viernes, 28 de junio de 2013

DE NUEVO CON LA SELECCIÓN NACIONAL

Otra vez vamos que nos vamos con un poquito de fútbol, con la excelencia en el juego que alcanza nuestro producto nacional, con esos locos bajitos que miman la pelota y hacen la delicia de nosotros como aficionados. Sinceramente ver jugar a los Xavi, Iniesta, Torres, Cesc, Mata, Navas, etc, con la soltura y desparpajo que lo hacen es mantenerse en un sueño futbolístico sin parangón. Tanto habíamos esperado este momento que no queremos que se esfume jamás. Y ojo, reconozco que tras el triunfo en la triple corona, eurocopa, mundial, eurocopa, yo era de los que pensaba que sería dificilísimo mantener el nivel adquirido y demostrado y seguir ilusionándonos con nuestros jugones, pero, ¡ay, Señor!, es que viéndolos jugar ahora en la Copa Confederaciones siguen igual. Qué máquinas. Qué fenónemos. Nos hacen imaginar el triunfo en la Confe Cup e incluso nos hacen soñar con ganar nuevamente el mundial en el mismísimo Brasil, cuna del "jogo bonito".
Antes de seguir elogiando a nuestros chiquitines y ante la duda de muchos de ustedes al respecto, explicaré qué es la Copa Confederaciones y el por qué juegan, por ejemplo, Italia y Tahití. Mucha gente sabe que en dicho torneo intervienen, entre otras selecciones, la campeona del mundo y la campeona de  cada confederación. Bien, como somos unos cracks, España es la actual campeona tanto del mundo como de la confederación europea. Nosotros vamos como campeones del mundo e Italia, subcampeona de la última eurocopa por nuestra culpa (un brillante 4-0 que aún perdura, jojojo), juega como representante de la confederación europea ya que nosotros no podemos ostentar dos representaciones en el mismo torneo. Este torneo, si bien es una competición menor, no deja de ser la copa que nos falta por conseguir y que nos depara la final que tantos futboleros hemos deseado: Brasil - España.

Bien, la Copa Confederaciones se disputa un año antes del próximo Mundial en el país que sea sede del evento, el cual como anfitrión es uno de los equipos de la competición. De este modo y sabiendo que el Mundial del año que viene se celebrará en Brasil, es evidente el por qué la selección de dicha nación juega en la Confe Cup. A su vez, al país le sirve como ensayo y preparación para el Mundial de Fútbol que va a acoger: estado y mantenimiento de los campos, organización, seguridad, alojamientos, hostelerías, etc.
Igualmente, los campeones de las respectivas confederaciones se incluyen también en la lista de selecciones que disputan este torneo. Por eso en esta edición 2013 compiten Uruguay, Campeón de la Conmebol (Copa de Sudamérica), Italia, Subcampeona de la Uefa (Eurocopa), México, Campeón de la Concacaf (Copa de América del Norte, Centroamérica y Caribe), Japón, Campeón de la AFC (Copa Asiática), Nigeria, Campeona de la CAF (Copa Africana) y Tahití, Campeona de la OFC (Copa de Oceanía). Por último, se invita también a participar a la selección actual Campeona del Mundo: España.

Un total de ocho selecciones, la anfitriona, la campeona del mundo y las campeonas de las seis confederaciones continentales son invitadas por la FIFA y compiten en el torneo que lleva su nombre: Copa Confederaciones. Es una competición entretenida y aunque no goce de la pasión que se le imprime a la Copa de cada Confederación o al propio Mundial, como es lógico, no deja de ser un título que toda selección desea ganar. En nuestro caso particular y tras estar gobernando el deporte rey desde hace unos años es el momento idóneo de adquirir la copa que nos falta. Para ello queda por salvar un último escollo y no será fácil. Hemos llegado a la final y nos espera nada más y nada menos que la pentacampeona del mundo jugando en casa y en su papel de anfitrión en el estadio más mencionado en la historia del fútbol: Maracaná.
Esta edición de la Copa Confederaciones nos ha dejado ya grandes recuerdos como el precioso tiqui taca ofrecido ante Uruguay, el escandaloso 10-0 endosado a Tahití, la semifinal de infarto que volvimos a ganar en la tanda de penalties, el bellísimo partido Brasil - Italia (y cuando digo bellísimo es bellísimo, la canarinha contra la azzurra, un partidazo mítico y clásico del fútbol internacional sólo apto para exiquisitos paladares futbolísticos), la maravillosa lección de humildad y agradecimiento de la selección de Tahití (esa pancarta de "Obrigado Brasil" ha sido de los gestos más preciosos que se han visto en la historia del fútbol), los destellos de magia de Iniesta, el señorío de Pirlo y tantas y tantas cosas que los que amamos este deporte recordaremos.

