viernes, 8 de noviembre de 2024

TANTAS VECES LO HE VIVIDO...

Por lo general las cosas son cíclicas. En el fútbol también, evidentemente. Y lo he vivido tantas veces que ya no me sorprenden ciertos tiempos. Es más, se les ve venir y se sabe que volverán. No digo por ello que no sean molestas algunas situaciones cuando llegan, sino que, como se sabe que van a llegar, cuando llegan se asimilan de otra manera. ¿Me entendéis ya por dónde voy? El Real Madrid viene de una época dorada donde ha ganado un montón de títulos e, incluso, varias champions al trantrán, como si no costase nada hacerlo, con peor plantilla que otros equipos y jugando con un estilo indefinido totalmente. Cuando se inició la era post-Cristiano, tras ganar la Liga de Campeones tres veces seguidas, nadie daba un duro por volver a ganar la orejona hasta que pasasen unos cuantos años y, sin embargo, Benzemá, se hizo con el timón y, a base de remontadas inéditas y eliminar a los mejores equipos de Europa, el Real Madrid volvió a ser campeón sólo un par de años después. Bueno, los milagros ocurren de vez en cuando. Pero es que hay más. Dos temporadas después, ya sin Benzemá en la plantilla y con las risas de todo el antimadridismo por el fichaje de Joselu como delantero centro y la lesión de Courtois para casi todo el año, otra vez y como si fuera algo normal, lógico y carente de esfuerzo, el Real Madrid volvía a ser campeón de Europa ganando la champions por quinceava vez (con varios y definitivos goles de Joselu y con varios y definitivos paradones de Lunin). Increíble. Una vez puede ser, dos también, tres ya es milagroso como antes decía, pero cuando son una y otra y otra y otra y otra no es casualidad. Y que eso desemboca en caída, también es una realidad. Y, final, ocurre.

Era imposible mantener esa estela por más que la afición merengue creyésemos estar acostumbrándonos a ella. Los que llevamos ya muchos años disfrutando del fútbol, lo sabíamos. Ya lo hemos vivido muchas veces. La plantilla se sacia, el entrenador se relaja y la directiva cree que va todo sobre ruedas. Se hace una planificación regular, se gana algún partido solo porque "somos el Real Madrid", llega el primer empate ramplón, no se quiere ver la realidad, se hace un fichaje estrella y con ello se quiere tapar lo demás y elevarlo a salvador, llega el segundo empate, hay un fogonazo fugaz de orgullo blanco, aparece la primera derrota en casa, te pinta la cara el eterno rival, empieza el runrún en la grada, otro destello por mero amor propio y empuje, te meten varios goles en el Bernabéu, llega la segunda derrota, la situación no mejora, llega la tercera, la afición se harta y ya, por fin, tras varios descalabros que se veían venir a la legua y se evitaba mirar hacia ellos, la realidad se hace patente y se instala. Fin de la época en la que se ganaba todo por merecimiento y luego por inercia. Y cuanto antes se interiorice, mejor. Suele ocurrir. Cuando se gana todo, absolutamente todo, por más que se quiera seguir manteniendo la tensión, la relajación llega a todos los rincones: cuerpo técnico, vestuario y gerifaltes. Se trata a los rivales incluso con menosprecio y pasa lo que pasa. Y ante ello, siempre, siempre, siempre, hay un sector que no perdona y quiere que el equipo esté siempre dando la cara: la afición.

¿Cómo le explicas tú a un aficionado de pro, de esos que defiende el escudo por donde va, de esos que proclama tu nombre por el mundo, de esos que las palabras "Real Madrid" las lleva grabadas en el corazón y alma que una temporada debe ser de transición porque ya toca por no haberlo querido ver en su momento? Pues no. Inexplicable. El aficionado exige. Y con razón. Porque es el que va al campo. Porque es el que paga el abono. Porque es el que se ilusiona con los fichajes. Y por que es el que en el bar da la cara por los suyos mientras la plantilla, forrada de oro, se pasea por el estadio sin actitud ninguna. Y ahora, ¿qué hacemos? ¿Culpamos a Ancelotti de mala gestión de la plantilla? ¿Culpamos a Florentino por no fichar y reforzar los puestos débiles? ¿Culpamos a los jugadores por falta de contundencia y piernas? Ahora nos toca tragar y comernos a Lucas Vázquez en el lateral porque no hay otro. Y saber que la culpa es de todos los dichos. De todos menos nuestra, de los aficionados. Y encima somos quienes sufrimos la situación. Tantas veces lo he vivido... Por eso sé ya capear estas rachas. Hay que empezar a remar de nuevo y tener algo más de paciencia, pero ya con el cuchillo entre los dientes. Y si no cambia nada drásticamente y en breve, adiós y gracias a quien proceda. Nada ni nadie por encima del escudo. Anda que no se ha ido gente ya en nuestra historia y hemos seguido... Di Stefano, Paco Gento, Santillana, Juanito, Hierro, Raúl, Ronaldo, Casillas, Cristiano, Benzemá, ¿sigo? El Real Madrid siempre vuelve. Siempre. Esa es su grandeza y esa es la exigencia de la afición. Sabíamos todos que este momento iba a llegar. No lo neguemos. Claro que lo sabíamos. Pues ahora a seguir. Yo siempre digo que quiero al Real Madrid hasta en las victorias. Sí, lo que le leéis. Lo quiero hasta en las victorias porque es lo fácil. Lo jodido es quererlo ahora en los baches. Pues estos son los bueyes y con ellos hay que arar...

Lo dicho. Ahora hay que seguir y volver a la senda del triunfo, sea como sea, pero con cabeza y sentido. ¿Que ganamos un partido de liga jugando mal y con un gol de rebote? Pues no es lo que queremos, pero son tres puntos y una victoria que lo mismo sirve para que la plantilla vuelva a empezar a coger confianza y para ponernos arriba en la tabla. Ya nos encargamos en la grada de ser jueces y de silbar a Tchouameni por su falta de conducta y nos encargaremos de aplaudirle si pone empeño y corta un balón con orgullo. En el templo se ha silbado a leyendas como Zidane. Ojo. Saben los once que están sobre el verde que si la afición no confía en ellos, malo. Y saben también que si se ganan la confianza, aunque sea de manera ramplona, los llevamos en volandas hasta que llegue la excelencia de nuevo. Juntos. Ya lo dijo el futuro balón de oro. Porque llegará y os callará como ha hecho muchas veces ya. También lo he vivido en varias ocasiones. Y Bellingham volverá a marcar. Y Mbappé nos regalará algún hat trick. Y llegarán caras nuevas. Y si entremedias hay que cargarse alguna vaca sagrada, pues es lo que hay, sea del cuerpo técnico, sea de la plantilla. Y si mientras tanto caemos en alguna eliminatoria, pues hacemos hambre para la próxima. No se puede estar siempre en el triunfo, pero sabemos (y lo sabéis los antis) que tampoco estamos siempre en la derrota. ¿Que se veía venir? Pues claro. Pero que el Real Madrid resurge y te mata. También. Preguntadle a Guardiola, bien lo sabe. 1-2 en el minuto 89. 3-2 en el minuto 92. Y hace poco, al Borussia Dortmund. 0-2 al descanso. 5-2 al final. Cosas que sólo hace el Real Madrid. No tratéis de entenderlo. Me esperaba este bajón. Disfrutadlo. Y aguardo el nuevo subidón. Lo sufriréis. Es puro Real Madrid. Tantas veces lo he vivido...

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