miércoles, 26 de noviembre de 2014

DESCUBRIENDO ORETANIA EN UN DOMINGO CUALQUIERA

El día amaneció soleado y radiante pese a estar inmersos ya en un más que avanzado otoño. Aunque alguno anhelaba un día lluvioso de lumbre, castañas asadas y cocina campera, hubo tiempo para, además de eso, dar un paseo matutino entre olivares y a la vuelta almorzar una buena sartén de migas al aire libre. Día espléndido. Espléndidas gentes. No podía ser de otra manera cuando la conjunción cofrade-bandero-costalera se fragua en torno a una quedada para hacer gala del buen yantar que gastamos en estas tierras. Siempre digo que en las cofradías no todo es sacar pasos y en las bandas no todo es silbar marchas. Y menos aún en un grupo de gentes que adoctrinados por Julio como pionero en el "modus saludandi" se dan los buenos días con un "Hola, ¿aquí cuando se come?" Dicho y hecho. Se pone fecha de quedada y se pasa el día meneando el bigote como en una celebración romera: cuando termina la cita estás tan harto de todo que no sabes si te has bebido una chuleta o te has comido un chato de vino. Cosas que ocurren un Domingo cualquiera.

Y a la sazón del buen yantar he de remitirme para explicar la génesis de este pasado evento. Un día no hace mucho, cercana la festividad de Santa Teresa, en una red social cuyo nombre traducido al castellano es literalmente "caralibro", se dio una conversación gastronómica entre algunos de los que compartimos, además del arte del costal, la cifra de tres dígitos en la báscula. Y no se ría el lector pues más se ríe el capataz cuando ha de encajarnos a todos bajo el mismo paso. El caso es que la conversación entre gachas, migas, gazpachos manchegos, asadillo, calderetas y botas de vino dio lugar a un grupo del invento este que no hace sino que pite el móvil a todas horas y por eso le llaman "guasa". Ojú que arte tiene el nombre y que bien puesto está y no como el sms ese de antes que costaba 15 céntimos cada uno y no tenía gracia ninguna. La gracia es que ahora con el "guasa" puedes dar toda la guerra que quieras sin que te cueste un duro. Pues eso. Que el amigo Chechu se hizo administrador de un grupo de esos de "guasa" y nos metió dentro a los más variopintos de Castilla la Mancha que, además de querernos juntar en torno a una brasa cada dos por tres, podemos pasarnos horas hablando de cofradías. Así es que ¡ale! para dentro al grupo el Dúo Dinámico compuesto por Manu y Julio de Moral de Calatrava, Carlos de Granátula, Sebas de Villanueva de los Infantes, Juanma Ciudad que depende del rato es de Puertollano o de Calzada y Jorge, Javi Regaña y yo que ponemos la nota capitalina.


