre ellas dedicaron unos minutos a una gran conocida pero no tan expandida como las demás: el monstruo del Lago Ness. Una y otra vez hemos oído hablar de dicha criatura legendaria y como en toda leyenda ocurre, la veracidad y la imaginación se entremezclan dando lugar a una tradición que pasa de boca en boca, de padres a hijos, de generación en generación, manteniendo viva la leyenda y sin saber si la misma es real o no. Y lo que es más, de allá para cuando, se incrementa la historia con alguna (valga el pleonasmo) nueva novísima novedad. Vamos a ello.


Nessie, como se le conoce afectiva y popularmente, se cuenta que reside y campa a sus anchas en el profundo y de agua dulce Lago Ness, del que toma su nombra, allá por Escocia, cerca de la ciudad de Inverness. Se viene hablando de él desde hará unos 1.500 años por lo que puede considerársele de las leyendas vivas más antiguas de la tradición humana, pues nuestro querido animalito tendría la friolera de ¡¡15 siglos de vida!! (como poco). Así pues, no es de extrañar que las primeras premisas que surgieron en torno a Nessie es que fuera el último superviviente de los extintos dinosaurios, en concreto se mantuvo la doctrina de que era un plesiosaurio, esto es, una gigantesca criatura acuática prehistórica.
Pero fuera de la tradición y leyenda oral encontramos datos escritos del monstruo desde el año 556, en concreto en el texto de La Vida de San Columba se cita que el santo salvó la vida a alguien que estaba siendo atacado por un gran animal en el lago Ness. Si bien es el primer dato escrito que se conoce acerca de Nessie, para hallar la primera definición moderna debemos acudir a mediados del siglo XIX, al año 1868, en el que un artículo publicado en Inverness courier menciona rumores acerca de "un pez enorme u otra criatura en la profundidad de las aguas. Y es a raíz de esa primera definición cuando surge el auge de Nessie pues hasta el momento en que se dijo haber sido fotografiado por primera vez, no dejaron de salir a la luz definiciones y testimonios que decían haber visto al monstruo. En 1930 dos pescadores decían haber visto un enorme animal que produjo un sin igual remolino en el agua cerca de Tore Point. En 1932, K. MacDonald afirmaba haber visto una criatura gigantesca similar a un cocodrilo remontando el río Ness. Un momento cumbre en la leyenda del Monstruo del Lago Ness se produce cuando una pareja local dijo haber visto "un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie", noticia de la que se hizo eco el diario mencionado Inverness Courier, publicando el 2 de Mayo de 1933 un artículo llamado "El Informe del monstruo" que causó sensación entre los medios y desató la locura en la sociedad, llegando incluso a enviarse periodistas y reporteros desde Londres hasta Escocia para investigar e informar sobre Nessie. Un dato curioso es que una compañía de circo llegó a ofrecer 20.000 libras esterlinas de la época (todo un dineral) a quien lograse la captura del monstruo. Escalofriante.
Sin duda alguna el momento cumbre en la historia del habitante del Lago Ness llega ese mismo año de 1933 de la mano de la película King Kong. Con dicha producción cinematográfica surgió el fenómeno de la "monstruomanía" a nivel mundial y, curiosamente, poco después de su estreno es cuando más se habló de Nessie y se le empezó a catalogar como un verdadero monstruo prehistórico proveniente de la era del hielo que vivía en la actualidad. Si a ello sumamos que por ese mismo año salió a la luz la que pudiera ser la primera captura fotográfica del monstruo, según se mantenía, tomada por el afamado cirujano Wilson, obtenemos el más puro origen de la leyenda.
La mente humana vio clara la oportunidad de hacer negocio con nuestro protagonista y rápidamente maduraron las ideas de fomentar el turismo, la venta de artículos con imágenes de Nessie como camisetas, mecheros, llaveros, ceniceros, etc, e incluso excursiones concertadas por la zona. Y así sigue siendo a día de hoy, lo que garantiza que la leyenda perdure y que mucha gente viva a costa de la "existencia" del monstruo. Había nacido un mito fuera de la manera que fuera.

Las diversas fotografías e instantáneas no dejaron de florecer y de sembrar la duda sobre la existencia del monstruo, lo que incrementaba todavía más el negocio surgido en torno a él. Es de destacar dos de las imágenes más estudiadas a nivel mundial. Una es la famosa fotografía tomada por Wetherell en el dicho año 1933 que durante mucho tiempo se consideró la prueba fehaciente de la existencia del monstruo y que fue confirmada como un engaño mediante confesión en su lecho de muerte, aunque ya había sembrado muchas dudas y doctrinas que defendieron y defienden la existencia de Nessie. Otra es la fotografía acuática tomada por Robert Rines mediante la cual, Sir Peter Scott, uno de los naturalistas más conocidos de Gran Bretaña, dotó en el año 1975 de nombre científico al monstruo, denominándolo Nessiteras Rhombopteryx (traducido del griego como monstruo de Ness con aleta de forma diamantada). Esta calificación natural consiguió que se inscribiera al monstruo en el registro británico de "Fauna oficialmente protegida". Pero entre que con el nombre científico se puede formar el anagrama de monster hoax by Sir Peter S. (monstruo de broma de Sir Peter Scott) y que se acreditó posteriormente que la fotografía de Robert Rines era falsa, se descartó una vez más la rotunda afirmación de que existiera el monstruo del Lago Ness. No obstante, como antes decía, la duda ya era más que patente en la sociedad y la leyenda ya había surgido.

