viernes, 18 de mayo de 2012

HOY ME HE ACORDADO DE TI


En realidad no es que me haya acordado hoy de Ti, sino que hoy me he acordado especialmente de Ti. Obvia decir que siempre te tengo presente ya que vivo en un Miércoles Santo permanente donde la Bondad todo lo ocupa. Sin embargo hoy te tengo más presente que nunca. Te necesito. Sabes que me entregué a Ti y que eres la pasión de mis pasiones. Sabes que la cuna de mi costal a quien anhela mecer es a Ti. Sabes que mis manos desean liberar las tuyas de las sogas que te aferran a la columna de los latigazos de la vida. Y así llevo haciéndolo durante 17 primaveras. ¡Ojalá pudiera decir que sólo llevo un año paseándote! Eso significaría que me quedan, siempre con tu venia, muchos más para poder seguir haciéndolo, pero tu Bondad es tan infinita que ya me has concedido ese don durante más de la mitad de mi vida, lo que anticipa mi final bajo la gloria de tu Reino en el altar itinerante que pasea los Miércoles Santo por esta Ciudad de Reyes.
Por eso, hoy me acuerdo de Ti. Me caen lágrimas y me asalta la duda, la maldita pregunta, ¡maldita sea por siempre!, de saber qué haré cuando no pueda pasearte sobre mi cerviz... Porque el momento llegará, Dios de la Bondad, llegará cuando Tu así lo quieras, pero Tu y yo sabemos que llegará. "Todo pasa y todo llega, Nazareno del Amor, la vida no es más que un Seise al que le cambia la voz..."

Por eso hoy me acuerdo de Ti. Porque me tengo jurado muy hondo y Tú lo sabes que la última chicotá costalera de mi vida la daré debajo de Ti. He de ir recortando pasos en mi vida. Primero serán las Glorias, después empezaré con las cofradías de Pasión. Iré recortando esfuerzos para entregarte a Ti toda la fuerza que me quede. Porque Te Amo. Porque Dios es amor, lo dice San Juan. Porque Tú eres Amor. Por eso a cada instante me acuerdo de Ti.

Déjame, Nuestro Padre Jesús de la Bondad, poder seguir disfrutando de Ti de la forma que mejor sé hacerlo: siendo tu costalero. Déjame poder seguir rezando con los pies orando al son de racheo de zapatillas guiadas por golpe de bombo. Déjame tenerte tan cercano como te tengo ahora. Sé que seguirás estando siempre, pero no me anticipes el final...
Y cuando el odioso final de mi vida costalera llegue, sólo podré darte gracias y mil gracias por haberme permitido ser uno de los privilegiados que tuvo la dicha de pasearte durante muchos años y, no hace falta que Te lo diga, seguirás siendo la cara que vea cuando rece el Padre Nuestro. Cuando hablo con el Padre, Tú eres la imagen de su Hijo, Padre Nuestro. Y os imagino a Papá y a Ti caminando juntos de la mano por la Placita de San Lorenzo. Gran Poder, Padre Tuyo y Nuestro. Por eso a cada instante me acuerdo de Ti.

Me quedan aún algunas fuerzas para poder seguir paseándote como buen hijo a su padre anciano. Déjame que las disfrute al máximo. Detén el reloj cuando sean mis últimos instantes debajo de tu parihuela... pues cuando ese día me quite el costal, jamás volveré a ponérmelo sino es para pasearte de nuevo. Se me anticipa el final, Maestro, por eso hoy lo vivo intensamente, por eso tu paso es el que menos me pesa, por eso sonrío y soy feliz entre tus trabajaderas, por eso sé que cada año que pasa, año que resto de mi vida de costalero, ya me quedan pocos, por eso te doy gracias por todas las vivencias que me has permitido tener a tu lado... Por eso a cada instante me acuerdo de Ti.


2 comentarios:

  1. Cabronazo, tienes más labia que el butanero. Si que sabes como tocar la fibra. Yo tuve que dejarlo por la lesión de mi rodilla y volví 5 años después pero hay cosas que pase el tiempo que pase, todavía me cuesta leer.

    Sabes que ese tiempo que estuve fuera se me hizo eterno porque mi corazón siempre se sintió y se sentirá pase lo que pase y el tiempo que pase, costalero del Señor.
    A pesar de todo siempre fui a su lado, con mi túnica blanca... esa fue mi principal penitencia debajo del capillo cada Miércoles Santo durante 5 años, por eso leer lo que escribes me emociona pues me trae muchos recuerdos.

    Año tras año por lo vivido y pasado puede que mi rodilla un día diga basta y esto hace que cada momento sea tan especial ya que no sé cuando será el último...
    Todavía me queda cuerda pero sé que mi adiós no está muy lejos (espero que a años luz) por eso valoro cada segundo, cada minuto, casa chicotá, cada costal que te marcas en cada ensayo, cada marcha... En definitiva cada instante que paso con gente como tú que hace que ser costalero del Señor sea más especial si cabe.

    1Abrazo y que sepas que te quiero a mi lado por muchos años, que esa primera es de sabor añejo y no se puede perder así como así.

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  2. Espero seguir todos los años que pueda, de hecho ya estoy empezando a sopesar la retiradas de otros pasos para entregarme en fuerza y alma solamente al Rey del Miércoles Santo. Pero hay una cosa contra la que no se puede luchar: el tiempo. Los años van avanzando y cada vez hay que disfrutarlos más. El último año bajo la gloria de madera se va acercando y nunca se sabe cuándo llegará. Hay que vivirlo todo al máximo por eso.
    De momento y si Él lo quiere, el año que viene de nuevo lo paseamos a lo grande.
    Un abrazo!

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