lunes, 28 de mayo de 2018

13 CONCEPTOS DE EUROPA

Era el mes de Noviembre del pasado año cuando escribí en este pequeño Rincón un artículo llamado "Aquí estoy yo dando la cara" en los momentos en los que el Real Madrid jugaba de pena, acababa de perder contra el Betis en su propio campo y afloraban los cachondeos literales de aquellos que dicen ser culés o atléticos pero lo que son es simplemente antimadridistas. Bien, aquella entrada concluía diciendo (y podéis comprobarlo) "Ya cambiarán las tornas y volveré a estar dando la cara". Y mira por donde así ha sido y ha llegado el momento. El Real Madrid ha vuelto a ganar la Champions League. ¿Otra vez? Sí, otra vez. Y aquí estoy yo dando la cara de nuevo. Y de qué manera. Irradio felicidad por los cuatro costados porque creo que futbolísticamente, salvo ver a tu selección ganar un Mundial, ver al club al que sigues día a día levantar la Copa de Europa es lo más grande que hay. Y he tenido la suerte de verlo siete veces ya, siendo cuatro en los últimos cinco años y las tres últimas consecutivas. ¡Qué celebración más brutal! Y en cuanto alguien cercano me menta a los rivales contrarios aplico respeto. Celebro triunfos propios, jamás derrotas ajenas. Eso no va conmigo. Pero con muchos otros sí. Y contra ellos irán estas líneas porque quieran o no es una muestra de inferioridad. Barre tu casa, Paco, deja la del vecino. El Real Madrid es trece veces Campeón de Europa. Trece. Se dice pronto. Trece. No somos conscientes de la grandeza que eso conlleva. Madridistas, por favor, cuando esta generación de futbolistas falle no les regañéis. Aplaudidles. Son pura historia. Son los responsables de varias de las Copas de Europa que lucen las vitrinas de Concha Espina. ¡Qué bonito es ser del Real Madrid! ¡Qué suerte estar viviendo esta época y este ciclo!
Dicho esto, estoy recibiendo enhorabuenas y felicitaciones de gente de bien, educada y que son seguidores de su club, sin más. Igual que yo lo soy del mío. De los que no están pendientes del mal ajeno, sino del bien propio. Pero, a la vez, estoy recibiendo berridos, despotriques y súplicas de respeto de todos aquellos energúmenos que se pasan la vida embistiendo con sus cuernos cibernéticos en redes sociales contra el Real Madrid y ahora que se les pone el punto a la i lloran como quinceañeras suspensas en matemáticas porque se les dicen las verdades. Y ante esa jauría de sarnosos animales mi texto es incluso pacífico. No se merecen absolutamente nada. Pero nada. Y disfruto viendo sus pataletas sin sentido por dedicarse a desear un mal ajeno que ahora se les vuelve en contra. Un ejemplo: tres minutos después de que el Atlético de Madrid ganase la Europa League y yo hiciera pública mi felicitación a través de Twitter (podéis comprobarlo de nuevo), recibí por respuesta un "Madridistas, hijos de puta, ojalá perdáis contra el Liverpool, ladrones de mierda", cuya fuente omitiré por evitarle más de un disgusto a esa persona. ¿Por qué esa respuesta?  No lo sé. Creo que es simplemente porque la felicitación salió de mi perfil en el cual pone claramente que soy madridista y para esa gentuza no es concebible que un madridista de bien tenga la clase suficiente de dar una merecida enhorabuena sin más comentarios. Me quedé helado. Otro ejemplo: en un grupo de whatsapp con unos 75 miembros, nada más acabar la final que hacía al Madrid nuevamente campeón, hubo madridistas metepatas (que también los hay y no pocos) que lo primero que hicieron fue burlarse de los culés. Mis palabras en ese grupo fueron "¡Enhorabuena madridistas! Dejad a los culés en paz y disfrutemos de lo nuestro". Bien, pues ya hubo gente de ese grupo que se dedicó en otros foros y registros a arremeter contra toda la afición del Madrid usando sus típicos calificativos con los que bien puede describir a sus progenitores. ¿Tengo que aguantar yo eso? ¿Y ahora esos mismos pedís respeto? Iros al carajo. ¿Os pasáis la vida escupiendo a quien os ignora y ahora suplicáis que el agraviado os trate bien u os vuelva a ignorar pasando por alto vuestras afrentas así sin más? No, queridos, no. Ahora también doy la cara. Ya lo dije. Y veros despotricar sin argumento es plácido. Muy plácido. Es precioso ver cómo sufrís sin tener por qué y haberos metidos vosotros mismos una inyección de veneno. No me hace falta deciros nada, el silencio es mucho más hiriente para vosotros, pero daros trece conceptos nunca viene mal sobre todo cuando os los habéis ganado a pulso.