Por último cabe mencionar que nuestro querido Nessie (o nuestra querida Nessie para los corredores de la doctrina de que es una plesiosaurio hembra), ha sido mencionado y utilizada su "imagen" en infinidad de medios de todo tipo, llegando a destacar la serie de Los Simpsons, los dibujos infantiles Phineas y Ferb, una de las película de dibujos animados de Scooby Doo o el videojuego de Super Mario Bros.

El Monstruo del Lago Ness vive de una manera o de otra. Ahí os he dejado su leyenda. Verlo no lo hemos visto, pero... ¿acaso por no ver una cosa podemos decir que no existe?

Y me había guardado esto para el final. Mi amigo Jorge y yo lo hemos contado infinidad de veces y no dejamos de reírnos con él. No podía faltar. Incluso en el más puro e hilarante humor tomellosero tiene cabida un chiste de Nessie. Evocando una perfecta conjunción humorística entre el gran Eugenio y mi Mancha querida...

"Saben aquel que diu que se juntan uno de Tomelloso y uno de Leganés y le diu éste al otro:
-Tito, ¿de dónde eres?
Y diu el manchego: - De Tomelloso, tú.
Contesta aquel: - Pues vaya mierda de pueblo y vaya mierda de chistes.
A lo que éste reprende: - ¿Y de dónde eres tú?
-De Leganés, tito.
Y diu el tomellosero: ¡Pues vaya mierda lago y vaya mierda monstruo!"

He dicho.

jueves, 31 de octubre de 2013

FIJAOS QUE TONTERÍA... Y CUANTA FELICIDAD

Trece años me ha costado. Trece años de reloj, ¿eh? Que no estoy de cachondeo ni de exageración. Trece años con sus trece veranos y sus trece inviernos. Y hoy vengo a contarlo, con inocencia, con ilusión, con alegría, con la belleza implícita en lo simple como diría mi buen Sócrates. De hecho estoy plenamente convencido de que "la grandeza de mi blog" tiene su génesis en la manera limpia y sana con la que os narro las cosas más simples y cotidianas, intentando una vez sí y otra también que disfrutemos (que disfrutéis conmigo) de todos los momentos y regalos de la vida, por minúsculos que sean o insignificantes que parezcan. Hoy vengo a hablaros de un plato de lentejas. Qué cosa más simple, ¿que no? Pero no es un plato de lentejas cualquiera, no, no, no. Es un plato de lentejas que me ha costado tener frente a mí... ¡¡trece años!! Bien merece que le dedique una entrada tan sólo por manifestar mi ilusión.
Allá por el año 2000, en mi segundo año de vida universitaria, entre derechos civiles, penales y partidas de mus que nos convertirían en grande letrados, organizamos unos cuantos alumnos y compañeros de clase una comida en el campo. Imagínense vuesas mercedes las ricas viandas que nos disponíamos a consumir un grupo de veinteañeros universitarios en torno a una fogata. Han acertado. Mayormente vino peleón y chorizos a la brasa. Minipunto y punto para los lectores. Y si tocamos a un chorizo menos pero a cambio entra en la compra otro litro de Don Simón, pues mejor. Y en esas estábamos de relío campero cuando uno de los nuestros nos sorprendió a propios y a extraños sacando del maletero del coche una señora empanada que quitaba el hipo. Una delicia, oiga. "-¿Dónde la has comprado, Miguelón? -¿Comprarla? La he hecho yo con la thermomix de mi madre. -¿Y la thermomix hace estas delicias? -Buah, y mil cosas más. Y a ti que te gustan... Si vieras como hace las lentejas lo flipas".  Aquellas fueron las palabras clave.
Desde ese momento lo tuve claro: algún día me compraría una thermomix para hacer lentejas. Reíros, reíros, ya os digo que me costó trece años... En mi juvenil mente se forjó la idea de hacerme con aquel magnífico robot de cocina que tan ricas hacía las lentejas (una de mis debilidades culinarias) según me habían dicho. Y me puse manos a la obra. Y paciencia y constancia puedo tener toooooda la del mundo. Y por un plato de lentejas más. 
Se la pedí a los Reyes Magos, la pedí por mi cumpleaños, la pedí a la Bruja Lola, la pedí en la tómbola del barrio... Y nada. La thermomix nunca llegaba. ¡¡La pedí incluso como regalo de boda!! Y tampoco. No había manera. Seguía esperando a hacer lentejas algún día. Estos años las he seguido comiendo cuando las hace madre, pero mi misión estaba clara: hacer mis propias lentejas. Y no, claro está, no hacerlas de manera tradicional, sino hacerlas en la thermomix que algún día compraría. Ya pensaban en mi círculo que se me habría pasado la perra, pero cuán equivocados estaban. Aunque ya os digo que año tras año le pedía a Baltasar una thermomix y Baltasar me traía una cita para consulta al psicólogo lentejero, yo seguía insistiendo y fiel a mi idea. Así año tras año. Y no miento, ¿eh? Ahí tenéis a mi familia si queréis preguntarle por "el tonto de las lentejas". Así me he tirado trece años, desde aquel universitario año 2000 hasta hoy en día. Y así trece años después, y por una rocambolesca coincidencia y cofradías de por medio (para variar), casualidades que hoy no narraré por no hacer demasiado extensiva esta entrada, aparece en mi vida y cercana a mi mayor afición una de las mujeres que manejan en Ciudad Real el cotarro de la venta de thermomix: Eva María Masías.
¡Ahora es cuando!, me dije. Tengo mi economía propia y no tengo que depender de nadie para ello, Deo gratias. 

