martes, 22 de enero de 2013

CAUTIVO EN SU PRENDIMIENTO

Con el título de la marcha procesional que lleva por nombre esta entrada inicia su andadura en la tarde del Domingo de Ramos el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo. Desde que se fundara la Hermandad y la viera en la calle por vez primera ya me llamó la atención pues tenía grandes visos de llegar a ser una de las cofradías potentes que se pasease por esta noble y leal ciudad de Reyes. Además ocupó un lugar privilegiado y hasta entonces vacío en la mágica semana que cuenta el tiempo al revés: la tarde noche del día en que todo comienza recibiendo a Dios con palmas y ramas de olivo. Muy pronto la Hermandad del Prendimiento comenzó un exponencial crecimiento tanto en número de hermanos como en el arte y elegancia de su cuadrilla de costaleros, lo que hizo que a mí, enamorado del mundo del martillo y la trabajadera, me calase todavía más hondo. Sin embargo por entonces yo todavía tocaba la corneta en mi amadísima Agrupación Musical Santo Tomás de Villanueva y el Niño por el que yo bebía los vientos era el Rabí de Galilea de verdes ojos que bajó del mismísimo cielo a Sevilla para predicar la Eucaristía allá en el Convento de los Padres Terceros. Sin duda me atraía el Prendimiento, en mi interior sabía que algún año lo sacaría, pero no se veía el momento...

Ha pasado más de una década desde entonces y el devenir de la vida incluso la mirada del mismo Cautivo han hecho que llegase el momento. Por razones laborales tuve que abandonar a mi corporación musical, la cual, miren por donde, es la que adorna desde hace años con sus sones los andares del propio Prendimiento. Ahí tienen otro aliciente más. Sacar un paso penitencial con mi banda detrás. Sensación indescriptible. A más de ello, muchos de mis amigos cofrades son costaleros del Señor Cautivo y si algo bueno y grande me han regalado las cofradías es sacar un paso con amigos. Eso sí que es indescriptible y sólo y estrictamente sólo quien lo haya vivido sabe lo que es. Sin duda es la mejor sensación que un costalero pueda tener. Sin yo darme cuenta se iban encajando las piezas del puzzle que me llevarían a mí a la igualá del Prendimiento...
Pero mi pasión es el Rabí. Siempre lo he dicho. El misterio de la Sagrada Cena que pasea imponente por Sevilla cada Domingo de Ramos me impresionó desde que lo ví cuando contaba con dieciséis años de edad. He llamado insistentemente a las puertas de su cuadrilla durante varios años y jamás se han abierto siquiera una rendija para permitirme acercarme a mi deseo. Año tras año se esfumaba mi sueño de ser costalero el Domingo de Ramos y pasear al Maestro de la hispalense y bética calle Sol. El año pasado volví a intentarlo y la respuesta, por llamar respuesta al silencio que obtuve a mis llamadas, fue contundente: los aldabonazos de mi alma no sonaron en la puerta del capataz. La puerta estaba cerrada para mí y más que cerrada. Moría para mi el anhelo de Domingo de Palmas y, sin yo saberlo, resucitaría el mismo en el Domingo de Resurrección. Nuestro Padre Jesús Cautivo (y ¿por qué no? el Rabí) sabía lo que hacía y lo que deparaba para mí.
Me encontraba viendo el paso del Señor Resucitado de la flamenca hermandad de Santa Marina en un sitio tan sevillano como es el Palacio de Dueñas cuando a mi mente vino la luz: "Se cierra ya la Semana Santa; hasta el siguiente año no tendremos pasos penitenciales en la calle. ¡Ay, del Domingo de Ramos! Día grande y esperado... ¡¡Con lo que le gusta a mi madre ese día!! Todos de punta en blanco. Hay que estrenar algo, ¿eh? La Borriquita, el Prendimiento... ¡¡¡¡El Prendimiento!!!! En la Cena no me quieren. No volveré a intentarlo, me han dejado muy claro que yo no, otros sí, pero yo no. El Prendimiento lleva mi banda detrás, su cuadrilla la integran muchos amigos míos, la cofradía siempre le ha gustado a mi madre: "los del Barrio de los Ángeles" como ella dice, yo desde que la ví en la calle me llamó la atención, algún año la sacaría, ¿a qué esperaba para ir a la igualá? Había llegado el momento."


