jueves, 3 de mayo de 2012

32 LIGAS Y UN DERBI

Dos de Mayo. Día histórico de fusilamientos en la Montaña del Príncipe Pío. Dos de Mayo. Para los nostálgicos de la política, aniversario de la fundación del Partido Socialista por Pablo Iglesias y su socio Benito Pérez Galdós. Dos de Mayo. Día en que el Real Madrid conquistó su trigésimo segundo título de Liga. Dos de Mayo. Día en el que feudo sevillista Ramón Sánchez Pizjuán fue conquistado por los colores verdiblancos de Andalucía y del Real Betis Balompié. ¡Casi nada con el Dos de Mayo!

Hoy he amanecido futbolísticamente radiante. La Liga es blanca. Sí, lo es. Y lo es rompiendo récords de goles a favor (115 tantos a falta de dos jornadas), lo es habiendo ganado en todos los campos difíciles: Reyno de Navarra, Mestalla, San Mamés, Calderón, Camp Nou, Sánchez Pizjuán... lo es habiéndosela arrebatado al mejor equipo del mundo, el F.C. Barcelona. Viendo la trayectoria culé de estos años se antojaba prácticamente imposible alzarse con el título del campeonato doméstico. Quizás por eso, ahora el triunfo sabe mejor. No ha sido nada fácil. Ha habido que aguantar mourinhadas, karankadas, cristianadas y demás. Pero ahí está. 32 ligas ha conquistado el Real Madrid. La alegría es enorme, pero la cagada en Champions también lo fue. (Sonríen al leerlo los culés; yo no sonrío, me río a carcajadas al ver que ellos este año lo mismo ganan el Campeonato de Chapas de Fuentealbilla. El "Chupito" hay que ganarlo, yo os felicitaré si lo ganáis, pero no lo déis ya por conquistado, como hicistéis con el Chelsea. Donde las dan las toman. Sonrisitas fuera).

La hegemonía blaugrana ha caído. Ojito con las confianzas; ha caído en esta edición. De cara un futuro ya veremos. No seré yo quién hable de Fin de Ciclo. El falso humilde multimillonario e hipócrita de José Guardiola se va viendo como su tocayo José Mourinho le gana el pulso en la liga (y despotricando por los penaltys que le debieron haber pitado para que eso no ocurriera, jaja, "el que nunca habla de los árbitros"). Cierto. Pero no vayáis a pensar que el Barça está acabado por ello, ¿eh? Para nada. Tienen unas bases muy bien sentadas y jugadores para rato. Y eso mola, joder. El año que viene volveremos a picarnos unos con otros, a cachondearnos, a debatir, a reír y a sufrir (sobre todo los del Atleti).  El fútbol es así. ¡¡This is furgol!! ¿recordáis?

Pues sí, señores. Hoy es día de celebración. Hoy no puedo ser crítico con Mou, ni con Cristiano, ni con Marcelo, ni con Coentrao, ni con ninguno. Son ellos, precisamente, los que nos han regalado a los merengues esta recién conquistada liga. Otro día les tiraré de las orejas por otras cuestiones. Hoy no.
Estamos de enhorabuena, madridistas. Hoy es nuestro día; mañana ya veremos. 32 Ligas ya, se dice pronto. ¡¡HALA MADRID!!


Hoy he amanecido futbolísticamente radiante, decía antes, y no puedo pasar por alto un detalle. ¡Ay, mi Betis, madre! Ganó al Sevilla y de qué manera. Jugando, luchando y golpeando donde duele. En las postrimetrías del partido, cuando la prensa deportiva ya esbozaba las portadas de "Tablas en Sevilla" o "Reparto de puntos en el derbi sevillano", apareció quién ya marcara el primer tanto verdiblanco: Beñat. Ejecutó un golpe franco y ¡zas! 1-2. El Betis conquistaba el campo palangana. La euforia me subió a raudales. Tantas mofas y cachondeos hemos sufrido los béticos por parte de los sevillistas por el descenso a segunda división, por el personaje de Manué Ruiz de Lopera, por la eterna obra del estadio y por todo aquello que lleve por nombre o huela a Real Betis Balompié que ayer el triunfo verdiblanco no fue sólo tres puntos más, no fue sólo ganar un derbi al eterno rival... fue mucho más. Fue demostrar que si algún equipo viste con garra los colores de la bandera de Andalucía es el Real Betis. Fue demostrar que... "mucho más que un sentimiento, que un escudo o una bandera, mucho más que todo eso, mas allá de las fronteras siempre habrá alguien que grite ¡¡Viva er Betis manque pierda!! y así sonarán sus sones al final de la Palmera..." El Betis bajó a segunda. El Betis fue objeto de burla. El Betis volvió a primera. Y el Betis le ganó al Sevilla en su casa. ¡Qué coño! Con dos cojones. Resucitó cuando muchos lo daban por muerto, pero el Betis nunca muere, puede estar herido de muerte... pero no muerto. Los béticos lo sanamos, lo resucitamos y lo llevamos en volandas como anoche. El derbi sevillano se tíñó de verdiblanco. Y no hay más: 1-2. El resto es palabrería. Una imagen vale más que mil palabras. ¡¡VIVA ER BETIS!!

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