Recabé la información necesaria, dícese, consulté a mi padre, a mi madre, a mi hermana, a mi mujer, a mí tía, al perro del vecino y a los oráculos cercanos acerca de su opinión al respecto de si podía adquirir dicho cacharro o no. Y cogen los muy "xxxxx" (a gusto del lector) y me dicen que no comparten mi idea. Pues mi respuesta fue, evocando al gran Don Fernando Fernán Gómez: "¿Saben que les digo? Que se vayan ustedes a la mierda. ¡A la mierda! Delante de todo el mundo. Llevo trece años esperando el momento y voy a hacerlo. Voy a comprar la máquina y me voy a hacer lentejas. He dicho".

Y dicho y hecho. Adquirí mi thermomix y me hice unas lentejas que me supieron a gloria. Trece años me ha costado cumplir el propósito, pero lo he hecho. Fijaos qué tontería y cuanta felicidad.
Esta es la historia del plato de lentejas que trece años me ha costado. Y por supuesto le hice foto y os la pongo. ¡Faltaría más!
Evidentemente con el juguete hago muchas más cosas, no sólo las lentejas. Pero es que ahora la thermomix va a casa de mis suegros, va a casa de mis padres, mi mujer está encantada con ella, mi hermana también la usa, mi tía tiene una, el perro del vecino se come las sobras y los oráculos me piden lentejas. ¿Y saben que les digo? Que les tenía que decir a todos que se esperen trece años. ¡Marporculo!

Os dejo que se me pegan las lentejas. ¡Hasta otra!

lunes, 28 de octubre de 2013

A VUELTAS CON LAS COFRADÍAS

Hoy he recibido un "whatsapp"un tanto especial. Me indican la fecha de la primera igualá que tendré el año que viene y las fechas de los correspondientes ensayos. Una sonrisa se ha dibujado en mi cara y he querido plasmarla en el blog. Ya está aquí el lío. Y es que para los cofrades no existe día en que no soñemos con La Gloria y contemos las horas para que llegue un nuevo Domingo de Ramos y se abra el portón de nuestra amada pasión. Nuestro calendario cofrade es así. Los días pasan no en busca de un nuevo año si no de una nueva Semana Santa. Si bien antes de que huela a canela y azahar ha de oler a huesos de santo y castañas, para nosotros todo paso festivo hacia adelante es una doble celebración: la que toca vivir por la fecha (Carnaval, Ferias de Agosto, Puente de Todos los Santos, Navidad...) y la nuestra propia celebrando que ya queda menos para la meta anual del tiempo cofrade. No me canso de decirlo: nos pasamos el año soñando con lo vivido hasta que llega la Semana Grande en la que vivimos lo soñado. Y eso es así. Sentimiento cofrade puro.

Y quien nos conozca sabrá que los cofrades somos de esa guisa, incombustibles apasionados de una corneta y un costal, jartibles hasta lo máximo de un palio "bien andao", encandilados hasta límites insospechados de un pregón, soñadores de nuevas ilusiones bajo antifaces nazarenos y aguaores de la sed de cualquier cuadrilla de misterio que nos deleite con un cambio fino y elegante sin exceder del izquierdo por delante. Somos así. Me atrevería a decir que somos, incluso, una nueva tribu urbana de las que hoy tanto abundan, porque, desde luego, o eres de esta tribu o tú no aguantas una noche de Mayo hablando de cofradías y bebiendo fino la Ina. Y es que ya digo que somos así. En Navidad ya decimos que cuando pasa el Rey Negro Baltasar se ve la primera Cruz de Guía, pero es que, en realidad, nosotros estamos viendo la primera Cruz de Guía desde el primer Lunes de la Pascua de Resurrección. Por eso nos pasamos la Feria de Abril comentando la recién despedida Semana Santa, el mes de Mayo ya tenemos la Cofradía de la Virgen de la Cabeza en la calle, en Junio sale el Sagrado Corazón de Jesús y como no, costaleros bajo el paso y bandita detrás, en pleno estío de Julio procesiona la Virgen del Carmen, en Agosto no hay momento en que nos juntemos cuatro o cinco individuos de esta "nueva tribu urbana" y pasemos un buen rato hablando de como se mueven las bambalinas de aquel palio, en Septiembre ya empezamos a mirar los calendarios de igualás y ensayos para que no coincidan muchas cosas y poder ir a cuantas más mejor, en Octubre paseamos a Santa Teresa y vamos fijando las tertulias cofrades en los bares, en Noviembre ya sabemos cuando son la gran mayoría de ensayos y actos y nos antojamos de potaje de cuaresma y bacalao con tomate, en Diciembre cantamos villancicos al Niño Dios con guitarras y tambores evocando los sones de las bandas que tanto ansiamos oír, en Enero ya retumban los llamadores en los primeros ensayos y armás de cofradías, en Febrero caen los pregones anunciando lo que vendrá y en Marzo cuando más pronto y en Abril cuando más tarde disfrutamos nuevamente de La Gloria que empezamos comentando en la pasada Feria de dicho mes. Y eso es así y así se repite cíclicamente año tras año, lustro tras lustro, siglo tras siglo, vida tras vida, generación tras generación.