Y bueno, señores y señoras, ya lo saben ustedes. Estamos en la final. Debe ser algo grande, soñado, digno de elogio, reconocimiento y recuerdo. Copa Confederaciones 2013. Estadio de Maracaná. Final: Brasil - España. 30 de Junio, Domingo,  a las 00;00 horas.

Desde el Rincón de mis Pasiones os emplazo para que unamos nuestra voz en una sola palabra y retumbe en el mundo como lo hiciera aquel inolvidable 11 de Julio de 2010 en Johannesburgo en el minuto 116 cuando tocamos el cielo con las manos...

¡¡¡ESPAÑA!!!

lunes, 24 de junio de 2013

NUESTROS PUEBLOS

Vaya con anticipación a esta satírica entrada mi mayor respeto y admiración a la que considero la raíz de la cultura y la sabiduría en toda capital que se precie: los pueblos. Y no es sorna. Ni mofa, ni befa, ni burla. Admiro los pueblos y a sus habitantes mucho. Sí, los pueblos es donde todo se origina. Y a mí, personalmente, me enamora la manera con la que mis gentes me muestran sus encalados muros de procedencia sonriendo y manifestando con orgullo: "Este es mi pueblo". Está comprobado que en ellos nacen las ricas viandas, que en ellos se originan las clásicas costumbres, que en ellos se mantienen vivas las tradiciones, que en ellos se viven unas fiestas sin parangón, que en ellos se hace un peculiar uso del idioma, que en ellos... En fin, en los pueblos, nuestros pueblos de la Mancha (y diría que así ocurre en prácticamente todo el territorio nacional) se vive de peculiar manera, de una forma llana, de una forma campechana y de una forma curiosa, ante todo curiosa.

Y dícese por curiosa que ellos, sus habitantes, muchas veces suspiran por la vida de la capital, pero no se dan cuenta que nosotros, capitalinos, no somos nadie si no hemos pasado sus filtros. Por ejemplo y por principal: el DNI. El documento nacional de identidad. Sirve para identificar sin género de duda o error a una persona (salvo en el caso de la Infanta, ya saben ustedes...). Aquí en la capital un ejemplo sería: "José Sánchez Rodríguez. Hijo de Antonio y de Demetria. Nacido el 13 de Septiembre de 1981.  Sexo: Varón." Por el contrario, en el pueblo sería: "Pepe el pequeño de la Demetria, la panadera, ¿no sabes? El que nació un día antes de la Feria del Cristo el año que tanto llovió. El mariquita." Así sí. Así se presenta una persona del pueblo. No hay duda. No sirven apellidos. Se sustituyen por las palabras "el de / la de..." o "el de la / la de la..." acompañadas de un oficio o el apodo familiar. Manolo el de Paco, el fontanero. Esteban el de la Pili, la pambilla. Virtudes, la de Carmen la boticaria. Pradico, la de la Inocencia, la tetavana.
Y si tiramos más para atrás la cosa sería tal que así: Pepe el pequeño de la Demetria, la panadera, nieto de Charo la tronchailla, ¿estás en lo que te cuento? El que es así un poco flor...
Vamos que cuando alguien llega al pueblo no es él ni ella. Se convierte. Deja y pierde su personalidad y pasa a ser "el de... / la de...". Así surge una de las primeras preguntas que se formulan en los pueblos, filosofía pura socrática que sigue encarnando y reviviendo los más ancestrales interrogantes del hombre: "¿Y tú de quién eres?"

