jueves, 25 de abril de 2013

IBA YO DE ROMERÍA...

Hoy me he despertado con muchas ganas de aromas de olor a lumbre, de ricas carnes dorándose a la brasa, de efluvios de vino de pitarra, de un fresquito pacharán, de alegres y dosificadas copitas de whisky, de un punteo de guitarra que arranque una conocida rumba, de mi caballo camina p´alante, mi caballo camina p´atrás, de MariCarmen tu hijo está en el "after auer" y de enorme ilusión de pasarlo bien y reírme con gente buena. Hoy me he despertado con ganas de Romería. Y es que ya llega esa fecha en la que tanto disfruto año tras año allá por el paraje del Monte de la Moheda. Este fin de semana, último Domingo del mes de Abril, tendrá lugar la Romería de Bolaños de Calatrava, fiesta mariana dedicada a la Virgen del Monte, Patrona del mentado pueblo. Ya son varios los años que llevo asistiendo a esta fiesta y muchos más los que me quedan por asistir, pues aparte de buen y tradicional romero, es el pueblo de mi mujer.

Sin duda el momento de máximo disfrute, dicho en estricto términos de puro gañán, el momento álgido,  el momento cumbre, el summun de la fiesta, la apoteosis de la romería, el despilporre padre, la guasa concentrada y el perejil de todas las salsas en lo que a "efectos romeriles" se refiere, llega el sábado por la tarde cuando los bienaventurados romeros (me incluyo) hacen gala de sus etílicos comportamientos y adornan el patio y regalan al personal bellos cánticos, chistes eternos, futboleras discusiones, abrazos en pro de la amistad, despotriques varios hacia los políticos de turno y algunos (y vuelvo a incluirme) simulan una cofradía a su paso entre los chozos. Es sin duda uno de los momentos del año que con más cariño y entusiasmo recuerdo hasta que vuelve a repetirse.

De hecho es algo ya similar a un ritual que procedo a repetir siempre bajo el mismo guión aproximadamente: tras comer un buen perolo de gachas manchegas regadas con buenos caldos y botellines fresquitos, no está de más un pacharán digestivo de sobremesa. Acto seguido un rebosante vaso de mini (maceta) portará los primeros cubitos de hielo, chorreón de 100 Pipers y fanta de naranja. Con él en la mano y mi gorro romero (rosa con flores blancas, más feo no lo había hasta que Narciso me compró uno horrible que también me lo pongo en plan Popeye) emprenderé la marcha en busca de los amigos Gofi y Marta y su chozo, donde me reciben afectuosamente todos los años y paso un agradable rato en el cual comienzan los efectos romeros a dar los primeros síntomas. Más temprano que tarde haré por ver a mi compadre "El Nabo de Triana" y seguramente me acompañen en tan ardua tarea Narciso y Junior rebotando de corro en corro visitando a grandes personajes como al mítico Pau. A esas horas es fácil que deambulemos por los parajes de la romería de chozo en chozo con lo que ello conlleva. "¡Hombreeeee! Echarse un botellín, carajo. ¡Cuánto tiempo sin vernos!" Y claro, botellín para dentro. "¡¡¡Eeeeeehhhh!!! ¿Qué os contáis? ¿Queréis una copa, un mini, un algo?" Y claro, mini para dentro. "¡Pero leche! ¿Qué hacéis por aquí? ¿A quién buscáis? Anda quedaros un rato y tomaros una cremita de orujo mientras tanto". Y claro, cremita de orujo para dentro. "- ¡Coño! Un año más que nos vemos, ¿eh? Venga, ¿qué queréis? - Pues mira, artista, a estas horas con que nos des la voluntad nos vale." Y claro, voluntad para dentro...

Y así pasa...Vamos, como antes decía, se llega al esplendor de la Romería y a la apoteosis del romerismo (que no ramerismo como alguna pre-alcóholica mente haya podido leer). Entre botellines, minis, cremitas de orujo, voluntades y las cervecitas y vinos que regaban las gachas se origina un popurrí que da lugar a las mejores versiones de "Operación Triunfo" y "La Voz" jamás escuchadas tipo "Que no semos de aquí, que semos da otro lao, que hemos vinio a f...á y no nus han dejao", a las más bellas declaraciones de amistad tipo "¡Cagontó! Si es que eres más grande que el Día del Señor", a los mejores chistes tipo "Uno que va por la autovía en dirección contraria y pone la radio y escucha: Atención, peligro, hay un conductor suicida. Y dice: ¡Cagüénlaputa! ¿Uno na más?", etc, etc.


E inevitablemente esto es así. Y quien lo lea y sea buen romero se sentirá identificado seguro. Y quien lo lea y no lo comprenda que se pase por la Romería y me diga si miento. Y si quien lo lee es mi mujer... Dios me pille confesado. "¡Si no doy un ruido! ¿Me puedo tomar otra copita, cariño? Si me aclaro perfectamente... ¡¡Venga va!! Y te canto una cancioncilla nueva que he aprendido... Y te cuento un chiste mu´ güeno!!"

¡¡VIVA LA VIRGEN DEL MONTE!!
¡¡Y SU NIÑO!!

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