Y traigo esto a colación porque hoy, como empecé diciendo, me han dado la noticia de cuándo es la primera igualá a la que me citan. Adjunto instantánea del "whatsapp" al margen donde figura el origen de mi alegría.  En este caso ha sido la de la Hermandad del Prendimiento. Me faltan por saber la de la Flagelación y la de Las Penas. Pero mi calendario pre-cuaresmil ya ha empezado a tener forma (si es que alguna vez dejó de tenerla). Siempre con algo de cofradías, siempre con algún relío, siempre con alguna visita pendiente a Sevilla, siempre con el clan-clan de un techo de palio, siempre con el erre que erre de un Cristo en silencio. Soy así. En mi caso particular la raza costalera me fluye por todos los poros de la piel  y siempre estoy con un "oído al costero" brotándome de los labios.  Los que me conocen lo saben. Si cualquier día y en cualquier momento ya hablo de cofradías, hoy que todavía no las había mencionado y que no me esperaba noticia alguna al respecto me mensajean con las fechas de los ensayos. O voy yo a las cofradías o vienen ellas a mí. No puedo vivir de otra manera y por eso vierto estas líneas, simplemente para acariciar con texto, otra vez más, mi mayor afición. No hay momento de mi vida, sea cuando sea, que no esté... a vueltas con las cofradías.

viernes, 18 de octubre de 2013

EL GRAN CAMINANTE

Estaba en deuda con él. Llevaba viéndolo desde que salí de Saint Jean Pied de Port. Un rastro de pegatinas se encontraban dispuestas a lo largo de todo el Camino. Mostraban un peregrino de espaldas con capa de lluvia y alto bordón, recién salido del resguardo que ofrecen los bajos del Palacio de Rajoy tras haberse refugiado de una tromba de agua, mirando hacia la Plaza del Obradoiro. Pude ver esa estampa en cualquier poste, en cualquier indicador, en cualquier flecha amarilla... Está acompañando a los caminantes a lo largo de todo el majestuoso Camino Francés. Ya la había visto en Compostela pero no sabía qué era, qué quería decir, qué significaba o qué anunciaba. Tan sólo eran pegatinas. Una foto y un pequeño texto. Abajo tenían impresas un nombre y una dirección web.
Y caminando lo conocí. Mi querido Antxon, me has enseñado tanto... Al fin te dí alcance en Logroño, en el Albergue Check in Rioja, ante uno de los hospitaleros más agradables que he conocido: Nacho Nájera. La etapa no había sido dura pues la anterior la hube alargado unos kilómetros más para poder disfrutar así más horas en la capital riojana. Salimos pronto de Torres del Río y llegamos a Logroño, a la puerta misma del albergue, sobre las 13:30. Y allí te encontré. Nada más verte supe que vendrías conmigo en la mochila. Lucías espléndido en la estantería de objetos en venta y recuerdos del refugio de peregrinos en el que me hospedaba. Tantas veces había visto esa imagen que el veneno jacobeo de descubrir el misterio recorría mis venas a cada paso que daba por el Camino que nos une. ¡¡El Gran Caminante!!, exclamé. Sí, me dijo la hermana del hospitalero, es un libro, un libro que escribió un chaval vasco sobre el Camino. Salió andando desde su casa y llego hasta Santiago. ¡¡Lo conozco!!, le dije. ¿Al chico o al libro?, me espetó. El chico murió, lamentablemente... No, no, al chico no, le contesté. No lo conocí, a la imagen, me refiero. Llevo viéndola estampada en pegatinas por todas las etapas y ahora al verla en la vitrina se me ha disparado la vista hacia ellas para, por fin, saber qué es eso de "El Gran Caminante". Acabo de descubrir que es un libro pero conocía esa imagen. ¿Te gusta el Camino?, me inquirió. Me encanta, le respondí. Es la cuarta vez que me dirijo a Compostela. Pues... Un libro escrito por un peregrino sobre el Camino. Ya sabes, me dijo ella. Me lo llevo, sin duda, dije mientras le regalaba una sonrisa. Y unas cuantas pegatinas también. Y así fue. Entre la alberguera y yo pusimos el exlibris como siempre hago cuando adquiero un volumen nuevo: fecha, onomástica del día y nombre. Esta vez la onomástica fue sustituida por el sello del albergue y compartimos bolígrafo los dos.  Per secula...