Bien, presentada una persona pasamos a estudiar la comunicación entre dos de ellas. Vamos, lo que viene siendo un hecho tan común como saludarse por la calle e intercambiar unas pocas palabras con la precisa cortesía. El ejemplo de la ciudad lo tomaré de la conocida canción infantil que dice así: "-¡Hola Don Pepito! -¡Hola Don José! -¿Pasó usted por mi casa? -Por su casa yo pasé. -¿Vio usted a mi abuela? -A su abuela yo la ví. -¡Adiós Don Pepito! -¡Adiós Don José!". (Enhorabuena a los que lo habéis leído cantando por sacar a relucir el niño que todos llevamos dentro). Por el contrario, en el pueblo la comunicación sería más o menos tal que así: "-¡Heeeeeeeeeey vecinico! -¿Qué pasa, artista? -Poco, voy donde Leopoldo el carpintero a ver si le compro un par de tablicas pá la puerta el gallinero. ¿Y tú? ¿Qué marchas me llevas? - Ná, a ver si se viene Esteban el cartero a echar la partida al casinejo. -Eso está mu bien, hombre. No enredarse mucho que sos enfandan las mujeres.  -Ya, ya. Voy con prisa. ¡Con Dios! -A mandar, tunante." Quedan patentes las diferencias, pero lo que no queda patente es que tras esas boinas apretadas y puestas a rosca, tras esas gorras de publicidad (Caja Rural y Jhon Deere las más famosas) con la visera plana, tras esos palillos mondadientes que juguetean entre los dientes y labios de los abueletes interlocutores y esos vocablos tan peculiares se esconde la más pura honradez y habla de corazón. En los pueblos es así. Si te conocen (y te van a conocer porque siempre serás el de / la de...) te saludan y hablan contigo. Si no, no. No hay medias tintas. En la ciudad, lamentablemente, abundan. Me quedo con los pueblos, oiga, una comunicación más honrada.



¿Y las fiestas? ¿Qué me dicen ustedes de las fiestas? En la ciudad tenemos alguna fiesta principal que no deja de convertirse en un macrobotellón urbano en el que los propios capitalinos y nuestros invitados de turno nos dedicamos a la ingesta masiva de licores alcohólicos. Así es, al menos, por estos lares. Carnaval: Botellón. La Zurra: botellón. La Pandorga: botellón. La Feria: botellón. San Fermín: Botellón. Verbena de la Paloma: Botellón. Feria de Abril: Botellón. Fallas: Botellón. Y así siempre. Son nuestras fiestas. Son nuestros botellones. No salimos de ahí. Bueno si, vamos a los toros y luego hacemos botellón. Pero, ¡ay amigos! En los pueblos la cosa cambia. Puede ser la fiesta que sea que tú, sí, sí, tú, lector, el de la... (póngase aquí el nombre de la madre), hasta que no te emborraches en un pueblo en un discopub con nombre de piedra preciosa, por ejemplo, DiscoPub "El Diamante", Pub "La Gema" o Discobar-Karaoke "Esmeralda", no sabrás lo que es una fiesta. Hasta que no te pongas "más pedo que Alfredo" en El Diamante y bailes alocadamente "Que la dentengan que es una mentirosa, malvada y peligrosa..." o "¡Un, dos, tres! Un pasito p´alante María...", no sabrás lo que es una fiesta. Y es que no es una fiesta cualquiera. Es la fiesta. A secas. Y te ven los lugareños y comentan: "Cucha, el de la capitalilla, el mediano de la Emilia la de la óptica, como se lo pasa en el pueblo, ¿eh? Graaaaaaacias a Dios, Amparito, no lleva moña encima". Entonces sí que sí. Cuando has salido a gatas del Esmeralda y canturreando por Chayanne te has pegado una fiesta.

No podía obviar otras cuestiones merecedoras de ser narradas de los pueblos. La gastronomía y la cultura popular. En la capital podemos tener grandes restaurantes, pero como la tortilla del Bar "Cuatro Esquinas" no hay manjar igual. Y las migas que hace el abuelo de Miguelete son dignas de probar. Y las croquetas caseras que hace la Toñi quitan el sentido. Que sí, que sí, que en la capital tenemos buenos menús, pero en los pueblos... Ese pan, ese aroma a guiso casero, ese cocinar con amor con el puchero y la lumbre no tiene nada que lo supere. En los pueblos los cerdos se crían en granja de toda la vida y comen desperdicios y basura. Y esos jamones están mil veces más ricos que los  de los cerdos criados en la capital en inmensas naves donde los animales no reciben ni el sol y se alimentan de piensos artificiales. Y eso es así y no admite discusión. Y las gallinas en los pueblos corretean incluso por la calle y comen de todo lo que pillan. Y con sus huevos se hacen amarillentas tortillas que en nada se parecen a las obtenidas con los blancuzcos huevos de las gallinas criadas en las naves de las ciudades. Y reitero que eso es así y no tiene más vuelta de hoja.