Siempre mantengo que yo quiero al Madrid hasta en las victorias. Sí, hasta en las victorias porque ahí es cuando se le quiere fácil. Cuando se le quiere difícil es cuando juega mal, cuando las aficiones rivales hacen escarnio y cuando aguantamos los palos estoicamente sin decir ni mú. Nadie podrá decir de mí que manifiesto absolutamente nada en contra de otros clubes. Me limito a animar al mío y punto. Por eso me revienta estar recibiendo guantazos de los oportunistas antimadridistas cuando tienen ocasión. Y esos mismos ahora huyen a sus cloacas enfermos de rabia simplemente porque el Real Madrid ha ganado. "¿Pero tú no eres del Barcelona? Sí, pero es que el puto Madrid ha ganado la Champions... ¿Pero no ha ganado tu equipo Liga y Copa? Sí, pero el puto Madrid lleva tres champions seguidas... ¿Pero tú eres culé o antimadridista? Yo soy antimadridista, si gana el Barça disfruto pero si pierde el mandril disfruto más". Y así siempre. Y si por lo menos lo reconocieran y fueran de frente, pues vale, pero no. Se esconden tras la careta de la falsedad y cuando los desenmascaras vienen los llantos y las muestras de envidia e inferioridad convertidas en negaciones de la evidencia y en ataques gratuitos cargados de mal perder. Y a esa chusma no le paso ni una. Ni una. Ni quiero sus mentirosas enhorabuenas cargadas de envidia. Id de frente, joder. Id de frente, desgraciados. Jordi Alba va de frente: Quiero que pierda el Madrid. Lo dice. Y no pasa nada. Pero no vayáis de callados para luego soltar espumarajos por la boca cuando os llega la ocasión. Porque llega el momento en que se os vuelve en contra y no os gusta que os laven los dientes llenos de putrefacción rabiosa y bilis. Los hombres se visten por los pies. Las hienas comen carroña.
Me sienta mal que luego hay lectores de mis palabras que me dicen sorprendidos "Carlos, ¿cómo pones eso?" y es porque ignoran lo que me ha llevado a ello o porque lo quieren ignorar adrede. Al menos, quien comenta conmigo o en mis redes lo que pongo o dejo de poner tienen el reconocimiento de no esconderse y dar la cara también. Lamentablemente no son la diana de mis dardos. Los destinatarios reales, que ellos saben quien son, callan como mujeres de partido aguantando que sea su chulo quien les pague los servicios de su sueldo de falda corta. Es muy sencillo. Miren ustedes, yo en esto del fútbol soy un señor. Y no es un farol ni que no tenga abuela. Es una realidad. Un puta realidad. Soy el primero que hago burlas y guasas a mis allegados y me gusta recibirlas de ellos. Están a la vista mis piques sanos en redes sociales con amigos seguidores de otros clubes. Y creo que sin ello esto del fútbol perdería mucho. Pero aguantar lo que no debo, jamás. Y menos tolerar que me digan "¿Y eso es señorío?". Por supuesto. Lo es. Señorío es disfrutar de mis victorias, con los míos, sin mentar para nada al derrotado ni a otros clubes ni aficiones. Señorío no es aguantar tus verborreas y esputos sin poder replicarlos porque entonces me digas que pierdo el señorío. Lo que sería es gilipollas si aguanto eso. Yo y cualquiera. Si me dedico a estar jodiendo sin motivo a un seguidor azulgrana, rojiblanco o de cualquier color, y éste, harto de mí, me contesta y le replico que está perdiendo sus "valors", lo menos que puede hacer es mandarme a tomar por culo. Y con razón. Y sería gilipollas si no lo hiciera y aguantase mi escarnio solo porque no le digan que pierde la compostura. Pues aquí igual.  Soy un señor y me considero tal y no tengo porque aguantar las imbecilidades de ciertos sectores. Y si cargo las tintas en líneas como éstas es porque estoy harto. HARTO. Con mayúsculas. 