Y así llegaste a mi mochila, mi querido Antxon. En el albergue me indicaron que te diagnosticaron una mortal enfermedad y que tan grande era tu espíritu y tu amor por el Camino que, una vez decidido a escribir el libro de tu gran aventura, nada pudo frenarte. Aun postrado ya inmóvil en un lecho del que nunca volverías a levantarte en esta vida, a través de sofisticadas y novísimas tecnologías que saben interpretar un guiño de ojos, un parpadeo y un movimiento de iris culminaste la redacción de tu gran obra. Nos dejaste tu legado. Un legado que no tiene precio y que está redactado con la humanidad, la ternura, la belleza y el amor. Un precioso regalo que nos entrega la convicción total de que esto no termina aquí. Ni el Camino, ni la vida. Eres grande, "Bolitx". Me niego a hablarte en pasado porque no te vea en este mundo terrenal. Sé que estás. Sé que cuando te llevaba en la mochila camino de Santo Domingo de la Calzada, aquella etapa que a ti tanto te costó en tu gran Camino, me insuflabas ánimo. Todavía no te conocía, pero ya íbamos juntos. Seguías recorriendo kilómetros. El alma del Camino tocó tu alma y tu alma tocó la mía.

Cuando de vuelta al hogar me entregué a la ansiada lectura de tus líneas legadas es cuando te conocí de veras. Jamás había conocido a una persona a través de un libro, pero tú, Antxon, escribiste con tal realismo que te dabas a conocer a través de las palabras. He llorado en más de una ocasión leyéndote. Me niego a pensar que una persona tan grande como tú en todos los sentidos se haya marchado de esta vida porque sí. No puede ser. Sé que estás. Es injusto. Lloro de nuevo al pensar que esos pies de nenaza que tantas molestias te causaron en las primeras etapas no vuelvan a peregrinar. Pero sé que estás. Mi querido Antxon, te noto en la subida hacia el Refugio Orisson. Te siento en la bajada a la Real Colegiata de Roncesvalles. Te intuyo a lo lejos caminando por Navarra. Estás, sin duda, en Puente la Reina, allí donde los caminos a Santiago se hacen uno sólo. En Rioja permaneces conmigo donde nos encontramos. Qué decirte del Páramo... Lo conoces bien y te enamora el llaneo de Castilla, eres de los valientes que se enfrentan sin temor a la recta de Calzadilla. Por supuesto que atraviesas los montes de León y culminas disfrutando las pallozas en la niebla que se ofrecen en un O Cebreiro que acaba de abrirnos sus puertas a la Galicia celta. Te siento muy cercano cuando nos vamos acercando a Poniente y, sin duda alguna, hacemos juntos los "últimos cien" junto a la magnitud de peregrinos salidos de Sarria, como lo fueron Jeremías y Moniquilla. En Monte do Gozo tu presencia es inconfundible. Nos presentas en silencio a Madame Soledad y juntos nos presentamos satisfechos ante la Catedral de las bellas torres. Querido Antxon, estás por todo el Camino. Eres parte de él tanto como el árbol de Paula es parte del bosque de Telma.
A pesar de que no fueras muy creyente me atrevo a decirte que eras tan magnífico que Dios te llamó a su lado para tener un gran compañero caminante e incluso un buen jugador para cualquier partida de mus. Gracias a ti creo que he abierto más miras y ahora al caminar serás ejemplo. He saboreado con tanta intensidad la lectura de tu obra que parece que haya hecho el Camino a tu lado, espiándote, escondido entre los alemanes pétreos, ocultándome tras las volutas de humo de los canutos de los tiroleses, acechando tus conversaciones con Jimmy mientras degustabas un cruasán y un café con leche, pedaleando con los colombianos vagos que hacían en bici cada etapa los mismos kilómetros que los peregrinos a pie, agazapado tras Evaristo y Lucas mientras caminabas solitario, asomado tras la libreta de François que siempre aparecía tomando notas en cualquier rincón...  He llegado a conocerte, Antxon, a admirarte, a quererte. Eres grande. Sé que nos encontraremos en algún tramo del Camino.

Estaba en deuda contigo y quería rendirte este homenaje por haberte conocido y por todo lo que me has aportado tan sólo con leerte. Me has descubierto "la vida" paso a paso, me has hecho reír y llorar con tu obra, me has hecho sentirme caminante a tu lado... Tu libro es mucho más que un libro. Voy a intentar por todos los medios que estas palabras mías lleguen a tu familia para que sepan que, sin duda, una nueva estrella brilla en el cielo de Zumaia allá por tu tierra. Zorionak, mi querido Antxon, siempre has sido, eres y serás El Gran Caminante.

"Que la tierra se vaya haciendo camino ante tus pasos,
que el viento sople siempre a tus espaldas,
que el sol brille cálido sobre tu cara, 
que la lluvia caiga suavemente sobre tus campos
y, hasta tanto volvamos a encontrarnos,
que Dios te lleve en la palma de su mano".

Gracias por todo, Bolitx.  ¡Bide on!

martes, 8 de octubre de 2013

UNA SEMANA COMPLETA

En ocasiones el tiempo pasa sin oficio ni beneficio y enfrentamos su rutina con desidia o pasividad, simplemente porque no queda más remedio queramos o no. Sin embargo hay  veces que en el plazo de tiempo más cotidianamente empleado por el ser humano, la semana, se conjugan todos los quehaceres, situaciones, aficiones, intereses, etc, etc, que agradan a un sujeto. Y fíjense ustedes que ya es complicado que se junten todos los gustos en tan pequeño espacio de tiempo como es el intervalo de Lunes a Domingo, pues esta semana se ve que estoy de suerte porque tengo de todo lo que me agrada en estos días. Tanto es así que puede que sea la semana más completa y gustosa que vaya a tener en este año, exceptuando la Semana de la Gloria cofrade, claro está. Si mi vida consta del ejercicio de la abogacía, del viajar a los pueblos de la provincia resolviendo expedientes, de mi pasión por las cofradías y el costal, de la práctica del pádel y de disfrutar con mi gente y mis amigos, esta semana tiene de todo.