Y la cultura popular. ¿Qué me decís de la cultura en los pueblos? Se sabe de todo. Puedes pasarte años sin ir al pueblo que de repente llegas un día y pasas por delante de dos abueletes que están pasando la mañana al freso y conformen te vean de nuevo te miran y exclaman: "¡Hombre! Pero sí es el nieto de Angeluco el herrero. Pues estás más gordo. Y te veo así como que cojeas un poco. Eso va a ser del ácido úrico que te da un poco de gota. Si es que te pegas unas fiestas en el Esmeralda que te hartas de chispalibres, ¿no sabes? Anda cuando eras mozo y saliste cantando a voces la canción de Salomé de Chayanne, ¿eh? Menudo artista estás hecho. Ya sabemos que te has casado y que vas a estar aquí unos días comiendo jamoncete del bueno y tortilla del "Cuatro Esquinas". No me mires así que aquí estamos mu puestos, pájaro, ¿de ande te crees que se inspira el Mota pa lo de la vieja´l visillo? Díselo tú, Andrés. Anda tira a saludar a la gente que hace tiempo que no vienes, hermoso".

Bestial. Impresionante. Como ellos dirían : "¡¡La Virgen!!" Desglosemos. Nada más verte te dicen tu procedencia: el nieto de Angeluco el herrero. Tu estado de salud: Pues estás más gordo. Te veo que cojeas un poco. Tu diagnóstico: Eso es del ácido úrico que te da gota. La causa: Muchos cubatas en el discobar-karaoke Esmeralda. Tu historia: Cuando eras mozo saliste borracho de un bar cantando Salomé de Chayanne. Tu presente: Eres un artista. Tu pasado más cercano: Te acabas de casar. Tu futuro más inmediato: Vas a comer jamón y tortilla. Información adicional: Aquí sabemos de todo y somos fuente de inspiración de sabiduría. Véase, José Mota y su personaje de la Vieja del visillo. Contraste de Información: Díselo tú, Andrés. Un consejo: Ve a saludar a la gente que se alegrarán de verte. Y una cálida despedida: Hermoso. Repito: Bestial, impresionante, ¡la Virgen!. ¿Acaso se puede decir más con menos palabras? En dos minutos nuestros cultos ancianos te dicen tu más pura enciclopedia de la vida. Y no hace falta internet ni nada. En nuestros pueblos radica la sabiduría. Ya lo dije al empezar estas líneas. A una muchacha se le retrasa la regla unos días y en el pueblo ya saben hasta el sexo del bebé. Son así.

De esta manera, tras ver cómo se identifican entre ellos, de qué modo hablan y se intercomunican, cuán ricas gastronomías tienen, lo bien que festejan, cómo saben de todo y, sobre todo, con qué naturalidad actúan los pueblerinos, me reitero en mi amor hacia ellos y la defensa a ultranza que siempre hago y haré de las gentes de mi tierra, por muchas pizcas de humor e ironías que intercale en ello. Ser español es un orgullo, castellano-manchego un honor y de raíces en los pueblos un título. Concluyo con la frase que adoptó como slogan la conocida marca de refresco Aquarius cuando hizo la campaña de las gentes de España: "Déjate adoptar por un pueblito bueno".

jueves, 13 de junio de 2013

LEYENDA DE SAN MILLÁN DE LA COGOLLA

Ahora que mi proyecto veraniego más inminente es realizar el Camino de Santiago por todos aquellos tramos que no he realizado aún, al pararme a estudiar las etapas que pretendo recorrer, me ha venido a la cabeza el recuerdo de que mi primera vieira de peregrino llegó a mi vida precisamente donde este año detendré mi caminar: en Santo Domingo de la Calzada. Dicha viera ya ha pendido de mi mochila durante dos Caminos a Compostela. Y deseo fervientemente que sean varios (muchos) más. Decía que este año  recorreré el primer gran tramo de los que me faltan por recorrer: desde Saint Jean pied de Port hasta Santo Domingo de la Calzada. Cruzaré, Dios mediante, los Pirineos caminando y pasaré peregrinando de Francia a España. Me detendré en la bella comunidad riojana, curiosamente donde conocí la Ruta Jacobea antes de que San Iago me convenciese y animase a recorrerla. Y recordando (lector te recuerdo que recordaba y esta entrada nace en un recuerdo), el mismo día que visité Santo Domingo de la Calzada "donde cantó la gallina después de asada", curiosamente también hube visitado los Monasterios de Yuso y Suso. E igual y curiosamente del mismo modo ya escribí en el blog la Leyenda de Santo Domingo de la Calzada. Cuán fructífero fuere aquel día y yo sin saberlo hasta que las líneas de la vida te van escribiendo y leyendo la historia. Tu historia. Y hoy la que me toca escribir es la historia de San Millán de la Cogolla, el eremita, el sabio anacoreta... La leyenda.