Y como la cosa pintaba coja sin mujeres que se pongan de acuerdo en ponernos a parir diciendo que somos unos jartibles y que estamos siempre con lo mismo, y que las cofradías para arriba, y que las bandas para abajo, y que si quiere que le planche el costal en Agosto, y que si el mío quiere ir a un Certamen en Noviembre, y que si el otro me da órdenes aparcando como si fuera un paso palio, y que si aquel me pone marchas en casa todo el año, y que los aguanten sus madres que para eso los parieron, y que más cansinos y no nacen, y que etc, etc, pues para dentro del "guasa" que fueron Celia, Esther, Marta, Prado, Gemma y Eva. Sonia mención aparte porque sí que le gustan las cofradías y nos entiende, pero siempre da guerra con el menú: no quiere habichuelas y no quiere nada más que arroz caldoso. Y se lía la historia porque Julio no quiere arroz caldoso y no quiere nada más que queso. Y Gemma dice que sólo quiere pasteles porque las gachas pican. Y Eva la lía y para que no coma nadie picante tira los tenedores al suelo. Y Celia dice "No me jodas Baldomero y come gachas de tu lado..." y esas cosas de Tomelloso. Y Esther se dedica a perder botones de la chaqueta de lana para que creamos que son monedas prehistóricas del yacimiento de Oreto. Y Marta le regaña a Chechu por hambrón y Chechu deja de comer y se juega los cuartos a las caras que no sé qué es peor. Y Juanma dice que si nos comiéramos un venado en salsa eso no pasaba y se marcha a ver patos a la presa. Y Javi aprovecha y pone incienso en medio del corro y da un ambiente místico a la situación. Y Sebas se cree que no lo vemos y se trinca dos botellas de vino tinto él sólo. Y Manu que ve en tres dimensiones (porque tiene los ojos como el guapo de Crepúsculo) no pierde detalle y se da cuenta de lo de Sebas y se lo dice. Y Sebas le suelta: ¿qué dices? ¿qué haces? Y con esas dos preguntas está todo hablado y el que no atiende no se ha enterado. Y Jorge resulta que no quiere el vino tinto, ni venado en salsa, ni habichuelas, ni arroz caldoso, ni queso, ni pasteles, ni gachas picantes y coge el tío y no viene. Y, por ende, Prado tampoco asiste porque donde va Cañizares va su guitarra y si no va Cañizares no va la guitarra. Y a mí me toca escribirlo todo para que lo sepan vuesas mercedes. Y así no hay quien pare. Y al final nos estresamos y nos lo comemos todo entre Carlitos Ráez, Chechu Aranda, Sebas Alcázar y un servidor. Y así pasa, que terminamos dando regüeldos que nos quedamos huecos como un barquillo. Y da gusto vernos. Y cuando nos subimos alguno a la báscula sale un cartel que dice "De uno en uno, por favor". En fin, ¡qué decir!, que el grupo de "guasa" (que guasa no falta) atinó en llamarse "Un Domingo Cualquiera" (no se complicó mucho Chechu en el nombre, no) que sería cuando nos juntaríamos a hartarnos a comer y a hablar de cofradías y esas cosas que os decía. Y así fue.


Y tanto que fue así. Y ya que sabéis el origen de "Un Domingo cualquiera" os diré que "Un Domingo cualquiera" que nos juntamos a comer en el Santuario de Nuestra Señora de Oreto, Patrona de Granátula de Calatrava, por coincidencias del destino estando allí en torno a las migas del almuerzo y el vino de media mañana, llegó Juanma el guía de la visita guiada por Oreto-Zuqueca y decidimos sumarnos a la visita por los restos de lo que en su día fue Oretum Germanorum. Siempre es curioso tener vivencias como cuando de niño te llevaban de excursión en el colegio y te enseñaban fósiles, antiguas puntas de flecha, viejas construcciones y orígenes de nuestra historia. A mí, desde luego, enamorado de las tradiciones y culturas me dieron un gustazo inesperado. La visita la iniciamos todos y, cual irreductibles galos a modo de Astérix y Obélix, la culminamos sólo Marta, Eva y yo. El resto fue abandonando por el camino por unos motivos u otros.





Tuve la impronta de hacer algunas fotografías pues desde que surgió la imprevista idea de visitar los restos de Oretania supe que escribiría de ello en mi humilde blog. Desde luego y como dice Carlos, natural de Granátula y concejal a día de hoy su Casa Consistorial, a modo medio guasa, medio sorna, pero con todo el afecto y cariño del mundo "con la historia que tiene el pueblo, con el asentamiento histórico de Oreto y Zuqueca, capital de Oretum en su tiempo, con los yacimientos de La Encantada y con el General Baldomero Espartero, nacido aquí, no sé cómo no llegamos a ser capital de España, pero poco nos faltó."





En fin, os he ido ilustrando el texto con diversas fotografías del buen día que pasamos, del paraje, de la Ermita de la Virgen de Oreto, de los que allí estuvimos y de los recuerdos de "Un Domingo cualquiera" en el que descubrí Oretania. Para los amantes de la cultura y el arte prometo ir de nuevo tranquilamente al lugar y empaparme bien del asunto para luego escribir una entrada histórica al respecto y que conozcamos bien la riqueza patrimonial que tenemos por las Tierras del Quijote. Por supuesto también lo haré de los yacimientos de La Encantada que antes decía y de los que también hablaré en el Rincón más adelante. Y a los fieles seguidores del blog os adelanto que algún día en el apartado de Leyendas narraré la "Leyenda de la Encantada", la cual tiene íntima conexión con el yacimiento que lleva su nombre. Cualquier día cojo la libreta de apuntes y me voy a hacer excursiones para luego plasmarlas en líneas. Cualquier día nos juntamos de nuevo y lo comentamos. Cualquier día... Cualquier Domingo...
 "Un Domingo cualquiera".

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