Lunes y antes de empezar a plasmar estas líneas, tuve juicio en Almagro. Viajecito, toga y vida jurídica. El resto de la mañana y toda la tarde se fueron en el despacho trabajando entre papeles y casos. Por la tarde noche jugué al pádel como todos los Lunes. Creo que es el deporte que más me ha enganchado: me relaja la mente y me hace sudar. Cada día lo valoro más junto con la enorme de hazaña de haber dejado de furmar y llevar más de dos años sin ese nefasto vicio. Y luego a descansar. Un día completo dentro de una semana completa que arranca con alegría. Y ojo, no todas empiezan igual.

El Martes me esperaba también otro viajecito para un trámite jurídico-registral. Parece que no pero cuando entre tantos días de papeles y papeles toca una visita a algún pueblo lo agradezco. Pienso en los lugareños, en mi gente castellanomanchega arraigada, en mis raíces y soy feliz. Me gusta mi tierra. La misión era ir a Piedrabuena a recoger un expediente. Ese pueblo tiene un encanto especial: me recuerda a mi abuelo. Y sé que viaja conmigo cuando me toca ir sólo de pueblo en pueblo con el traje y la corbata. El resto del día lo pasaré en el despacho y por la tarde ya pudiera haber un buen partido de Champions para redondear del todo la semana, pero mejor no tentar que demasiado bien pinta.
Miércoles y ecuador de los cinco días laborales. Quizás sea éste el menos entretenido en esta semana pero seguro que alguna sorpresa esconde. Fijaos que esta entrada meramente narra mi agenda de esta semana pero es que se antoja divertida y por eso la comparto. ¿Qué os decía? Casualidad pura. Mientras derramo estas líneas me ha llamado un perito judicial y hemos concertado cita para mañana mismo, Miércoles, por la mañana en Daimiel. Otro viajecito. Al final voy a estar más tiempo en carretera y en los pueblos que en el despacho. Ya tengo agenda apretada para el Miércoles también y so que iba a ser el día más tranquilo. Aprovecharé y compraré "cortadillos", un dulce típico de ese pueblo y que le gusta mucho al Tormento (mi hermana). Será un día redondo si por la noche también jugamos otro partidete de pádel. Hay que irlo negociando.

El Jueves me toca, para variar en esta semana, viaje a otro pueblo. Hay gente que le da por reñir por las lindes de sus cortijos y allá tenemos que ir los hombres de ley a poner paz. Alhambra, pueblo pequeño y oculto, es el destino y desde su Juzgado iremos la comitiva judicial a las fincas en cuestión a realizar la diligencia de deslinde y amojonamiento. De verdad hay expedientes raros pero la práctica de los mismos viene siendo habitual por estos lares. Me llevaré toda la mañana deslindando y recorriendo kilómetros y por la tarde más kilómetros pues me toca reunión de una Comunidad de Vecinos en Bolaños de Calatrava. Otro viajecillo por los pueblos. Creo que va a ser un día agotador pero saldré airoso del mismo vislumbrando ya un gran fin de semana y con el placer de haber ido cumpliendo satisfactoriamente con todas las tareas y pasatiempos de estos siete días.

Llegados al Viernes los sueños brillan más como dice Carlos Latre. Y más aún el Viernes de esta caprichosa semana. Es el día en el que los abogados celebramos la festividad de Santa Teresa y hacemos la comida de compañerismo, este año aliñada con un ingrediente especial: la imposición de medalla por 25 años de ejercicio profesional al insigne maestro y padrino mío: Don Jesús Cecilio Velascoín Alba. Nos daremos un buen homenaje de comer y beber pero no me excederé en la barra libre pues por la noche llegamos al punto cofrade de la semana. A las 21:00 horas en la Plazuela del Carmen empieza la igualá y posterior ensayo de la cuadrilla de costaleros de la Santa de España y Doctora de la Iglesia: Santa Teresa de Jesús. Un buen relío de costal y trabajadera, junto con el reencuentro de los amigos y compañeros de pasión, pone la guinda cofrade a los días laborales. Caeré rendido en la cama pero feliz.

El Sábado, 12 de Octubre, día de la Virgen del Pilar, día de la Hispanidad, fiesta nacional y día señalado en el calendario ya que mi gran amigo Willy (Guillermo Arroyo) contrae nupcias con Rocío. Si bien tendré el cuello dolorido por el ensayo de costalero de la noche anterior, la molestia que pueda producirme la corbata se evaporará al ver a mi compadre dando el "sí quiero". Será sin duda un día grande por toda la trayectoria que llevo recorrida al lado de Willy. Un grande donde los haya con enorme corazón y alma de mago blanco. Entre copas, esta vez sí, y abrazos concluirá un gran día que empezará por la mañana en San Pedro y terminará sabe Dios dónde y a qué hora. A nono que "pá luego es tarde".