Por todo lo anterior disfruto enormemente siendo seguidor del Real Madrid, disfruto de sus triunfos, de sus victorias y de la racha de suerte que nos acompaña estos años: el gol de Ramos en el descuento, el penalty de JuanFran al palo, las paradas in extremis de Keylor, el penalty de Benatia sobre la bocina, etc. Me río ya de los argumentos adversos de siempre: los árbitros, Franco, los robos, los maletines, la flor... Puede colar una vez, dos... pero siempre no. Es de inferiores y envidiosos negar la evidencia. Igual que cuando el Barcelona ganaba todo apelar siempre al "Villarato". Que no, amigos merengues, que no. Que es lo mismo. Que una vez puede ser y dos también... pero siempre no. Merecían ganar lo que ganaban. Y nosotros ahora también. Es de justos y nobles reconocerlo. Cuando una casualidad se repite constantemente deja de ser casualidad. Y hay que saber ver la verdad, lo que es y cuando es. Y por eso mismo y ya puesto el punto a la i a quien debo ponérselo, cierro el post con los 13 Conceptos de Europa, uno por cada una de las Champions que tiene el Real Madrid. Y que se los autoaplique en el orden que quiera y quien quiera, igual que yo me los he tenido que autoaplicar muchas veces cuando estaba mi club en horas bajas y debía reconocer la realidad. Las definiciones, por supuesto, son de diccionario y no mías. Ya sabéis y reitero que yo siempre doy la cara. Y me la parto si es necesario recibiendo bofetadas o golpeo con ella misma defendiendo la verdad y no teniendo que aguantar afrenta no merecida o malintencionada sin motivo. Abrazos a todos mis amigos culés, atléticos y de otros equipos que se comportan como señores. Abrazos y mis reiteradas enhorabuenas por los logros de este año. Al resto no. Claro, conciso y contundente. Aquí os espero.

TRECE CONCEPTOS DE EUROPA:

1) CAMPEÓN (COPA DE EUROPA DE 1956): Dícese del ganador de una competición.

2) NOBLE (COPA DE EUROPA DE 1957): Persona que va de frente, sin maldad y sin doble intención.

3) SUPERIOR (COPA DE EUROPA DE 1958): Estar situado por encima o ser más alto que otro.

4) ENVIDIA (COPA DE EUROPA DE 1959): Deseo de hacer o tener para uno lo que hace o tiene otro, en ocasiones, considerado superior.

5) ORGULLO (COPA DE EUROPA DE 1960): Amor propio, pundonor, satisfacción por un triunfo que se considera meritorio.

6) RESPETO (COPA DE EUROPA DE 1966): Consideración de que algo es digno y debe ser tolerado.

7) INFERIOR (CHAMPIONS LEAGUE DE 1998): Estar situado por debajo o ser más bajo que otro.

8) LEYENDA (CHAMPIONS LEAGUE DE 2000): Composición poética que narra hechos legendarios.

9) RIDÍCULO (CHAMPIONS LEAGUE DE 2002): Lo que provoca risa por ser grotesco, extraño o extravagante. En el caso de argumentos: falaces e insostenibles por faltar a la verdad.