El pasado viernes día 18 de Enero era la cita: Igualá de la cuadrilla del Prendimiento de Jesús Cautivo, a las 21:00 horas en la Casa Hermandad. Iba con nervios, ilusionado, feliz... Como la primera vez que va un costalero a una igualá, sabiendo que apenas hay huecos y esperando que la suerte te designe como afortunado en un hueco de tu altura. El recibimiento que tuve no podía ser mejor. Amigos que ya sabían que iba a ir y me abrazaron deseándome suerte, amigos sorprendidos de verme que igualmente me abrazaron y desearon tanto como yo que pasase a formar parte de la cuadrilla, viejos conocidos, caras nuevas, todos hermanos, costaleros, cofrades. Muchos aspirantes. Muchos nervios. Se colocó la gente por palos y los nuevos aspirantes donde nos indicó el capataz. Por mi altura en caso de entrar sería en la primera trabajadera. El palo estaba completo y estábamos nueve aspirantes. Mucha tela.

De pronto el capataz bajó a dos peones de la primera a la segunda. Había dos huecos en primera... El subcapataz vino hacia los aspirantes y nos cogió a mi compadre Juanlu y a mí. Los dos teníamos, por una cosa u otra, especial ilusión en entrar en ese paso. Incluso el Domingo de Resurrección que antes mencionaba lo pasamos juntos en Sevilla. Nos colocaron entre algunos costaleros de la primera, nos igualaron con ellos, se oía un runrun de algunos costaleros veteranos, nos fueron cambiando de posición, encajamos en el palo y nos apuntaron en el cuadrante. Primeras enhorabuenas y euforias. No podía estar más feliz. ¡¡Estaba dentro!! Era costalero del Prendimiento. Un sueño cumplido y hecho realidad entre ramas de olivo y palmas. ¡Hosanna!

De esta manera pasé a ser costalero el Domingo de Ramos. La voluntad del Padre, bajo su advocación de Señor de la Cena y de Jesús Cautivo, así lo quiso. Y así será. Estoy verdaderamente emocionado, ilusionado y agradecido de ser costalero del Prendimiento, de ser uno de los costaleros que pasearán al Cautivo por Ciudad Real, de ser, como el capataz nos dice, Gladiador de los Ángeles. No dejo de imaginar y soñar un nuevo Domingo de Ramos bajo el Prendimiento, con mi Agrupación Musical detrás tocando "Cautivo en su Prendimiento", rodeado de amigos bajo las trabajaderas y disfrutando todos en bloque del oficio más bello del mundo: el costal. Mi corazón bombea sangre costalera a raudales y así quedará patente en las cofradías que sacaré este año, empezando por cimbrear suavemente el olivo del paso del Prendimiento, tras el que se oculta Judas mientras arrestan al Dios Cautivo que con su mirada conquista esta capital machega. ¡Que suene el martillo! En los Ángeles te acogieron y tu me acogiste a mí. ¡Al Cielo!

Gracias a todos por este gran regalo.


Dedicado a todos los integrantes de la cuadrilla que me ayudaron a cumplir este sueño y los Capataces Muñoz por su confianza y su aceptación hacia mi persona.

1 comentario:

  1. Se me a ido el pisto, tio, solo espero que disfrutes el domingo de ramos lo mismo que yo he disfrutado leyendo estas palabras, hermano, este año El Cautivo volvera a cautivar a toda Ciudad Real con sus gladiadores y la hermandad volvera a sentirse orgullosa de tener ese grupo de hermanos costaleros que tienen la ilusión que tu demuestras. Solo te pido que disfrutes.

    ResponderEliminar