viernes, 27 de octubre de 2023

LEYENDA DE ROBIN HOOD


No os sorprendáis con el título de la entrada. Es la verdad. Hoy vengo a contaros la leyenda de Robin Hood, no una leyenda de Robin Hood, sino la suya propia. El primer interrogante que a todo el mundo le asalta cuando oye ese nombre es saber si existió tal personaje o es un mito. Y aunque la versión más extendida es que la existencia de Robin Hood es una leyenda fraguada en similitudes y comparaciones con otros personajes que sí existieron, éste que narra que desde niño ha sido un enamorado de tan entrañable aventura acaecida en los bosques de Sherwood y el Condado de Nottingham, entre arcos y flechas, ha encontrado una historia real. Robin Hood existió y su eterna memoria ya tiene casi ocho siglos de antigüedad. ¡Y estoy más contento con el descubrimiento que el juglar Alan-a-Dale cantando la historia de aquel buen Robin Hood que robaba a los ricos para dárselo a los pobres! Tanto es así que he querido dejar escrito en el Rincón, para compartirlo con vosotros (y tenerlo yo para siempre), este capítulo de historia muy desconocida que siempre me traslada a mi infancia y me llena de recuerdos y sonrisas. Jamás antes había sabido que existió y me encantaba su leyenda y, ahora, he descubierto que la leyenda en sí no dirime si existió o no, sino que afirma su existencia y lo que dirime son los asociados tópicos al protagonista que no son todos tal cual los cuentan... Y es que ya sabe, habiendo leyenda, sea en el personaje o sea en su historia, hay algo de invención y algo de realidad.

El caso es existió un sajón llamado Roger Godberd que fue el verdadero Robin Hood. Si os dedicáis nada más que a teclear en Google su nombre y a leer entrelíneas acerca de tal persona, os quedaréis con idea de que tan sólo puede ser una inspiración para respaldar la leyenda del personaje, pero si estudiáis el asunto a fondo, descubriréis que hay sólidas pruebas de que aquel forajido medieval fue, sin duda, a quien tiempo después se conoció universalmente como Robin Hood. De hecho, el propio nombre de "Robin Hood" (hood, del inglés, capucha o truhán) era un sobrenombre que los propios forajidos se ponían haciendo mención al gorro o capuchón que usaban para ocultar su rostro, así como al uso de las pillerías que acometían. Y nuestro protagonista hoy, fue conocido por muchos, haciendo un juego de palabras, como Roger Good, Roger el bueno, por ser el conocido forajido que ejercitó el lema de robar a los ricos para dárselo a los pobres. Nació en Nottingham en la década de 1260 y estuvo bien posicionado socialmente, llegando a ser miembro del equipo de guardia del castillo de Swannington. Al contrario del Robin Hood de leyenda, el verdadero era íntimo amigo de Reginald de Gray, más conocido por su cargo, Sheriff de Nottingham, al cual, también al revés que narra la versión popular, el pueblo quería y respetaba.

Se dice que sus caminos se separaron pues Roger no soportaba el abuso que los empoderados nobles y ricos cometían con los granjeros y las personas de más bajos recursos de aquellos tiempos, lo que le hizo dejar la guardia del castillo y separarse de su buen amigo. Llegó incluso a ser imputado de rebelión por colaborar en la revuelta que organizó contra el Rey Enrique III de Inglaterra su propio hijo, Eduardo. Esto hizo huir a nuestro amigo y refugiarse en los bosques con su camarada Walter Devyas, de quien se cree que pudiera ser el famoso Little Jhon que cuenta la historia. Sobre ambos pesaba también la búsqueda por el delito de de cazar ciervos furtivamente en el Bosque de Sherwood, donde tenían su guarida y formaron, junto con otros huidos, su banda de ladrones. Este grupo de hombres tenía como víctimas principales a los ricos, adinerados y viajeros que, si bien no tendrían culpa de la pobreza o trato de otros, sí se lucraban y beneficiaban del sistema que consentía tal distinción social. Fueron responsables de saqueos, ataques, robos e incendios y existen documentos medievales que cuentan que esos forajidos llegaron a extenderse y a actuar por Leicester, el propio Nottingham y Wilt, aterrorizando a los ricos susceptibles de tener algo que pudiera ser robado. 

Parece ser que el primer robo de Robin Hood, el de verdad, el villano querido, hombre audaz y certero en el uso del arco y la flecha, fue un cargamento de pieles y comida que unos soldados del Rey le habían arrebatado a unas personas de un pueblo en el que Roger pasaba gran parte del tiempo. Y en esa acción quedó atrapado en el arte de ayudar a las personas, ya que todo aquello que "robaba" o recuperaba, lo entregaba a la gente pobre. Su final es lo que no he logrado esclarecer del todo pues he hallado dos vertientes. Una que dice que murió a traición por uno de sus hombres que quiso cobrar su recompensa y otra que cuenta que cuando falleció el Rey Enrique III y alcanzó el trono su hijo, Eduardo I, éste decretó la inocencia de todos aquellos huidos y llamados "Desheredados" que lo ayudaron en su día en la rebelión, por lo que Roger Godberg fue perdonado y volvió a su hogar, consumiendo allí felizmente el fin de sus días, aunque no escapó de los juicios por la caza furtiva de ciervos reales. Curioso. El caso es que fue un personaje entrañable y alabado por todos los habitantes de Nottingham y Yorkshire, donde se encuentra su tumba con prácticamente ochocientos años. Con esto ya habéis visto las similitudes de la popular canción con la historia real pero, lo más fascinante es que Robin Hood, para los que amamos este personaje tan perfectamente encarnado en la gran pantalla por Errol Flynn, no es una leyenda, fue real. ¡Viva Robin de los Bosques!