10) EVIDENCIA (CHAMPIONS LEAGUE DE 2014): Situación real que es conocida por todos y carece de explicación.

11) SEÑORÍO (CHAMPIONS LEAGUE DE 2016): Dignidad de señor, moderación y elegancia en la forma de actuar y comportarse. Aplicable a título individual o colectivo.

12) ANTI (CHAMPIONS LEAGUE DE 2017): Que es opuesto o contrario. Deportivamente es quien desea la derrota ajena antes que la victoria propia.

13) AMAPOLAS (CHAMPIONS LEAGUE DE 2018): Plural de amapola. Planta herbácea de tallo erecto, largo y delgado, con flor grande formada por cuatro pétalos de color rojo vivo.

¡ENHORABUENA MADRIDISTAS! TRECE VECES CAMPEONES DE EUROPA. 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡HALA MADRID!!!!!!!!!!!!!

Y para los antis, amapolas...

viernes, 18 de mayo de 2018

LA VENTA DEL QUIJOTE

Como casi todas las grandes aventuras, ésta también surgió improvisada. Y es inevitable no acordarme que el Camino de Santiago al que tanto amo también llegó a mí de la mano de los pleitos. Mi condición de abogado me llevó a un juicio en La Coruña, de allí cogí un autobús a Santiago de Compostela, era Mayo de 2010, Año Santo Xacobeo... El resto ya lo sabe quien me conoce. En unas horas me empapé de aquello, me invadió el espíritu peregrino y, bueno, ya son seis veces las que he llegado a la Praza do Obradoiro como peregrino. Y las que quedan... Este mismo verano, en menos de tres meses, marcho a Somport (Francia) a iniciar desde allí otro gran Camino que espero concluir en tres años llegando de nuevo a abrazar a Santiago. Pero de eso ya hablaré en otro momento no muy lejano. Hoy venía a contaros otra aventura que surgió inesperada y también por un pleito. En esta ocasión el trabajo me llevó a Puerto Lápice a un deslinde de fincas. En tal pueblo hay una preciosa venta que algunos dicen que es en la que Don Quijote veló las armas y fue nombrado caballero. El caso es que yo no recuerdo haber estado allí jamás y, enamorado de las tradiciones y costumbres de mi tierra y siendo tan amante del mundo quijotesco, aproveché la ocasión para, una vez concluida mi tarea letrada, visitar la venta y disfrutar una excursión no planeada con buen regustillo manchego.

Y así me planté en la llamada "Venta del Quijote", aunque yo me mantengo en la creencia (llamadme loco si bien antes estudiad el asunto al menos igual que yo) de que la venta donde Don Quijote veló armas no fue ésta sino la Venta de Borondo. Luego explicaré por qué. Pero a lo que iba hoy es hablar de la Venta sita en Puerto Lápice y, sin duda, es maravillosa y te transporta cuatrocientos años atrás a los tiempos en que, a los ojos de nuestro personaje más universal, los molinos de viento se convertían en gigantes, las bodas de Camacho duraron tres días y tres noches, Doña Ruidera y sus siete hijas dieron lugar al río Guadiana o a la luz de la luna y entre huéspedes, jarrillos de vino y alguna "mujer de partido" que por allí anduviera, velase armas Don Alonso Quijano. Imperan el color blanco encalado y azul añil, los gruesos muros con aperos de la época y un aroma cervantino flotando en el ambiente que va desde el portón a la bodega y desde ésta hasta las alcobas. Una maravilla, vamos. Y bien conservada, restaurada y cuidada. Ubicada en el Camino Real de Andalucía, evocando cuando en aquellos tiempos del siglo XVI se bajaba de Madrid a Sevilla atravesando la más pura Mancha por sus pueblos, se mantiene en pie una señora venta que continúa ofreciendo parada y posta al viajero.