En el Valle de San Millán, así llamado por nuestro protagonista, se enclavan dos magníficos e históricos monasterios, Suso y Yuso, los cuales fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en el año 1997. Entre los muros del Monasterio de Yuso, además de reposar los restos del Santo, nacieron las Glosas Emilianenses y la lengua castellana. También se acuñaron en él las primeras glosas en lengua euskera. En cuanto al Monasterio de Suso, sus orígenes se remontan al siglo V y fue levantando en el lugar donde residió y falleció San Millán. Os narro la historia.

Monasterio de Suso
Era San Millán un sabio eremita que se retiró a realizar vida contemplativa y de oración, residiendo en unas cuevas naturales que existían en la montaña. Se alimentaba de frutos y raíces, amaba y entendía a los animales y conocía y dominaba los secretos de la madre naturaleza de tal guisa que muchos lugareños se acercaban a pedirle consejo. No tardó en crearse fama y tener un grupo de discípulos que le seguía y aprendía de él. Corría el año 574 cuando murió a la edad de 101 años y sus seguidores lo enterraron en la cueva donde hubo pasado su vida y dado sus lecciones. En torno a dicha cueva y a las aledañas en las que pasó sus días el sabio eremita se fue originando el primer monasterio y allí reposaron los restos de San Millán, a quien el pueblo donde nació lo nombró Santo antes que la Iglesia. Se reconocieron sus obras caritativas y apariciones defendiendo a los cristianos y el lugar monástico, arriba del valle, fue creciendo dando nacimiento al Monasterio de Suso.

Siglos después y ya totalmente construido y definido en varios estilos arquitectónicos el Monasterio donde se guardaban las reliquias del anacoreta, a mediados del siglo XI, la Ruta Jacobea alcanzó grandes cotas de popularidad y tránsito, desviándose muchos peregrinos hacia la región de Berceo para visitar los restos del Santo. El Rey Sánchez García, apodado "El de Nájera" por su procedencia, muy devoto de San Millán, había ordenado construir en su ciudad, Corte del Reino, el Monasterio de Santa María la Real y tanto al Obispo como a los nobles les pareció adecuado trasladar al novedoso templo los restos del santificado eremita. Así la riqueza de Nájera se vería incrementada cultural y económicamente pues los peregrinos se detendrían más a su paso.

Monasterio de Yuso
Así llegamos al día, 29 de Mayo de 1053, en el que en una carreta tirada por bueyes colocaron los huesos del Santo y partió la comitiva dejando desolados a los monjes del Monasterio de Suso que perdían a su Patrono. Cuando llegaron al llano del valle, cerca del río, las bestias se pararon y no continuaron la marcha. No hubo fuerza humana que les hiciera retroceder ni avanzar. No se dio manera alguna de que los bueyes volviesen a reanudar la marcha y avanzase la carreta con las reliquias, lo que fue interpretado por los presentes y por el mismísimo Rey como un designio divino. Cuenta la leyenda que los hechos ocurrieron como un milagro mediante el cual San Millán impuso su voluntad de permanecer eternamente en el valle donde vivió, negándose a ser enterrado de nuevo en otros lares.
Ante ello, el Rey Sánchez García ordenó construir un nuevo y magno monasterio en el lugar exacto donde los bueyes se detuvieron, abajo en el valle. Así nacería el Monasterio de Yuso.

De esta manera la leyenda cuenta el por qué allá por donde viviera San Millán se construyeron dos monasterios en su honor. Uno en la cima del valle y otro en la falda baja del mismo. Se les llamó Suso y Yuso debido su ubicación y a los vocablos latinos "sursum" (arriba) y  "deorsum" (abajo).