Domingo ya de una pletórica semana cargada de viajes, disfrutes, aficiones y amistad...¡¡viene mi cuñada Pisma!! Se llama Ana, pero es que según ella es más que guapa, es "guapisma" (en manchego puro) y de ahí su apodo. Está perfectamente de la cabeza aunque no lo creáis (como yo). Así es que para completar una semana para nada habitual ya que la afronto con ganas y sin desidia rutinaria (tanto es así que le dedico una entrada en el blog), el Domingo veré a Pisma aunque sea un ratito, ya que vendrá de Inglaterra en viaje exprés para conocer a su sobrina, hija de su hermano Ángel, nacida hace pocos días. Sin duda será el último gustazo de una semana que ya podría tener alguna hermana o prima en el calendario anual del trabajo, pues salvando que no haya fútbol de gran interés, el resto de todas las pasiones que integran este rincón se juntarán en esta segunda semana de Octubre.

Y esta es la entrada por esta vez. Es simple pero me decidí a escribirla al comprobar que esta semana no sólo tengo ganas de que vuelen los días hasta que llegue el nuevo Viernes, sino que quiero y pienso saborearlos todos uno a uno. Me agrada compartir con vosotros un trocito de sentimiento interno. Como empecé diciendo, en ocasiones el tiempo pasa sin oficio ni beneficio y enfrentamos su rutina con desidia o pasividad... Pera esta vez no es así. ¡¡Feliz semana a todos!!

lunes, 30 de septiembre de 2013

ASÍ HABLA UN MADRIDISTA

Aviso a navegantes: Hoy vengo a hablar de fútbol y vengo encabronado. A quien no le guste el deporte rey o pase olímpicamente de este asunto (como el COI de Madrid 2020) ya puede clicar el aspa roja de arriba a la derecha y salirse del blog. Ya podrá leer otras cosas otros días. Hoy la cosa va de lo que va. Fútbol, debate, opiniones, polémica y batallas. El Real Madrid y sus eternas imbecilidades creadas por su propia afición, en la cual me integro. Y digo eternas imbecilidades metiéndome ya en faena porque soy madridista desde que tengo uso de razón y siempre ha habido y habrá varios sectores en la propia parroquia blanca, pero lo que está pasando últimamente clama al cielo ya. Y aquí seguimos los seguidores pegándonos de leches entre nosotros mientras los once mamarrachos que deben sudar la camiseta viven poderosamente en lujosas mansiones cachondeándose plenamente de nuestra ilusión.

Sí, once mamarrachos he dicho. ¿Hace falta que os los nombre o ya sabéis todos quiénes son los once tíos que el sábado en el derbi se tocaron las pelotas en vez de jugar con una sola de ellas con los pies? Y creo que en la debacle del pasado sábado contra el Atlético de Madrid (excelso señor al que hoy no se merece que le diga Patético, Pateti, ni segundón, pues habló en el campo lo que nuestra panda de imbéciles no fue capaz ni de susurrar) tan sólo podría salvar a uno: el guardameta. Y cuando esto ya comienza a ser habitual... mal asunto. Si siempre el mejor del equipo es el portero, malo, malo, malo y malo. Y si para colmo tenemos a dos de los mejores porteros del trofeo doméstico y encima los aficionados seguimos divididos en ensalzar a uno en detrimento del otro, peor aún. Ya no hay ni unión grada-equipo, ni respaldo al vestuario, ni nada de nada. Y nosotros aficionados seguimos en nuestras luchas mouriñistas, casillistas-diegolopecistas y señorio-resultadistas en vez de dar un golpe en la mesa ya. De una puta vez.

No me vengan los del sector del portugués diciendo la subnormalidad de moda de "Esto con Mou no pasaba". Traeré un par de recuerdos y zanjaré el asunto. 1) El año pasado a estas alturas y con José Mourinho en el banquillo, la liga ya estaba tirada. Y quedaba lo mejor por venir. 2) Hicimos historia en la Historia de la Liga Española. Logramos que por primera vez ganase un equipo un partido sin tirar a puerta. Sí señores. Granada 1 - 0 Real Madrid. Gol de Cristiano Ronaldo en propia meta. Vistas esas cosas, esto con Mou sí pasaba. Y que nos metiera el Barça 5-0 en un derbi también pasaba...
Pero no estoy para hablar de Mou, no. Mourinho ya es pasado. Queramos o no, Mou ya no está. Y mientras los aficionados sigamos hablando de que si Mou esto, Mou lo otro, el equipo seguirá dando tumbos. Y no es que esté partiendo una lanza a favor de Carletto Ancelotti, actual entrenador, es que estoy señalando directamente a los jugadores. A los once mamarrachos que antes citaba y que los he calificado así por no querer ofender demasiado el interior de mis lectores catalogando a esos personajes con otros vocablos. Me importa una mierda si el presidente es Florentino Pérez o Ramón Calderón, si el entrenador es Mou o es Carlo, si juega Casillas o juega Diego López, si se ha vendido a Özil y se ha comprado a Bale... Me importan una enorme mierda todas esas milongas. Pero exijo que mi equipo gane. O que si pierde sea luchando.