El lugar ofrece restaurante para comer con un menú cuyos platos a elegir son pura gastronomía manchega y/o quijotesca, entre los que se puede escoger los típicos que llevan pisto y recetas tradicionales como las migas del pastor o los que sin duda Miguel de Cervantes conoció y degustó como el guiso de las bodas de Camacho que, precisamente, está recogido en su obra universal y del que Sancho Panza dio buena cuenta. La venta te recibe también con una exposición de acceso gratuito donde se observan recreaciones de estancias de la época y capítulos del Quijote y una tienda de recuerdos donde pueden adquirirse todo tipo de detalles quijotescos, manchegos y españoles que tanto gustan a los turistas, desde un imán de nevera evocando a los molinos de viento hasta un par de castañuelas de flamenca. No hemos de olvidar que a estos lugares llegan muchas excursiones de extranjeros que consideran que lo único "tipical hispanis" es el mundo taurino y el flamenco. El caso es que la venta ofrece de todo a los turistas y viajeros tanto nacionales como de otros países y su visita es muy recomendable, sobre todo para los que aman su tierra y sus costumbres y son apasionados del Quijote pues, como antes indicaba, te traslada a aquellos tiempos de aventuras de caballeros.

Y ahora lo siento pero si no lo digo no soy fiel a mi mismo. He mencionado por ahí arriba la Venta de Borondo y ya anticipaba al principio de esta entrada que luego explicaría por qué me mantengo en la creencia de que fue en ésta y no en la ubicada en Puerto Lápice de la que vengo hablando en la que veló las armas Don Quijote. Y ojo que como amante de la Mancha y del mundo quijotesco recomiendo a todo el mundo que visite la Venta. Es un disfrute. Pero que se conozca a la misma como "La Venta del Quijote" y se haga publicidad de que fue en ella donde al hidalgo se nombró caballero... Mire usté, pero no. Como reclamo me parece muy bien. Y como fuente de ingresos también. Pero como historia y realidad no. En absoluto. Y no, no me dejo llevar por mi pasión hacia la Venta de Borondo. Me dejo llevar por datos recabados, estudiados y contrastados.


Veamos. Si estudiamos el texto literal de la obra de Cervantes veremos que cuando Don Quijote abandonó el Campo de Montiel, lugar del que partió en su primera salida, cabalgó desde el alba hasta el anochecer, siendo en ese momento cuando decidió tomar descanso tras toda la jornada. Bien, por aquel entonces, verano en la Mancha, sol abrasador y caminos carentes de sombra, cabalgar a lomos de un caballo con la descripción de Rocinante equivaldría a recorrer entre 45 y 60 kilómetros. Reitero aquí que está estudiado el asunto. Y ha de considerarse también que Don Quijote cabalgaría siempre hacia poniente pues era allí donde ocurrían todas las aventuras de los libros de caballerías, dato igualmente contrastado. Sigamos. Si se sale del Campo de Montiel y se recorren a caballo entre 45 y 60 kilómetros con dirección hacia poniente sólo se llegaría al anochecer a dos posibles ventas: la de Puerto Lápice o la Venta de Borondo. Hasta aquí correcto. Pero si seguimos desgranando el texto de Cervantes veremos que dice que donde llegó nuestro ingenioso hidalgo es a una venta como salida de la nada que confundió con un castillo. Y hete aquí que la venta de Puerto Lápice, llamada "Venta del Quijote", de acuerdo a los datos topográficos ya existentes en tiempos de Felipe II, se encontraba dentro de la propia aldea, rodeada de casas y población y así continúa y basta una mera visita para observar que tiene construcciones adosadas de su misma edad y no nuevas, pero, sin embargo, la Venta de Borondo estaba tal cual está y tal cual sigue hoy en día: en mitad del campo y solitaria. Y además, la única de las dos ventas que tiene un torreón a modo de castillo es la de Borondo. Por eso se ha de descartar la venta ubicada en Puerto Lápice como el lugar donde ocurrió el capítulo de velar las armas. Todo coincide: la distancia entre el Campo de Montiel y la venta a la que llegó, su orientación y su situación aislada. Con toda certeza llegó el protagonista a la Venta de Borondo y no a la Venta de Puerto Lápice. Y es más, estoy plenamente convencido que Don Miguel de Cervantes conoció ambas ventas cuando fue recaudador de impuestos de la zona y sabía cual de ellas estaba describiendo en su obra. Por eso, tras haber investigado y contrastado todos los datos obtenidos: Don Quijote de la Mancha veló sus armas y fue nombrado caballero en la Venta de Borondo, aquella que "vio no lejos del camino por donde iba y que a él le parecía castillo". Lo siento por la, mal llamada en este sentido, "Venta del Quijote" de Puerto Lápice, pero la historia es la que es y los datos no mienten.


