miércoles, 7 de enero de 2015

EMPEZANDO EL 2015 CON BUEN YANTAR


Atrás quedó el año 2014 con lo bueno y con lo malo. Y como siempre reza el refrán "Año nuevo, vida nueva" así hay que comenzar. Y si este año el refrán trabaja en su mayor sentido literal mejor. Así sea y la Esperanza se convierta en Alegría (ambas con mayúscula por la advocación a las que evoco mientras las nombro en texto de metáfora que el buen cofrade sabrá de sobra interpretar). Y como refranero estoy me viene a la mente otro dicho que dice "Tranquilidad y buenos alimentos". Y visto así, nos hacía falta un poco de tranquilidad por los últimos acontecimientos y los buenos alimentos nunca han de faltar, así es que cumplióse el refrán y quizás a través de éste se cumpla aquel. Quizás sea un tanto kafkiano este primer párrafo del año 2015 pero siempre he sido algo filósofo y, me consta que, si ustedes lo leen pausadamente se enterarán perfectamente de lo aquí plasmado. Otra cosa es que sepan captar el mensaje entre líneas, eso ya quizás (por no decir rotundamentre seguro) sólo lo logren los iniciados en el conocimiento de mi persona, pero enterarse, enterarse lo hará todo el mundo que domine el castellano. Igual que al promulgar una Ley, ¿que no? "A los que la presente vieren y entendieren..." Y tras la sanción de la misma te espetan que el desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento. Pues oiga, yo no la entiendo. Da igual, usted la ve. Yo no entiendo lo que dice en El Rincón. Da igual, usted lo ve. Dicho esto, vean, vean.
Plato de ibéricos al corte con centro de queso de cabra
Croquetas caseras y compota de manzana
Pimientos de Piquillo rellenos de crujiente de carne
Y como ver no es complicado, solamente con las fotos ya se harán una idea del mensaje más somero de esta entrada: una buena comilona de año nuevo en Los Pucheros (Piedrabuena). Si bien comenzó el año con la boca llena de restos de uva, trocitos de la piel de las mismas y alguna pepita medio mordida, sí, sí, no se asombren que ustedes también lo empezaron así (salvo los andaluces televidentes de Canal Sur que anda que no se llevaron chasco con la sureña cadena, homepofavó, dejar a mis compadres sin uvas de la suerte, eso está mu feo, miarma, mu feo), rápidamente deglutimos y tragamos, cual si pavo fuéremos, los residuos uvescos que en la boca quedaban y diciendo "Feliz año" unas quince veces por minuto nos dimos besos y abrazos y colapsamos las líneas telefónicas por no perder la costumbre. Que un día es un día y recibir otro año es motivo de alegría para todo el mundo. Por ello el año empezó bien.

Y lo que bien empieza así hay que seguirlo, al menos lo que en nuestra mano esté. Y por ello tuve a bien la ocurrencia de llevarme a padre, madre, hermana y mujer a menear el bigote al restaurante asador Los Pucheros y regalarles una buena comida equivalente al regalo que Melchor, Gaspar y Baltasar fueran a dejar en sus zapatos la noche del 5 al 6 de Enero. Que si mal está que tu cadena de televisión no te dé las uvas y te dé un café catunambú y un trago de jerezano, peor está que pongas los zapatos en el alféizar de la ventana o en el balcón esperando que te pongan un regalo y te pongan un entrecot a la brasa o un lomo de venado asado que al momento está caliente y rico pero al alba está escarchado y más tieso que el bigote de un gato.


Así pues, con la ocurrencia, idea o regalo de Reyes Magos en mente (elija el lector el modo de llamar o determinar el hecho), localicé el número de teléfono del mentando asador y reservé mesa para ir a degustar viandas varias. Y teniendo las mismas frente a nosotros no dudé en hacer algunas fotillos para luego ofreceros como postre esta entrada, pues alguno habrá que viendo las instantáneas babee cual mastín pirenaico. Si bien, salvo del postre como ya os decía suplido por esta entrada, hice fotos de todos los platos para que vierais como nos pusimos. Y hay que mencionar que a cada carne mejor. Un deleite y un regalo bien sabroso. Os voy regando de fotos la entrada en el mismo orden en que fueron apareciendo las viandas sobre la mesa. Al centro un generoso plato de ibéricos al corte: jamón, lomo, chorizo y salchichón en torno a un pequeño queso de cabra. Luego unas croquetas caseras de carne de cocido que curaban cualquier mal. Y para finalizar los entrantes unos pimientos de piquillo rellenos de crujiente de carne y rebozados. Delicatessen. Los platos fuertes vinieron en forma de solomillo de venado con reducción de vino de Jerez y verduras a la plancha y sendas parrilladas compuestas de ternera, presa ibérica, solomillo de ciervo, medallones de buey y pluma de cerdo. "Casi ná".

Vamos que nos fuimos de allí bien satisfechos, bien comidos y bien bebidos. Yo también bien orinado. Las cosas como son. De hecho me hizo gracia la decoración rupestre de los azulejos de los baños y les hice una fotejo para ponerla. Tonterías que tiene uno cuando está meand... digo cuando está feliz. No siempre te encuentras un memorándum de las cuevas de Altamira cuando estás echando el chorro. Así es que foto merecida y subida al Rincón. Faltaría más. De nada a los curiosos.

Total que tal cual se titula esta entrada así fue. Empezando el 2015 con buen yantar. Que somos de la Mancha, hombre. Aquí se lleva eso y nos hace felices. Así es que creo que mejor regalo no pudieron haber traído Sus Majestades de Oriente. Os dejo alguna fotejo de los asistentes para que veáis las caras de pena que tenían sabiendo lo que nos esperaba. Yo ejerzo de bloguero y fotógrafo en estas cosas y no salgo en la mesa, estaba haciendo la captura del momento pero mi cara era también de pena absoluta porque tenía que comerme una parrillada asada. Yo que soy fan del brócoli y las acelgas. Qué suplicio. Por cierto se ve el cesto del pan en la foto. También fue protagonista. Con algo hay que ayudarse no va a ser todo vino, que digo yo.

Y por supuesto como sé que más de uno y una (sobre todo los que siguen viendo las fotos cual los canes de los Pirineos antes mencionados) querrá probar a ir al lugar a cerciorarse in situ de la calidad del asador y, también, debido al exquisito trato que con nosotros tuvieron y por ello les está más que merecido, publicito desde aquí el Restaurante Asador Los Pucheros y os dejo su tarjeta de visita para que reservéis mesa en cuanto podáis. No os decepcionará y saldréis bien comidos, Quijotes y Dulcineas míos. ¡¡Buen yantar y salud!!

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