Es nefasto que un equipo como el Real Madrid tenga que ganar a un recién ascendido como el Elche de puro milagro en el último instante y con polémica arbitral. Eso es una vergüenza. Una jodida vergüenza. Y lo que es peor, en vez de servir de toque de corneta y cambio de ritmo, salen al siguiente partido y vuelven a hacer lo mismo. Pero esta vez no estaba el pobre Elche enfrente. Tampoco estaba el engominado de Muñíz Fernández. Esta vez estaba un equipo serio y enemigo. El máximo rival madridista en la capital de la nación. Don Atlético de Madrid. Y mientras Diego Costa jugó como un jabato, luchó todos los balones y nos asestó un bello gol, mientras Arda Turán se marcó un partidazo y tuvo incluso tiempo de atusarse su islámica barba, mientras Koke hizo y deshizo a su antojo con el esférico y casi nos cuela el segundo de preciosa factura si no es por la madera, mientras nos creaba peligro incluso Filipe Luis que es de los hombres más retrasados en posición del equipo contrario, nuestro delantero centro, Karim Benzemá se paseaba con frialdad y apatía por el césped fuera de lo normal, nuestros centrales Pepe y Ramos, se dedicaban a no achicar bien los espacios y a pegar pelotazos arriba sin sentido alguno y nuestro portero Diego López a intentar que la renta no fuera aún mayor. Y de eso no tiene culpa ni Mou, ni Ancelotti, ni madre que los parió a ninguno. ¿Qué coño esperamos de un equipo cuya máxima jugada de creación de juego corría a cargo de Arbeloa y Khedira?

Un equipo se hace grande cuando su afición lo lleva en volandas. Y a día de hoy no es el caso del Real Madrid. Pero ¡ojo!, no es el caso no porque la afición no quiera, si no porque nos sumergimos en gilipolleces sobre un portero u otro, un entrenador u otro, un presidente u otro... Y mientras tanto se chotean de nosotros los once payasos que campan por el terreno de juego. Son ellos los que deben jugar. ¡¡Ellos!! Y no los entrenadores que están en el banquillo. Somos nosotros los que debemos exigir y pitar y silbar y aplaudir. No nos de miedo pitar a nuestro equipo si se mofa de nosotros. Dejemos ya de decir "Esto con Mou no pasaba", "Iker es amigo de la prensa", "Ancelotti no sabe qué hacer..." Que no, coño, que no. Que los que luchan son los jugadores. Y el otro día hasta Cristiano lo dijo y lo reconoció: La culpa es de los jugadores.

Hay que dejarse ya de milongas del pasado y del futuro y e ir avanzando, exigiendo, aplaudiendo y conjuntando la unión partido a partido. Tenemos que ganarnos el respeto como afición de cara a nuestros jugadores. Sí, señores. Hay que hacerlo. Ese mismo equipo que el sábado nos dió una lección de fútbol tiene una soberbia afición que le sobran bemoles para plantarse en un entrenamiento y decirle a sus jugadores mercenarios si hace falta. Y lo han hecho. Y más de una vez. Y lo sabéis. La afición rojiblanca, en tiempos en que sus jugadores no sentían el escudo, se plantaron de una vez por todas y le cantaron las cuarenta en bastos al plantel de jugadores. Y ahora ahí los tenéis. Una conjunción perfecta graderío-campo que lleva en volandas a los jugadores a la victoria. Y si les tienen que aplaudir, les aplauden. Y si les tienen que decir desgraciados, se lo dicen. No pierden el tiempo en si juega Raúl García o juega Gabi, en si entrena el Cholo o entrena Quique Sánchez Flores o entrena Gregorio Manzano, en si preside Gil Marín o preside Enrique Cerezo... 

Y así, sólo así, se logra la victoria. El sábado quedó patente. Lección de fútbol, lección de unión y lección de triunfo. Derbi perdido en casa y tres puntitos al rival enemigo. Mi más sincera enhorabuena al Atlético de Madrid. Y a su afición por la labor que han hecho. Y no me refiero a los piques, guasas, cachondeos y antimadridismo que demuestran metiendo las narices en todo aquello que huela a Real Madrid y que nada tiene que ver con su equipo, no. Me refiero a cómo han tratado de tú a tú a su plantilla y a su entrenador y han logrado la unión que conduce a la victoria. En la Casa Blanca podemos hacerlo igual. Ya lo hemos hecho muchas veces. No caigamos en errores del pasado. Exijamos como aficionados y verdadera alma del club todo lo que podemos exigir. Y cuando en el césped respondan a la exigencia entenderán el ánimo. Y entonces sí volverá la gloriosa afición. Mientras tanto... piperío, batallas internas y mercenarios por el campo. ¡¡Vamos, joder!!


Mientras sigamos nosotros los madridistas en gilipolleces, mouriñadas, ancellotadas, etc, así nos va ir. O esos cabrones de manga corta se enteran de lo que es el Bernabéu o se cachondearán de nosotros una y otra vez. Y sí, prefiero mil veces el señorío a lograr tres puntos como sea. El Madrid es señorial y volverá a ganar recibiendo aplausos del rival. Como siempre fue y como nunca debió dejar de haber sido. Esos aplausos hoy se los doy yo al Atleti. Y bien merecidos. Y doy ejemplo de señorío desde ya. Culpo a los jugadores de lo ocurrido y siempre lo haré. Ellos son los que corren. Os animaré siempre que vosotros respetéis a la afición. Honrad la camiseta, cabrones, cabrones os digo.

Enhorabuena de nuevo, Atlético. Así habla un madridista.