Y dicho esto, os animo a todos, pero a todos, a ir a Puerto Lápice y conocer la Venta del Quijote, empaparos de la historia e imaginaros co-protagonistas de aquellos episodios que allí reflotan. Y luego y con la mente llena de retazos quijotescos visitad la Venta de Borondo previa lectura del capítulo II de la primera parte del Quijote. Ya me diréis... Una perfectamente conservada y restaurada. Otra prácticamente derruida pese a ser declarada Bien de Interés Cultural. Una cargada de fantasía y atracción turística. Otra cargada de realidades que hablan a través de sus muros. Una en Puerto Lápice. Otra en un lugar de la Mancha... Me lo dijo un buen amigo. ¡¡Hasta otra!!

jueves, 10 de mayo de 2018

EL CANGREJO, UN LUGAR PECULIAR

En el pueblo de La Solana, en pleno campo de Montiel, reside José Luis Salcedo, mi buen Selu, cofrade, compañero y amigo que pone voz a las cofradías en las ondas de Radio Horizonte a través del programa "El Escapulario". No es la primera vez que me acerco con él al estudio de la radio local solanera a pasar un agradable rato entre micrófonos charlando de lo que más nos gusta. Pero en esta ocasión, además, le dije que quería conocer el restaurante "El Cangrejo" pues me habían comentado que era parecido al famoso "Casa Pepe" de Despeñaperros, con todo tipo de ambientación franquista y de la más profunda España Nacional, siendo un reclamo turístico para todos aquellos curiosos de una u otra ideología que quieran conocer el lugar dejando aparte sus políticas.

Es evidente que a un lugar con tal decoración se ha de ir aislado de pensamientos y simplemente a observar la cantidad de detalles que lo plagan y a pasar un rato agradable en un lugar tan peculiar. De lo contrario es mejor no ir. Porque, a lo José Mota, "Que no es por no ir... que si hay que ir se va... pero ir pa ná... ir pa llevarte un mal rato... Si hay que ir se va pero a lo que hay que ir, no al zanganeo". Pues eso. Valga un mero detalle: si un aficionado del Real Madrid va a ver un partido al Wanda Metropolitano con la afición colchonera, debe ir mentalizado de que se mete en casa del enemigo y dedicarse a disfrutar del partido que va a ver, sea el que sea, obviando los insultos que oiga hacia el club de sus amores. Si a lo que va es a hacer gala de su madridismo en corral ajeno y a encararse con todo lo que allí ocurra o va a provocar a la casa del vecino y a imponer su criterio en un ejercicio de uno contra mil, es fácil que se vaya con los hocicos calientes por imbécil. Así de claro.
Sentada esa apreciación y con ganas de conocer el local y su ambientación pues había oído mucho hablar de ello, Selu reservó mesa para los cuatro que nos juntamos en el pueblo a grabar a la radio y a pasar un día entrañable: José Luis Fernández (Panuchero), el propio Selu, mi primo Fer y yo. Nos recibió en la entrada aparcado el coche del propietario del restaurante a modo de anticipo de lo que espera nada más pasar al local: los colores de la bandera nacional por toda la estancia y todo tipo de apología y memoria a los tiempos de la dictadura de Francisco Franco de principio a fin. Por supuesto José Antonio Primo de Rivera también está presente. Faltaría más. No queda rincón del restaurante sin decorar de una manera u otra y por los altavoces suena a menudo el "Cara al sol". Desde luego es digno de conocer el lugar. Los parroquianos que lo regentan, ya acostumbrados a ello, actúan con total naturalidad y normalidad, siendo los visitantes curiosos los que nos quedamos con cara de asombro ante todo aquello. Insisto una vez más en que merece la pena la visita pues entretenida es un rato y, las cosas como son, se come bastante bien y barato. Eso sí, lo recalco, se debe ir concienciado de lo que nos vamos a encontrar y obviar todo tipo de detalles y pensamientos. Es como el ateo que visita el Vaticano: "mire usté, admire el arte y olvide la religión". Aquí igual. Déjate llevar puesto que nadie te obliga a ir y saborea un lugar tan peculiar en plena Mancha y échate unas risas.


