
Y la voz siguió cambiándole al seise y pasando años. Y otro sueño de esperanza se cumplió ante la Esperanza. Y el nazareno, en sus primeros pasos de negro ruán de Amor, se plantó con ella ante Ella y, otra vez la Macarena, cumplió un sueño y volvió a vivir lo soñado. Y es que cuando se vive un sueño y se sueña en vida la magia se llama Esperanza y el sitio es la Basílica. Habrá mucha gente le dijo a su querida. Pero sólo tú y Ella escucharéis la pedida. Y aquel nazareno se comprometió y volvió a vivir un sueño y a soñar como lo soñó en vida. Y miró a la Reina que maravilla y entre el llanto esconde una sonrisa y le guiñó un ojo a la misma hundiendo su mirada donde habita la Esperanza que no es sino en un Camarín escoltado por espejos que estando Ella de espaldas le ves las mejillas rosadas. Porque tenerla cara a cara y aguantarle la mirada sólo es posible en Navidad o al terminar la madrugada. Más bien el tenerla cara a cara, aguantarle la mirada es una empresa complicada. Eso sí, esa mujer te llena de Esperanza. Y con su nombre se puede soñar en vida y vivir un sueño si Ella lo considera. Y lo consideró, pero en su momento.
Soñó aquel nazareno que algún día besaría su mano y poniendo mucho empeño ya son años los que lo va cumpliendo. Y al llegar la Navidad, cuando baja del Cielo a la tierra sin corona en su cabeza, sueña el nazareno en vida igual que vivió un sueño el invitado por Juana, la camarera, cuando oyó susurrar su nombre y dijo ¡Sí! por inercia que algún jueves de esos previos cuando baja la Macarena, pueda estar en San Gil y ver descender a la Reina para acoger con su manto las suplicas que ya vuelan y se depositan en forma de besos en sus manos de Esperanza. Y así será si Ella quiere, como todo, en su momento, ese que Ella elige sin tener conocimiento en la mente del nazareno.

Fueron... Fueron segundos tan sólo.
Toda una vida con Ella.
Un mar de lágrimas
Toda una vida con Ella.
Un mar de lágrimas
teniendo en brazos a mi hija,
fruto de la esperanza,
ante la Esperanza de las esperanzas,
ante Ti, Macarena.
Fueron... Fueron segundos tan solo.
Toda una eternidad ante Ella.
Qué de cosas pasaron por mi cabeza
ante Ti, Macarena.
Fueron... Fueron segundos tan solo.
Toda una eternidad ante Ella.
Qué de cosas pasaron por mi cabeza
pero sólo una, Madre, una sólo atiné a decirte:
sé siempre nuestra Esperanza.
Fueron... Fueron segundos tan sólo.
Toda una historia de instantes soñados.
Con la alegría en el alma y de esperanza llena
Toda una historia de instantes soñados.
Con la alegría en el alma y de esperanza llena
te presenté a mi hija pequeña,
esa que ya sintieras en las entrañas de su madre
llenarse de Ti en tu casa,
resobando tu nombre en el pecho de su padre.
Fueron... Fueron segundos tan sólo
de estar de ti tan cercano y mirarte cara a cara.
Y no supe más qué decirte, ni pedirte o suplicarte.
De nuevo me rendí a tu grandeza
Y no supe más qué decirte, ni pedirte o suplicarte.
De nuevo me rendí a tu grandeza
y te vi sonreír con dulzura
mirando a mi niña Claudia
quien por primera vez te viera.
Y tras ello posé mis labios y volví a besar tu mano
Y tras ello posé mis labios y volví a besar tu mano
y a impregnarme de tu encanto.
Gracias, Macarena, por tanto.
Gracias, Macarena, por tanto.
#MINIÑACLAUDIA
#MACARENA
#SPESNOSTRA
#SPESNOSTRA