 Monasterios de Suso (arriba)
y de Yuso (abajo).
Y con estas líneas concluyo la entrada que empecé con un recuerdo y una vieira. Bien pudiera también degustar un buen caldo riojano de aquella bonita tierra. Me queda el buen sabor de boca de haberos contado otra bonita leyenda y seguramente de haberos despertado la curiosidad y ganas de visitar la Rioja para disfrutar, entre otras cosas, de la ciudad de Nájera, de Santo Domingo de la Calzada, del tramo del Camino de Santiago que por allí discurre, del monasterio donde vio la luz nuestra lengua castellana o, simplemente, del lugar donde vivió Emiliano, un curioso y sabio pastor, quien luego fuera San Millán... 

viernes, 7 de junio de 2013

ARS VIVIENDI

No. No es que ahora me haya dado por poner los nombres de las entradas en latín. Soy consciente de que la última también la titulé en la lengua madre de la nuestra pero os garantizo que es una mera coindicencia. Y sí. Sí pido disculpas por la tardanza en regalaros unas líneas a los que seguís mi humilde "Rincón" con fidelidad. Llevo días bastante atareado con diversos proyectos que me han ocupado el tiempo suficiente como para no molestarme en mi trabajo pero si en todas y cada una de mis aficciones: entre ellas escribir en el blog. Al menos he estado ocupado en cuestiones que, si bien no todas ellas me hacen ganarme el pan, me reportan satisfacción moral y personal. He estado disfrutando de ilusiones, sueños e ideales. Y como toda acción tiene una reacción también he disfrutado de batacazos, pesadillas y traiciones. He estado gozando de "El arte de vivir" y de ahí el nombre en latín "castellanizado"de este post: Ars viviendi. Ojo a la guasa latino-castellana. Ars viviendi (que no ars vivendi). No es lo mismo.

Y "El arte de vivir" no es sino la vida misma. Con sus ilusiones y con sus bruscos despertares. Con el creer que estás llegando a la meta y el resultar que estás empezando tu carrera. O con el creer que esa carrera no la ganarás y resultar ser el campeón, ¡ojo!, sin siquiera intentarlo. He pasado unos días forjando unas ideas y las cuales se me han desbaratado sin yo quererlo. Eso te hace reflexionar. Eso también forma parte del Ars viviendi. Hay que saber capear las situaciones y no todas son para tomárselas con humor. Hay cosas serias.

A ver, "no preocuparse, miarma", como dicen mis compadres del sur. Lo que narro no quiere decir que haya pasado unos malos días o que me haya ocurrido nada grave. Simplemente tenía ganas de hacer esta reflexión y compartirla con vosotros. Forma parte del juego que existan unos días grises y te revuelvas un poco por dentro. Eso quiere decir que estás vivo, que sigues jugando y que debes estar preparado para que la tortilla se vuelva cuando menos lo esperas. He visto en estos días ciertas cuestiones laborales y otras extra-laborales que me han hecho pensar. Pero sin duda hay cuestiones que nunca terminaré de entender: ¿dónde están los límites de la mente humana? Para lo bueno y para lo malo la mente humana es capaz de las más descabelladas ideas y de las más preciosas aptitudes. Y estos días he visto en los medios, en los no tan medios y en la vida real muchas "descabelladas ideas y preciosas aptitudes"...

Siento no poner ejemplos de lo que hablo, pero pienso que a buen entendedor pocas palabras bastan y que todo aquel lector que tenga la inteligencia justa entenderá estas líneas. Hay que pensar siempre que ni los malos son tan malos, ni los buenos son tan buenos. Y he ahí que volvemos al título. Ars viviendi. Solamente viviendo y viviendo y viviendo aprendemos. Y como la mente humana es así de magnífica, somos capaces de tropezar en la misma piedra otra y otra vez. Y esos tropiezos forman también parte del arte de vivir, pues no dejan de ser enseñanzas. Y solamente viviendo y aprendiendo y viviendo y aprendiendo y viviendo y aprendiendo... volvemos a tropezar. Así es la vida. Así es el arte de vivir. Así es el "Ars viviendi". Hoy soy poco claro en vocablos pero yo me entiendo y seguro que más de uno y una también. Hay estados del alma que no pueden ser transcritos a palabras. No os olvidéis que de allá para cuando narro filosóficamente. Esta vez os ha tocado.


Disfruten del arte de vivir en lo bueno y en lo malo. Ya saben: Intelligentia pauca. Sí, me despido con otro latinismo. Y no, no quiere decir "poca inteligencia". Quiere decir "A la inteligencia, parquedad" o lo que es lo mismo "A buen entendedor...". ¿A qué lo han entendido?