Llaman a la atención todo tipo de detalles que lanzan mensajes que logran incluso sacar una sonrisa bondadosa. Son destacables una gran fotografía del Caudillo ataviado con la camiseta del club de Concha Espina, a modo cartel, en la que puede leerse "En el Cangrejo se ven todos los partidos del Real Madrid" o una pancarta colgada del techo como si fuera una bandera de España con sendas águilas de San Juan a los lados con la leyenda "Las mejores gachas de España te las puedes comer aquí". Se encuentran también mil reseñas sobre la victoria del conflicto bélico, la falange, la Guardia Civil, el Valle de los Caídos y todo tipo de imágenes o reminiscencias que tenga algo que ver con Franco, su papel en la guerra y su posterior dictadura. La apología que hace el lugar a los tiempos pasados del dictador llega hasta tal punto que a la entrada del local, en la propia puerta, pone bien claro en un cartel: "¡Aviso! Entras en zona nacional. Si no te gusta vuelve por donde viniste. ¡Arriba España!". Y los manteles de las mesas del comedor llevan estampados el águila de San Juan y la leyenda "Una, grande y libre". No queda lugar del restaurante que se libre de vítores, imágenes, recuerdos o mensajes ajenos a la temática común del mismo. Incluso en la tienda de recuerdos (que los hay y muy curiosos) las bolsas de harina de almortas o pitos para hacer las famosas gachas manchegas también llevan por decoración una pegatina de la bandera de España con el águila. Y no, no es una exageración. Adjunto foto pues me reí bastante con tal detalle.

Total que Selu, Panuchero, Fer y yo pasamos un agradable rato en un sitio muy curioso. Y la gente que estando en tal lugar nos oía hablar de cofradías pasó mejor rato aún. Éramos una curiosidad dentro de la curiosidad. Y como decía por ahí arriba se come bastante bien. Un amplio y abundante menú por 10 euros que incluye primero, segundo, postre, bebida y pan y con unos platos de buen yantar entre los que hay patatas a la riojana, fideuá, chuletas, calamares, paella, entrecot, bistec, tarta de queso, suspiro de queso manchego, flan casero, etc. Vamos que nos pusimos como el quico y la visita mereció la pena pues el buen ambiente entre nosotros y la peculiaridad del local, evadiéndose de ideologías y políticas, ya lo he dicho, hacen que merezca la pena la visita a este reducto franquista que pervive en la Solana y que está, las cosas como son, bien asentado pues lleva más de treinta y cinco años existiendo y ganando fama. Y con los tiempos que corren políticamente no es fácil ganar turismo y visitantes con campañas permanentes de este tipo. Ese es el mérito de lugares como este: saber equilibrar lo extremo con la curiosidad. Para ello el fiel de la balanza es el respeto entre los de dentro y los de fuera. No existe otra manera. Os ánimo a conocer el local como si fuera un parque temático. Olvidad ideologías y visitad el Cangrejo. Un lugar diferente, sin duda.